01 abril 2009

Primero de abril de 2009: Setenta años de ininterrumpida victoria

Hasta bien entrada mi primera juventud, tal día como hoy, 1º de abril, se celebraba el Día de la Victoria: «Cautivo y desarmado el ejército rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado»...
Y las calles de España se convertían en un escaparate de gentes que, en mayor o menor grado, se sentían felices... ¡porque sobrevivían!
No vale engañarse. Al margen de que la ignorancia y la desinformación fueran inconmensurables, la mayoría de los ciudadanos se sentían políticamente identificados, tranquilos, un notable porcentaje de ellos se consideraban satisfechos y una minoría estallaba exultante.
Los antifranquistas activos constituían una exigua minoría; a veces ruidosa, cierto, pero en todo caso cuantitativa y porcentualmente estaban en clara minoría y en algunos zonas del país su cuantía era muy reducida, por no decir irrelevante.
Me crié en Barcelona y a partir de otoño de 1969 (poco antes de cumplir los 16) participé en variadas movilizaciones (desde protestas de barrio por cuestiones tan simples como la frecuencia de los buses de linea o la abundancia de barro en las calles, hasta concentraciones con motivo del 1º de Mayo) y sólo percibí grados de participación notables, que no elevados, con motivo del consejo de guerra de Burgos, por la muerte a balazos de un obrero en la térmica del Besós, con motivo de conmemoraciones como los Onze de Setembre o el Primero de Mayo y sobre todo cuando se negociaban convenios colectivos en la construcción, el metal o en industrias como Harry Walker y Seat.
¿Antifranquistas activos? A riesgo de parecer un aguafiestas, creo que menos del 3 % de la población de Barcelona (50.000 de 1.500.000 habitantes) participó en alguna de aquellas movilizaciones.
Una vez muerto el Caudillo la tasa de antifranquistas aumentó exponencialmente, pero Franco ya había muerto…
En la mayoría de ciudades y territorios de las Españas la tasa de antifranquistas activos, ¡con Franco vivo!, jamás superó el 1 %.
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A España la reconoce perfectamente la madre que la parió
Los franquistas que restan, que son más de los que parecen, podrían celebrar el día de la victoria cualquier otro día del año.
Que hayan transcurrido siete decenios desde el día de su victoria mueve al engaño... los franquistas han guerreado y vencido una y otra vez durante décadas, incluso desaparecido Franco han logrado sonados triunfos y también después de ser aprobada la Constitución de 1978.
Alfonso Guerra, sin menoscabo de que su frase constituyera en su momento un acierto mediático, pecó de optimista: a España la reconoce perfectamente la madre que la parió.
¿Por qué? Porque la corrupción, el clientelismo y el ventajismo tan excelentemente cultivados durante decenios siguen siendo comprendidos, o cuando menos admitidos y considerados como algo inevitable y natural. Y aparte de otras cosas, porque el fatalismo --con ese toque de resignación religiosa tan español-- sigue siendo pan de cada día y el sentido de colectividad es escaso.
La sociedad española ha cambiado, pero no tanto como algunos pretenden. Hoy, 70º aniversario de la derrota del ejército constitucional de la II República, es un buen día para recordar, simplemente recordar, verbo este escasamente valorado.
Recordar permite comprender el presente y pensar el futuro.

6 comentarios:

  1. Bon día:

    a mi humilde juicio, el olvido no es sano. Aún me debato internamente acerca de si el perdón lo es o no. Pero el olvido, tengo meridianamente claro que es un mecanismo cómodo y blandito, tibio, si te parece, para esquivar el compromiso. El compromiso de apechugar con unos hechos-los propios- y con unos valores-aunque no sean los propios-. Tal vez haya quién me juzgue retrógrado por hablar de compromisos y de valores. Pero me apetece pensar que quién pudiera decirme eso no es lo suficientemente inteligente como para leer este blog.

    Un beso, tintado de melancolía ajena por este post.

    Iago Ruiz

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  2. Es increíble ver cuánta gente se dice nostálgica de un tiempo que no han conocido. Y lo que es peor, que desea su vuelta sin haberlo vivido. Deberían enviarlos a las mazmorras del olvido. Para que recuerden. Apertas.

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  3. Hoy me levanté iluminado, será por el sol que brilla en mi ventana.

