14 marzo 2008

"El país" otorga crédito excepcional a un supuesto ex miembro de las FARC

El periódico El país ha publicado un texto remitido desde Bogotá en la que se da por cierto que Ecuador ha proporcionado cobijo e incluso protección a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Tan grave acusación contra un gobierno --sea democrático o no-- ha sido hecha en base a las declaraciones realizadas por un supuesto ex guerrillero que sólo es identificado con el patronímico Miguel.
El texto difundido por El país ha motivado que el Gobierno ecuatoriano --elegido en las urnas en el marco de un Estado democrático de Derecho-- se plantee la posibilidad de entablar acciones legales contra el rotativo.
Al mismo tiempo, el embajador de Venezuela --gobierno también elegido democráticamente, hecho incontrovertible tanto si gusta como si no la política de Chávez Frías-- ha remitido una nota puntualizando aspectos de la crónica de Maite Rico que afectan al Estado venezolano.
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«Atenta contra la verdad»
Quienes cuestionen la credibilidad del Gobierno venezolano deberían tener presente que la Organización de Estados Americanos (OEA), a través de su secretario general, José Miguel Insulza, ha manifestado oficialmente que la información de El país «atenta a la verdad» y dificulta la conciliación entre Colombia y Ecuador.
Resulta chocante que El país, periódico ejemplar en tantos otros aspectos, convierta en fuente fiable a un supuesto ex guerrillero, otorgando a sus declaraciones mayor fiabilidad que a los representantes de dos gobiernos y sin haber contrastado acusaciones y afirmaciones tan taxativas con otras fuentes.
Aplicando similar criterio informativo, el día menos pensado cualquier periódico publicará las declaraciones de otro arrepentido que acuse a Rodríguez Zapatero de haber ofrecido a ETA vaya usted a saber qué...

[De hecho, el rotativo español El mundo ya publicó en su día una entrevista a Suárez Trashorras --el tipo que suministró el explosivo utilizado en la masacre del 11-M--, en la que el delincuente ofrecía una versión rocambolesca de los hechos, implicando incluso a policías. Fue toda una lección de periodismo de investoxicación]

Al margen de lo que cada cual pueda opinar de los gobiernos de Ecuador, Venezuela y Colombia, desde un punto de vista estrictamente informativo, es incompresible e injustificable que un medio publique las declaraciones de una persona --sea quien sea-- que sin pruebas de ningún tipo acusa a un Estado de connivencia con los autores de actos violentos perpetrados en otro país.

2 comentarios:

  1. Lamentablemente, los dueños, verdaderos dueños, de los más poderosos medios de comunicación españoles tienen intereses en Venezuela (Repsol, el banco de Santander, el BBVA tienen, o desearían tener, fuertes intereses en la región) por lo cual no confiaría mucho en la imparcialidad de su información.

    No creo que Ecuador apoye la actividad de las FARC, ni creo que Venezuela lo haga, pero no me extrañaría que se consiguieran "pruebas" acerca de esto de la misma forma que se consiguieron "pruebas irrefutables" de la existencia de armas de destrucción masiva en Iraq.

    Un abrazo.

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  2. Sergio: Un detalle curioso, ¿cuantos "teóricos" de la información osarán criticar a El País? El pesebrismo y la cobardía intelectual están en el origen de muchos deslices que es más fácil imputar al impersonal y "aempresarial" sistema, sin identificar errores ni errados --ni siquiera cuando son errores y errados puntuales y/o coyunturales, o de origen empresarial ajeno a los que ejercen el oficio de informar--.
    Saludos.

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