19 abril 2008

Neoliberal, ultraliberal, nacional-católico, conservador y neocón NO son sinónimos de liberal

Hay quienes alardean de liberales pero son derechistas;
esa premeditada ceremonia de la confusión se convierte en
cuento de y para idiotas cuando desde la derecha o desde sus
medios otorgan a los ultraliberales la calidad de libertarios

Esperanza Aguirre insiste una y otra vez en arrogarse la calidad de ser poco menos que la personificación de la ideología liberal. La lideresa, aparte de ser una ultranacionalista recalcitrante (exactamente madrispañolista, que es la esencia del territorialismo más agresivo de las Españas), sabe de liberalismo y de libertarismo lo que un servidor de física cuántica. 
El liberalismo es una ideología [ = concepción de la realidad socio-económica con sus correspondientes criterios de gobierno] que tiene hondas raíces históricas, ampliamente estudiadas y que proporcionaron importantes y positivas influencias en el Derecho vigente en Occidente, especialmente en Derecho civil y comercial.
Los pilares del liberalismo político son:

1. El individuo es sagrado.
Los liberales consideran que el individuo es sagrado por ser la base y el eje de la vida social, y en caso de conflicto la norma general es anteponer los derechos personales a los colectivos.

2. La libertad personal es un bien inembargable.
Los liberales estiman que los derechos el respeto al individuo y a su entorno íntimo son inviolables y ajenos a convenciones y limitaciones legales, salvo las que son imprescindibles para respetar la libertad del otro; más claro: las libertades individuales: la religosa, la inclinación sexual y el tipo de unidad familiar, son asuntos estrictamente privados. 
Los liberales clásicos o históricos también catalogan como esenciales las libertades de expresión, de pensamiento y de asociación.

3. Todos los ciudadanos son iguales ante la ley.
El liberalismo defiende que todos los hombres deben tener idéntica consideración jurídica y el mismo tratamiento legal. Los teóricos clásicos del liberalismo --aparte de deslices relacionados con la misoginia y el machismo del XIX que hoy no son aplicables-- remarcan que es singularmente importante que la Administración pública evite todo tipo de discriminaciones y prebendas, si bien estiman como justificables las limitaciones que impone la defensa del Estado.

4. La propiedad privada es el pilar de la economía y de la libertad.
Los liberales mantienen la tesis de que los derechos y deberes vinculados al pecunio depeden de la capacidad del individuo para generar riqueza. En esa línea, el liberalismo considera innegociable el derecho a poseer objetos (consumibles, bienes muebles e inmuebles, etcétera), medios de producción y bienes naturales (suelo, flora, fauna), y propugna que ese derecho sea protegido por el Estado, mediante las leyes que sean precisas y, si es necesario, con el uso de la fuerza.
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El liberalismo de la aguerrida lideresa 
haría el ridículo en las Cortes de Cádiz

No cabe duda de que Esperanza Aguirre y demás dirigentes nacional-católicos y aznaristas del PP son políticos identificados con algunos --solo algunos-- de esos principios, pero sólo parcialmente y en lo que les interesa.  
Los criterios de gobierno de los aguirristas y similares conculcan varios mandamientos del liberalismo y de su versión radical, el libertarismo.
Tomando como base sus decisiones, sus declaraciones públicas y sus actitudes ante asuntos concretos (desde su concepción de lo público hasta su artificiosa religiosidad), Aguirre y demás liberales de su cuerda están más cerca de los católicos carcas del siglo XIX y del franquismo que de los liberales de las Cortes de Cádiz, por poner un ejemplo fácilmente identificable, o de los libertarios (liberales radicales) que se hicieron fuertes entre los colonos eu
ropeos que construyeron Norteamérica. 
No, ni Aguirre ni ningún aznarista es liberal y mucho menos libertario, ni socialdemócrata por mucho que ella haga chistes al respecto: su actitud ni siquiera casa con los socialcristianos que lideró Konrad Adenauer. 
Aguirre es una política ultraconservadora clásica y clasicona. Es decir, de derecha pura y dura con suaves toques del simpático fascismo populachero del que hace gala la aristocracia cuando trata con epueblo llano.
Sabe sonreír, eso sí, y tiene reflejos mediáticos. Pero ideológicamente ella y los falsos liberales del PP solo dan para humedecer el culo de un vaso con agua tibia...
El debate ideológico del que tanto habla ella estos días tiene exactamente dos palabras: debate e ideológico, separadas por la partícula copulativa y con tilde sobre la segunda o. Nada más.

[NOTA: Neoliberal y neoconservador (neocon) solo son neologismos que son utilizados para disimular un conservadurismo anti liberal y que en el caso de los ultraliberales (neoliberales radicales o neofascistas) defienden el
capitalismo salvaje]

