19 febrero 2013

El sistema dispone de un "lumpen intelectual" que denigra a los trabajadores

«Chavs», el libro que deberían leer los "progres" de salón 
..
La satanización de los trabajadores avanza con el viento de cola en toda Europa, sobre todo en países como España. El modelo que desde hace ya cuatro décadas exporta el conservadurismo británico, el más sibilino y hábil de Europa, es aplicado de forma consciente o inconsciente por decenas de miles de personas.
El gran éxito del modelo thatcheriano consiste en haber logrado que un sector de la propia clase trabajadora desprecie y humille a sus iguales, e incluso a los trabajadores autónomos y a los pequeños empresarios.
En el ejército de ese "lumpen intelectual" juegan un papel preeminente miles de trabajadores que ejercen las llamadas profesiones liberales: médicos, abogados, docentes, ingenieros, arquitectos, economistas o periodistas que trabajan por cuenta ajena y creen ser el corazón de la racionalidad social y, para colmo, están convencidos de que su pertenencia a las llamadas clases medias está certificada y es de por vida...
La formación de ese ejército de propagandistas del llamado "capitalismo popular" y de otras simplezas ha sido lenta. Empezó en los años setenta, en Gran Bretaña, y poco a poco los voceros han ido creando la percepción de que las desgracias del sistema [desempleo, trabajo negro, delincuencia de cuello banco, violencia, drogodependencias, fracaso escolar, prostitución, etcétera] son males naturales ajenos al sistema y, por ende, de un tiempo acá esos propagandistas tienen la desvergüenza de afirmar que todos esos males ocurren a pesar de que el sistema trata de impedirlos.
..
¡Ay!, la mala cabeza...
El descaro es tal que, para rematar, los más aplicados de ese "lumpen intelectual" argumentan que quien tiene problemas es sólo y exclusivamente por su mala cabeza o, sencillamente, porque se lo ha buscado o lo merece…
Ese es el mayor éxito político del conservadurismo que con tanto acierto han representado Margaret Thatcher y el líder de la Tercera Vía, Tony Blair, que ha sido tanto o más efectivo que ella a la hora de convertir en natural el darwinismo del sistema imperante.
Aquí, en España, esa concepción biológica de la sociedad y de la economía ha ido ganando crédito de la mano de los propagandistas del PP, de los fabricantes de hiperrealidades que trabajan en la FAES, de los dirigentes de la banca y de la CEOE, y de los columnistas y comentaristas orgánicos, entre otros, que han contado con el silencio cómplice del PSOE e incluso con el apoyo expreso de parte de sus dirigentes: desde Carlos Solchaga hasta Elena Salgado, pasando por José Bono y Francisco Vázquez, entre otros.
..
El numerito de Cascais
Hace unos días, una dirigente de las Juventudes Socialistas (JJ SS) ganó su minuto de gloria mediática en la reunión de la internacional socialdemócrata celebrada en Cascais porque criticó las formas de esa progresía desclasada, a la que echó en cara que viaje en coches de lujo y se reúna en hoteles de cinco estrellas.
Inmediatamente, numerosos analistas y miles de tuiteros convirtieron a la autora de la filípica en poco menos que la mensajera de los millones de europeos malpagados, desempleados y despreciados.
Sin embargo, ese episodio fue un bucle, un viaje de idea sin vuelta a bordo de cuatro frases epatantes, aunque a la postre fue una bocanada de oxígeno cuya única beneficiaria ha sido la socialdemocracia oficial, la que antes con el encantador Blair y ahora sin él causaría vergüenza a Willy Brandt y a Olof Palme, entre otros.
Esa dirigente de la JJ SS tuvo un pronto, protagonizó un gesto puntual y mediático. Nada más. De modo que a ella y a sus correligionarios les conviene leer Chavs. La demonización de la clase obrera
El autor de Chavs es el periodista inglés Owen Jones, cuyo texto debería ser de obligada lectura para numerosos progres y para los asalariados que han hecho suyos los valores de quienes viven con una sonrisa cosida en los labios, instalados en el abuso, el nepotismo y la corrupción.
..

1 comentario:

  1. Thatcher lo dijo clarito:

    “There is no such thing as society, only individuals.”

    Si no hay sociedad no debería haber ningún país, ni leyes, ni propiedad protegida, etc. Son los más ricos los que más necesitan la sociedad y la mayoría de las leyes, ya que tienen más que perder y por lo tanto que proteger. Por ello, a estos supuestos enemigos del gobierno les encanta el gobierno militar y policial. Y este tipo de gente se está multiplicando en las últimas décadas.

    Sin embargo, el clasismo inglés se mama en el lenguaje y la pronunciación desde pequeñito.

    Auskalo

    ResponderEliminar

NOTA: ImP no publica injurias ni imputaciones de faltas o delitos sin aportar pruebas ni referencias judiciales o sentencia.
Sólo serán publicados los anónimos que a criterio del administrador sean de interés.