08 febrero 2008

Una campaña electoral políticamente pobre y superficial

La campaña electoral del 9-M es políticamente pobre, sin matices. A ratos, incluso es paupérrima.
En las argumentaciones y propuestas de los partidos hay más retórica que planteamientos racionales y, sobre todo, se echan de menos planteamientos de futuro.
El PP --paradigma de la retórica-- se dedica al emponzoñamiento; actitud que ni siquiera es nueva, pues desde que era AP ha recurrido a ese ardid. De ahí que el PP convirtiera el 11-M en un folletín policíaco-mafioso-político. El mensaje del PP es uno: el país se hunde en la miseria y en el desorden, ¡salvo que nosotros gobernemos!
El PP-AP sigue condenando al diferente, especialmente a quienes no son católicos, a los inmigrantes, a los no españolistas... etcétera.
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El PP fomenta el rechazo al otro

La última ocurrencia del PP, la de exigir a los inmigrantes que firmen un contrato comprometiéndose a "respetar las costumbres españolas", no solo es un atentado contra los inmigrantes, sino que también es un atentado contra los ciudadanos de las Españas, pues establece que existen costumbres y valores españoles... (¿?)
¿De qué valores españoles habla el PP?, ¿de los de Rajoy y de los de la triple A (Aznar, Acebes y Aguirre)?, ¿o de los valores de Delibes, Garci, Alonso, Vidal, Savater, Campos, Abdesalam, Cebrián, Cruz, Rivas, Banderas, Carrillo, Aída, Zerolo, Heinze, Grandes, el Pocero, los Albertos, Blanco Chivite, Solbes, Díez, Mas, Ibarretxe, Mesalles, Forges, Otegi, Tapies, Almodóvar… ¿De qué canastos habla el PP?
¿O acaso los únicos valores españoles respetables son los que determine el PP?
La propuesta nacional-católica del PP es objetivamente peligrosa y destructiva para la convivencia entre los diferentes... ¡Porque todos somos diferentes!
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El PSOE sigue dándose cabezazos con la economía 

Por su parte, el centrista PSOE de Rodríguez Zapatero (buenismo puro y duro) ha desempolvado un criterio felipista: Todo vale con tal de garantizar el correcto sistema incorrecto, sobre todo en materia económica, incluida la desregulación y el principio de anteponer la economía virtual a la real. Esto último lo acabarán pagando todos los ciudadanos... y la socialdemocracia lo pagará muy caro en las urnas.
Pero los cuadros y la generalidad de la militancia del PSOE, pese a que en numerosos aspectos defienden o consienten las posiciones de la dirección de centro e incluso de centro-derecha en asuntos económicos, tienen una virtud de la que los del PP adolecen: respetar la sociedad civil, aceptar las diferencias y, algo que es fundamental: el Estado no debe imponer creencias, sino respetar y hacer respetar las que cada cual tenga.
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El bipartidismo huele mal

Por otro lado, PP y PSOE no son las únicas alternativas de gobierno. Ese empeño en bipolarizar también es preocupante. ¿Estamos obligados a elegir entre la derecha (PP) y una formación que va del centro-derecha al centro-izquierda (PSOE)?, ¿no hay más alternativas?
La campaña electoral es un espectáculo doblemente penoso porque, por un lado, hay partidos que insultan al ciudadano al proponer cosas irrealizables y, por otra banda, los medios parecen empeñados en limitar las opciones políticas a dos.
¿Cuándo serán ilegalizados los partidos que fomentan el odio al diferente?, ¿cuándo serán ilegalizados los partidos que cultivan el odio entre los ciudadanos?, ¿cuándo habrá un juez que tenga redaños de procesar a un tipo que utiliza una emisora de radio para acusar al CESID-CNI y a la policía de haber manipulado las pruebas del 11-M?
Lo dicho, la campaña electoral es políticamente pobre y, lo que es más grave, superficial.

TEXTO RELACIONADO: "Una calculada campaña populista", en ESCOLAR.NET

3 comentarios:

  1. El último párrafo me parece magnífico, Félix.

    Y está claro que hay más alternativas que votar a uno de estos dos...

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  2. puf, la cosa está malita malita malita... se me ocurre que si los políticos fuesen la mitad de lúcidos que tú todo sería bien diferente.

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  3. Un comentario políticamente correcto, por decir algo, una entrada magnífica y coincido plenamente con irreverens. Creo que al PP le falta un poco de luz para reconocer que los españoles fueron emigrantes y sus descendientes, como es mi caso-ya que soy nacido en Buenos Aires de padre asturiano- no entendemos las palabras de Mariano Rajoy, ya que no se puede ir a contracorriente de los tiempos, de la realidad, de la hora actual. Creo que los populares deeberían poner sus relojes en hora.

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