    Y después de leerle, reflexiono: "Nunca dejes que te invada la derrota, por haber perdido. Sino, tomarán crueles el futuro y la memoria, y tan solo te quedará en soledad, un gris olvido y más olvido y volver a olvidarte."

    Siguiendo sus palabras, quedo suyo, Z+-----

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  4. estimado amigo, nunca le imaginé tan pesismista, y eso que ya llevo algo más de un año disfrutando de su blog.

    No discutiré sus apreciaciones estadísticas, puesto que no estoy ni de lejos, capacitado. Simplemente me pregunto si dentro de esas victorias franquistas no cabría preguntarse si se podría contar el haber logrado sumar a los "franquistas acomodados", que simplemente querían vivir en paz, lo que es incompatible con la dictadura en la que vivían.

    El engaño es parte de esa victoria y el identificar la no actividad con la asunción de unos principios impuestos y mantenidos por la fuerza me parece un razonamiento demasiado forzado.

    ¿Que se podría decir lo mismo de la corrupción actual? ¿Que en Valencia la gente está a favor de Fabra o en Galicia lo estuvimos de Fraga? Un engaño que perdura no es una verdad, aún bajo el riesgo de convertirse en un empecinado.

    Un saludo.

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  5. A Pablo,
    No soy pesimista. Me limito a comentar lo que conozco:
    En los últimos años de la dictadura menos del 3% de los ciudadanos eran antifranquistas activos... ¡Y eso en Barcelona o Madrid o Bilbao! Porque en A Coruña o en Vigo esa tasa no era ni del 0,3%.
    Discrepo con usted en una cosa, pues permanecer impasible ante el abuso, la corrupción generalizada, la represión sistemática e incluso los asesinatos SÍ es asumir o dar por buenos o aceptables principios o criterios dictatoriales.
    España, ¡ni siqiera en la época de Franco!, no era Uganda ni siquiera Argelia o Albania, pero el 97% de la población --como mínimo-- comulgaba con ruedas de molino y callaba, asentía e incluso habíoa millones de personas que defendían o justificaban a Franco.
    Yo no me atrevo, ni por asomo, a juzgar a esas personas. Pero sí debo decir y afirmo que la mayoría de españoles eran cómodos o acomodaticios y, por extensión, franquistas o consentidores del franquismo. Sin ningún género de dudas. Este ha sido durante casi medio siglo un país y una sociedad "facha", ultraconservadora y autoritaria.
    Jamás ha habido ruptura con el franquismo, sólo un cambio tan escalonado que ha servido para perdonar crímenes y robos a manos llenas.
    Es más, aún hoy está mal visto recordar que no menos de 12.000 niños menores de un año de edad fueron robados a sus padres (son estadísticas oficiales, inacabadas, por cierto).
    En un país que han ocurrido esa y otras ignominias con el silencio ¡¡¡generalizado!!! de la población, sin que ni siquiera ahora haya conciencia social de condenar esas atrocidades, no es racionalmente comprensible que se diga que los que "fotografiamos" la sociedad española seamos acusados de pesimismo.
    La manifestación más importante de la ciudad de Vigo desde el año 1936se produjo cuando el Celta debía bajar a segunda división, y en el Concsello de A Coruña sigue figurando en primer plano, nada más entrar, el escudo del régimen que mató a no menos de 100.000 personas tras el día de la victoria... La guerra había terminado, pero siguieron matando y 70 años después todavía hay "debate" sobre si es conveniente o no recordar esos hechos. No hablo de opiniones, sino de hechos.
    No, para nada soy pesimista, hay cientos de miles de ciudadanos generosos y responsables; pero soy persona --o intento serlo-- y debo decir en voz alta que este país no ha superado el fraquismo ni sus criterios "pancistas".
    Un abrazo.

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  6. Recordar,
    efectivamente, tan escasamente valorado....Y es sumamente importante ejercitar esa tarea, para no olvidar que los fascistas tomaron por la fuerza un gobierno democrático, para no olvidar, cualquier día del año, que aquí se perseguía a los homosexuales, a los sindicalistas, a todo aquel que no comulgase con ellos. Que de España salieron millones de españoles y españolas a otros países porque si no serían encarcelados, y sobretodo, no olvidar que la iglesia católica iban de la mano de Franco y del propio Hitler.

    Un abrazo

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