28 septiembre 2015

El 27-S ratifica el poderío independentista, "amortiza" a Mas, aúpa a Ciudadanos y hunde al PP

Con los resultados encima de la mesa, todos los nacionalistas españoles y sus "compañeros de viaje" hablan de diálogo, con los directivos del PP en cabeza, pues pretenden enterrar en el olvido sus años de feroz anti-catalanismo. Ocultan que entre 5 y 7 de cada 10 catalanes —según las fuentes— asumen en mayor o menor grado criterios básicos del catalanismo, sean sentimentales, culturales, económicos y/o políticos.
El catalanismo va de arriba abajo y de derecha a izquierda, desde la cristiano-demócrata Unió hasta la izquierda transformadora, la CUP, e incluso tiene presencia entre los anarquistas, pasando por todos los grupos y entidades culturales y sociales, incluidas las de orden económico —¡y todas son en principio apartidarias!—, pasando por CDC, ERC, ICV, Podemos, los sindicatos, etcétera, etcétera y el PSC —¡sí, el PSC también!, pues entre los socialdemócratas catalanes el sentimiento de pertenecer a la colectividad catalana es generalizado.
Para colmo, de un tiempo acá el antes minoritario sector independentista gana más y más apoyos en ese extenso sustrato sentimental, social, económico y político.
El 27-S, pues, aparte de para lo que debía, elegir a los miembros del Parlament, sólo ha servido para confirmar que el Estado español concita la inquina de prácticamente la mitad de los adultos que ayer acudieron a las urnas.
Mas procuremos no dejarnos llevar por las falacias que circulan, "políticamente correctas" y mediáticamente perversas: tan falso es que más del 50 % de los votantes apoyaron la posibilidad de la independencia, como que más de la mitad se pronunció contra el «procès».
El PP, Ciudadanos y el PSC-PSOE, con Pedro Sánchez ejerciendo de monaguillo de la derecha españolista, se engañan y engañan a millones de ciudadanos españoles proclamando dos falacias:
a) El 27-S tiene valor plebiscitario (mentira), y
b) El electorado catalán rechaza el «procès» (mentira).
Los partidos que rechazan expresa e inequívocamente la independencia obtuvieron el respaldo del 41,66 % de los votos y las candidaturas que aspiran a constituir una República Catalana sumaron el 47,76 % [ver el cuadro al pie de este texto].
Esas dos tasas en unas elecciones autonómicas llevan a dos conclusiones bien sencillas, aparte de las rebuscadas que tanto abundan:
Primera, ninguno de los dos “bandos” tiene mayoría absoluta en la sociedad catalana, y
Segunda, un elevado porcentaje del electorado catalán sólo se pronunciará con rigor si es convocado a un referéndum.
Todos saben, unos y otros, que cientos de miles de ciudadanos sólo tomarán una decisión firme al respecto si son colocados ante la tesitura real —no valen virtualidades— de romper o no romper la actual unidad político-administrativa del Estado español, con todo lo que ello comportaría, lo pinten con colores bonitos o gris plomizo.
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Rajoy y Mas saben que el callejón tiene salida ...y que fuera serían cadáveres políticos
Lo más chocante de la actitud de los dirigentes políticos y analistas que manipulan las cifras y parecen empeñados en engañarse y engañar, es que ignoran —o lo hacen ver— que a fecha de hoy en una auténtica convocatoria plebiscitaria el proyecto de la República Catalana no lograría el apoyo ni del 40 % del censo electoral.
Prueba de ello es que el poderoso movimiento independentista iniciado hace cinco años [alimentado en gran medida por quienes vetaron el Estatut de 2005, entre otras estupideces políticas, algunas vestidas con togas] ayer contó con el apoyo del 36,5 % de los electores censados en Catalunya… ese ha sido el porcentaje y todos sabemos, aunque algunos prefieren ocultarlo para que siga abierta la "guerra", que entre quienes ayer votaron a Junts pel Sí o a la CUP por rechazo a esta España, hay decenas de miles de ciudadanos que emplazados a respaldar la procelosa constitución y puesta en marcha de un Estado votarían no.
Entre los beneficiarios de las lides territorialistas o “morales”, economicistas y religiosas figuran en primer lugar los defensores de que el Estado español siga anclado en el patriotismo formal y excluyente del siglo XIX, el PP de Rajoy, y en segundo lugar, en el caso de la pugna España-Catalunya, también obtiene rentabilidad el nacionalismo conservador y ultraliberal que hasta hace cuatro días representaba CiU.
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Las adhesiones ciegas sólo se conservan
generando odios y rechazos 
¿Qué harían los dirigentes del nacional-catolicismo —y qué sería de sus negocios— si además de ETA, también desaparecieran los rechazos (o las adhesiones) que genera su sagrada e instrumentalizada patria?
¿Cómo seguirían engañando a millones de ciudadanos sin las milongas patrioteras que permiten disimular el desafecto que el Ghota siente por los españolitos de a pie, ¡por todos!, no sólo por los independentistas reales o coyunturales?
Y mejor no hablar del concepto nación… decenios de mala educación y mentiras han convertido a millones de españoles en “idiotas” políticos [ver «"Natio" y nación, ignorancia pertinaz y cegueras interesadas»].
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Juegan a salvar la patria para ocultar que la venden por la puerta de atrás  
Los “grandes” medios seguirán difundiendo las simplezas que destila la clase política convencional, tergiversarán una y otra vez los significados políticos de las cifras, y procurarán —no lo dude— mantener viva la lid españolismo-catalanismo, entre otras.
A numerosos dirigentes les interesa o no les importa que crezca ese 37 % de electores activos que ayer mostraron su deseo de huir de esta España.
El Gobierno actual, los diputados que lo mantienen más los que les ríen las gracias y los magistrados que tan diligentemente atiende los llamamientos de "la peña del XIX" son los principales responsables de que ayer —y probablemente también en diciembre— Catalunya y toda España se emponzoñen y avancen hacia la ruptura ...o el abismo.
No, esta semana no proclamarán la República Catalana, ni este año y opino que tampoco el próximo; el agua todavía está lejos de ese río, diga lo que diga el iluminado Mas, pero ese 37 % seguirá creciendo si los conductores del Estado siguen jugando a salvar la patria para ocultar que la venden por la puerta de atrás.
¡Vivan los españoles y los catalanes! ...e os galegos tamén, manda carallo!, que o teclado máis eu respiramos na Coruña da Marea.
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Los datos han sido capturados con el recuento incompleto, a falta de computar el 0,15 % de los votos.
Pulsar para ampliar.
Todos los datos, en la página del Parlament de Catalunya.
DE INTERÉS:
«Seis conclusiones sobre el 27-S», editorial de Contexto.
CON ANTERIORIDAD en ImP:
* «La lid entre nacionalistas "buenos" y "malos" la ganan los segundos... en ambos bandos».
* Elecciones de 2012, «Catalunya 25-N: Triunfa la derecha económica y se consolida el independentismo».

