27 septiembre 2009

Hablar de impuestos desnuda a los egoístas y ridiculiza a los simplistas

Las alzas impositivas que ha diseñado y ¡por fin! ha anunciado el Gobierno central han motivado una cascada de consideraciones. De entrada, es obligado subrayar que opinar es constructivo. Me quedo corto: ¡tener opinión y manifestarlo es necesario! Y más: también es legítimo tener intereses y defenderlos públicamente, incluso cuando perjudican a la mayoría de la población.
Democracia --¡esta democracia!-- radica en gran medida en poner las cartas encima de la mesa y procurar que la contraposición de intereses y opiniones desemboque en la toma de decisiones en función de la correlación de la fuerza electoral (votos) que cada partido represente, y teniendo en cuenta los equilibrios y las fuerzas de los agentes sociales, económicos, culturales, etcétera.
Así las cosas, ¡que nadie se llame a engaño!, en este caso [¡Atención!: Un blog no es un medio de información, sino un medio personal de comunicación, expresión y reflexión] no emplearé ni una sola palabra en defender a unos u otros, y mucho menos a la gran patronal (léase CEOE), ni tampoco defenderé los criterios económicos darwinianos del PP o las justificaciones gubernamentales de un Gobierno que de socialdemócrata tiene lo que usted y yo de obispos.
[¡Ojo!, no se trata de comparar la política aconómica del Ejecutivo del PSOE con los colectivistas; me limito a recordar a los simples socialdemócratas clásicos... Pues sería conveniente que el presidente de Gobierno y los políticos profesionales que le rodean estudiaran y leyeran, entre otros, a John M. Keynes, por ejemplo, y que se atrevieran a conocer a fondo las tesis y la trayectoria de economistas sinceramente socialdemócratas como Gunnar Myrdal]
¡Claro que hay que subir
Fuente: OCDE, vía Wikipedia (pulsar para ampliar)
los impuestos!, pero...
El Estado español, en contra de lo que dicen los amigos de mentir o de crear realidades paralelas, es uno de los miembros occidentales de la Unión (las comparaciones con los nuevos socios del Este son perversas) con los impuestos más bajos; sólo superado en algunos aspectos por Grecia, Portugal e Irlanda.
Nadie ignora que las economías griega y portuguesa no son precisamente un ejemplo de eficiencia fiscal, ni tampoco cabe ignorar a estas alturas que Irlanda --¡el adorado tigre celta de algunos!-- es una economía ficticia que está condenada, si persiste en la misma línea, a depender de los depredadores empresariales y financieros --casi todos de Gran Bretaña y Estados Unidos-- que apuestan por invertir en países europeos donde las condiciones fiscales y las ventajas laborales son de corte tercermundista.
Algo así ocurrió en España y todavía ocurre en algunas comunidades. Al respecto, sirva una reflexión para entender fenómenos como el irlandés: ¿Por qué se levantaron tantas fábricas de coches en la España tardofranquista? Entre otras cosas y fundamentalmente, porque los salarios eran patéticos, la estabilidad social aceptable y, para colmo, desde un punto de vista logístico se gozaba de la impagable ventaja de que la factoría estaba ubicada cerca de los mercados.
La economía tiene muchos rincones y, por desgracia, se siguen haciendo demasiadas simplificaciones.
No obstante, cuando se alude a que en España la presión fiscal es baja respecto a la media de Europa occidental es obligado añadir que el salario medio de los españoles es sensiblemente inferior al de los países de nuestro entorno (expresión esta que es ridícula donde las haya, pero útil).
Cuestiones que permiten aclarar detalles sustanciales
En fin, con el único propósito de abrir interrogantes que puedan ayudar a despejar dudas, confeccionar respuestas y contribuir a la formación de opinión, ahí van diez --solo diez, hay muchos más-- interrogantes referidos a política fiscal:
1. A tenor de los debates que se regsitran en las Cortes, ¿es tan simple como parece ordenar las cuentas del Estado?: Tres detalles para iluminar el oscuro debate de los presupuestos.
2. ¿Por qué sobreviven prácticas franquistas como la de permitir que las cajas de ahorros actúen como si fueran bancos privados: El gobierno ¿socialista? se burla de los contribuyentes.
3. ¿A qué obedece que España sea, fiscalmente hablando, una bicoca para los multimillonarios?: ¿Evadir capital a paraísos fiscales?... En España es innecesario.
4. ¿Será capaz el partido socialista de poner coto a la impunidad fiscal de ciertos iconos de la basura mediática que, para colmo, idiotiza a un alto porcentaje de la población?: Deportistas de elite que aman España, pero no tanto.
5. ¿Hasta cuándo seguirá el Estado español costeando con cargo a los impuestos de todos los ciudadanos, creyentes y no creyentes, el mantenimiento de entidades privadas que rebosan riquezas patrimoniales como la sección española del Vaticano?: Declaración de la renta: Hacienda es católica.
6. ¿Por qué el Estado delega en entidades privadas competencias racaudatorias?: Canon, 2008: Más de 225 millones de euros.
7. ¿Se decidirá algún día la Unión Europea a limpiar los sótanos de los multimillonarios europeos?: Los lavaderos de la Liechenstein y la pasividad de la UE.
8. ¿A que se debe que el actual y los anteriores gobiernos cierren los ojos ante la evasión fiscal que protagonizan miles de propietarios de inmuebles dedicados a negocios no declarados?: Hacienda somos todos… ¡Todos los asalariados!, se entiende.
9. ¿Cuándo se acabará con la alegría subvencionadora?: "Nadan en dinero negro, pero piden ayudas".
10. ¿Cómo es posible que un elevado porcentaje de notarías, que son entidades dependientes y legalmente adscritas a la Administración, favorezcan la evasión fiscal?: Paradigma de honestidad fiscal y económica.
Parches que nada cambian, y mucha incultura fiscal
Indudablemente, la reforma fiscal que propone el actual Gobierno es más o menos criticable, a pesar de que sea necesario recaudar más --esto es irrebatible--; sin embargo, lo realmente inquietante es que la cultura y los hábitos fiscales del Estado español y de la ciudadanía en general son de escasa racionalidad y rigor.
Las herencias de la autarquía y el ¡que listo soy engañando a la hacienda pública! (criterios socio-económicos larvados y cultivados durante el franquismo) siguen en gran medida vigentes.
ENLACES de interés: 
* Darwinismo social, en la WIKIPEDIA,
* "Política fiscal para adultos", por Carlos Monasterio Escudero, en Cinco días, y 
* Listado de bitácoras de economía.

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