ENLACES de interés:
Biografías de liberales clásicos de los que Aguirre tiene mucho que aprender, por orden alfabético:
Konrad Adenauer, Benjamin Franklin, Milton Friedman, Francisco de Miranda, Barón de Montesquieu, José Ortega y Gasset, Jean François Revel y John Stuart Mill.
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ACTUALIZACIÓN
Una persona que piensa y que lo hace sin miedo --así lo ha demostrado en varias ocasiones-- y que además también es amigo-usuario de la Blogosfera, ha remitido a ImP dos enlaces de indudable interés en el debate --supuestamente ideológico-- que plantea Esperanza Aguirre al arrogarse la representatividad de un hipotético sector liberal del PP.
En efecto, en el PP ha habido liberales y todavía queda alguno, indudablemente, pero han recibido y reciben un trato por parte de los actuales dirigentes del PP que no es precisamente amistoso.
Entre esos liberales figuran, entre otros, Rodrigo Rato --que fue finalmente marginado por Aznar López, antiliberal que es amigo y aliado político de Aguirre--, Josep Piqué y Albert Rivera, ex militante del PP y cofundador de Ciutadáns-Ciudadanos, un liberal que abandonó el PP por razones que él nunca ha revelado --actitud esta que le honra mucho más que posar desnudo en un cartel electoral-- pero que son intuibles.
Enlaces de interés: Club Liberal 1812 e Intermacional Liberal.
¿Es liberal Esperanza Aguirre?: ¡No! Esperanza Aguirre no es liberal; se limita a utilizar sin vergüenza ninguna el caché histórico de los liberales.
Con los liberales se puede estar o no de acuerdo; pero, indudablemente, merecen el respeto que les niega la trepa política apellidada Aguirre al utilizar el sello liberal con fines estéticos y  electoralistas.

8 comentarios:

  1. Queda bien, da buena imagen, esta bien considerado por mucha gente decir que eres liberal aunque no tengan la menor idea de lo que signifique. Igual que Dragó y la coletilla que va soltando desde hace un tiempo de que es Anarquista de derechas.... país de pandereta, no hay más explicación.

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  2. A Casshern: Tu lo has dicho, ser liberal "viste"; pero aunque la mona se vista de seda...

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  3. Es muy común que la palabra "liberal" sea el lugar donde se refugian los conservadores ya que, hemos de admitirlo, la palabra liberal tiene mejor marketing. Sin embargo siempre me ha llamado la atención esa tendencia que existe a confundir liberalismo con capitalismo cuando esto no es estrictamente cierto. El conservadurismo, por el contrario, se mueve en tres ejes habituales que son el nacionalismo (patrioterismo de aula), el capitalismo, el proteccionismo y los neo-con o neoconservadores se cimentan en el cristianismo, el nacionalismo (otra vez) y políticas económicas conducentes al libre mercado capitalista o neo-liberalismo (no confundir con el liberalismo ya que existen diferencias de base entre ambos conceptos).

    Es decir que mientras el liberalismo tradicional aceptaba que el Estado garantizara cierta protección a los más desposeídos el neoconservadurismo se opone a garantizarla lo que, sumado al largo análisis que realizas podríamos calificar a este personaje como un neo-con.

    Y no hay "esperanza" de que un neo-con piense en la gente (digo esto basándome en la situación de los EE.UU., donde son gobierno).

    Un abrazo.

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  4. Desde luego, ni Esperanza Aguirre es liberal (coincido en líneas generales con Félix) ni Zapatero es ácrata, claro. ¡Ni mucho menos el pesebrero de Sánchez Dragó!

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  5. Gracias, Félix, por tomarte la molestia. Es un placer leerte.

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  6. Quisiera dejar constancia del abismo existente entre la inobjetable caracterización del liberalismo histórico que presenta Félix Soria, y el producto degradado y simplista que, bajo el mismo nombre, se arrogan muchos autodenominados "liberales" españoles actuales.

    En efecto, para estos el "liberalismo" se puede resumir en:

    a) eliminación de todo intervencionismo por parte del Estado o del Gobierno.

    b) desregulación de todas las interacciones entre individuos, particularmente las comerciales y las laborales.

    c) supresión de todos los impuestos, como caso particular (pero capital) del punto a).

    d) concepción de la sociedad humana como "sociedad del mercado"; y de las metas sociales y humanas como meras optimizaciones económicas en los intercambios entre los ciudadanos.

    Así puede comprobarlo quien desee (y soporte) una visita a muchos blogs de la Red Digital (pandemonio, lafraseprogre, etc).

    En estos blogs he llegado a encontrar -incluso- la exigencia de que se supriman todas las limitaciones en la construcción de edificios (alturas, enclaves, formas...), la eliminación de los mínimos en los salarios, la libre adquisición de armas.... La privatización de la Sanidad y la Educación, las doy por supuestas.

    Seguramente son conscientes de que esa misma desregulación implica el dominio fáctico de los más poderosos y el suicidio del libre mercado. Pero es en esta especie de autismo donde se encuentran hoy muchos sedicentes "liberales".

    Cómo no rastrear psicológicamente, siquiera de manera tentativa, el probable origen de estas actitudes. Herederos y cachorros de una clase social hegemónica y prepotente, no extinta, pero hoy más sujeta a las leyes, derivan hacia las posiciones ideológicas más cercanas a su injusta, infame privativa arcadia.

    Lo más sorprendente es el modo en que pululan y se reproducen en este país. Mucho más que en Europa, si estoy bien informado.

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  7. A Ilex:
    Sí que estás bien infromado; quizá no tanto como en Italia --el fenómeno Berlusconi tiene mucho que ver con el éxito de ese "darwinismo" social que describes--, pero es cierto que en España proliferan iniciativas políticas (o apolíticas) de "alto riesgo" y que de una u otra forma ensalzan el más atroz de los individualismos: el sálvese quien pueda... que antes era el más fuerte y ahora es el que más dinero posee.

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  8. ¿Hay algo que no utilicen de manera partidaria?

    A mí esta mujer me revuelve las tripas. Ni siquiera consigo llegar a escucharla. Es algo muy primario que también me ocurría con Aznar...

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