2 comentarios:

  1. El "aúpa a Ciudadanos" y el "hunde al PP" no son independientes, evidentemente. El PP lleva muchos años agraviando a Cataluña y sus votantes han barruntado el naufragio y han abandonado el barco como dicen que hacen las ratas. Y han encontrado una barca muy cercana, pilotada por los jóvenes y frescos Rivera y Arrimadas, aún on aura virginal e incorrupta.

    La Prensa madrileña, casi toda, tergiversa, empeñada en convertir en fracaso el éxito de los secesionistas. No queda claro a quién quieren engañar, quizás a sí mismos, con esta ecuación tan estúpida: "No independentista es igual a unionista".

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    1. Estoy de acuerdo con usted.
      En efecto, Ciudadanos es la "nueva" derecha, enriquecida con elementos reales de centro-derecha (no como el PP, cuyos "viajes" al centro siempre han sido virtuales).
      No voto a Ciudadanos pero me alegra atisbar que hay alternativa al nacional-.catolicismo (o postfranquismo) del PP.
      Sobre el vendado de ojos que practican numerosos medios (no sólo prensa y no sólo la madrileña), opino que hay de todo: simplistas, idiotas (por ignorantes), lectores de la realidad que anteponen su ideología o partidismo a la labor de informar, anti-catalanistas e incluso anti-catalanes, etc.
      En todo caso, tanto los medios como los partidos cometen un error al seguir minimizando el problema de encaje ESP-CAT, que a su vez refleja el largo fracaso del Estado español por construir una ciudadanía española
      Sin olvidar tampoco que entre los numerosos independentistas actuales hay un porcentaje nada desdeñable (no me atrevo a cuantificarlo) de personas que han desarrollado un legítimo sentimiento de desapego respecto de España provocado por las medidas que aplica el Gobierno para hacer frente a una recesión que es de origen financiero, no productivo; lo que se ha sumado a la corrupción de cargos públicos y a las iniquidades en las que incurre ¡demasiadas veces! la Justicia ( = Estado).
      Saludos.

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