07 mayo 2009

¿Por qué hablan de igualdad cuando se trata de sexo?

La subasta de un encuentro con una chica más una copa gratis en una discoteca de Granada ha puesto encima de la mesa dos cosas: 
* Primera, el sexismo goza de excelente salud; y
* Segunda, la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, vive fuera de la realidad.
Hoy, el Telediario de TVE de las 21 horas ha emitido un vídeo en el que la ministra declara, textualmente, que «parece mentira» que se registren episodios como el de la discoteca granadina y, para colmo, lo dice con la convicción de persona inocente o ingenua; aunque nadie duda de que su consideración es un gesto de corrección política de cara a la galería y a la gente ñoña, que no es poca.
Tal parece que Aído vive en otro país, pues todos los días, ¡todos!, se registran cientos de hechos en los que el sexo reina por encima de casi todo en las discotecas, las oficinas, los hospitales, los mercados, los colegios e institutos, en la escalera, las facultades, los barcos, los hogares, las cafeterías, los ministerios, los autobuses... etcétera.
El sexo y el sexismo reinan en la práctica totalidad de los locales de ocio ¡sin necesidad de que los empresarios animen a ello! Y ese sexismo es menos preocupante que el que practican las muchachitas de 14, 15 o 16 años que se acicalan por indicación de sus mamás para ir al estadio a ver si llaman la atención de un futbolista profesional, por poner un ejemplo de los muchos existentes.
El premio no era carnal
Imagen capturada en UNO DE LOS NUESTROS
Es falso que en la discoteca de Granada se subastaran chicas, como se ha dado a entender o se ha insinuado. Lo que se subastaba era un encuentro con un chica con consumición gratuita. ¡Y las chicas se habían prestado al juego con la misma ilusión que los chicos! Esto es de importancia sustancial, aunque Aído y demás ciegas y ciegos lo silencien.
¿Machismo? Evidentemente, ¡hay mucho machismo! Pero también hay mucho hembrismo. Ambas actitudes abundan con similar riqueza, intensidad, calidad y se complementan.
La utilidad social, política e incluso educativa del episodio granadino --tan bien aprovechado mediáticamente-- está en que todos y todas hemos comprobado una vez más que el machismo y el hembrismo son tan naturales como inquietantes. Actitudes ambas que, por cierto, son similares entre los jóvenes y los menos jóvenes.
¿Igualdad?, ¿de qué habla Aído?... Es sexo y sólo sexo
Lo sucedido en la discoteca de Granada no es nuevo y el espectáculo mediático-político que se ha organizado nada aporta. Lo más llamativo del asunto --a mi parecer-- es la naturalidad con la que los chicos y las chicas participan en entretenimientos que pueden ser calificados de degradantes, pero la reacción política útil no es el aspaviento.
Para colmo, las convocatorias de la discoteca de Granada --pues esta no era la primera-- ni siquiera son exclusivamente favorables a los varones, pues el mismo local ha organizado con anterioridad una subasta con los chicos ejerciendo de floreros.
En fin, que la ministra de Igualdad y los que hacen coro se han metido en una camisa de once varas que es ajena a la igualdad macho-hembra. Lo de Granada es cuestión de sexo y sólo sexo, mal entendido, pero sexo al cabo. ¡Con dosis de machismo y de hembrismo a partes iguales!
INFORMACIÓN puntual, aunque pacata y políticamente correcta, en el periódico Ideal, de Granada, y también, en El país.

3 comentarios:

  1. Más que un tema de igualdad (que para nada lo es, como bien dices) o un tema de sexo, que no lo veo tampoco así exactamente, creo que utilizan a los menores (tienen un horario especial de discotecas para ellos, una primera sesión que es solo de menores)como producto de un negocio. Y ocurre que estos menores aún no tienen lo que se llaman "patrones de referencias" y por eso hay que velar por ellos e impedir estas prácticas, en las que son objetos de interés economico, porque son tratados como un producto con el que se hace dinero a su costa. La finalidad, sea la que sea, en este caso enfocado al sexo, es solo la punta del iceberg, el reclamo, como en otros casos pudiera ser la droga, bebida, etc... Lo que aquí a mi modo de ver se está queriendo, es impedir que los menores sean objetos de negocios en que lo único que prima es el interés económico, ofrezcan a cambio lo que ofrezcan, sexo, o drogas, o alcohol...etc..
    No sé, al menos así lo veo yo.
    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Por mi parte no creo que los menores sean el producto de un negocio, los veo como el objetivo del negocio. De igaul manera somos el objetivo de mil negocios los adultos, los ancianos, hombres y mujeres.

    Veo esto como un juego, negativo o positivo, lo veo como un juego que produce ganancias a quienes lo organizan. Para chicas y chicos es como exponer una foto en "Sexy o no" esperando la calificación de los otros participantes, o como un concurso de belleza donde la más linda se lleva el premio (en este caso, una especie de certificado de belleza o popularidad basado en la intensidad de la puja que se establece entre los ofertantes).

    Mi opinión es esa, que es un juego de mal gusto que produce una reacción desproporcionada pero, hay muchos peros ¿Acaso no se nos enseña que para sobresalir socialmente hemos de vendernos como una mercancía?

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. el sexismo existe por doquier y para que se acabe tendrán que pasar muchas generaciones y muchas más cosas... tnego una hija de 17 años y me quedo escandalizada de algunas cosas que me cuenta respecto al machismo de los "niños" de su edad. Todavía nos queda mucho por educar.

    respecto a lo de Granada, me da verdadera pena.

    biquiños.

    ResponderEliminar

NOTA: ImP no publica injurias ni imputaciones de faltas o delitos sin aportar pruebas ni referencias judiciales o sentencia.
Sólo serán publicados los anónimos que a criterio del administrador sean de interés.