El Tribunal de Cuentas [sí, sí... ese organismo que es noticia por cuestiones "familiares"] ha remitido al Congreso un informe mediante el que, entre otras cosas, insta a que la coalición Amaiur reponga en la caja pública 30.264,79 euros de las subvenciones que ha recibido durante los ejercicios de 2011 y 2012 para cubrir gastos de seguridad.
La medida obedece a que en septiembre de 2011 una orden ministerial obligó a los partidos a justificar el uso que hacen de esa subvención [¿antes no era obligatorio?, vaya, vaya...], dándose la circunstancia de que Amaiur había recibido 62.707,46 euros y de esa partida solo ha gastado 32.396,62 euros; de modo que debe reponer la diferencia. Perfecto...
La medida obedece a que en septiembre de 2011 una orden ministerial obligó a los partidos a justificar el uso que hacen de esa subvención [¿antes no era obligatorio?, vaya, vaya...], dándose la circunstancia de que Amaiur había recibido 62.707,46 euros y de esa partida solo ha gastado 32.396,62 euros; de modo que debe reponer la diferencia. Perfecto...
Perfecto, sí, sí; perfecto, insisto, pues el criterio de evitar gastos innecesarios o no justificados es correcto, no cabe discusión alguna, y ese sano criterio debe ser aplicado a todos los electos, así como a todos los organismos y funcionarios públicos.
Pues bien, una vez aclarado esto, en lo que todos están de acuerdo (o dicen estarlo), corresponde que de forma inaplazable y urgente el Tribunal de Cuentas o el supervisor que corresponda al caso dé explicaciones públicas de lo siguiente:
..Carlos Dívar Blanco, en imagen capturada en El país |
El ex presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo y ex funcionario, pues ya está jubilado, Carlos Dívar, que dimitió el 21 de junio de 2012 por gastar dinero público de forma indebida, tiene a su servicio 11 guardias civiles y 4 policías nacionales, por seguridad... ¡conste!
Además, también tiene a su disposición un coche oficial con lunas tintadas, que es el que utiliza, naturalmente, para sus viajes a un hotel de Torremolinos por motivos privados... ¡canastos!, esta precisión sobra porque todo lo que hace es privado, no en vano está jubilado. Viaje en el que, naturalmente, va acompañado por dos de los 15 agentes de seguridad que el Estado mantiene a su servicio.
El coste aproximado de todo ese despliegue es de 385.000 euros al año, aproximadamente...
El coste aproximado de todo ese despliegue es de 385.000 euros al año, aproximadamente...
Cadena Ser y otros medios, no muchos, también han informado de que el dispositivo policial del ex presidente del Supremo es «muy superior al de su sustituto en el cargo, Gonzalo Moliner, al de ex ministros en situación de riesgo como el de Interior, y similar al de algunos ex presidentes de Gobierno».
Amaiur debe reponer los 30.264,79 euros que no ha empleado en gastos de seguridad, que para eso y sólo para eso disponía de ellos. Y en aplicación del mismo criterio de ahorro y control alguien debería explicar lo de los 385.000 euros que gasta el Estado en la ¿seguridad? de un alto funcionario jubilado [lo del coche con las lunes tintadas es genial, obligado es reconocerlo].
En todo caso, los criterios de transparencia vigentes en España permiten que el Tribunal de Cuentas, el Gobierno o el supervisor que corresponda al caso Dívar tiene la opción de guardar silencio... ¡Viva Paña!
CON ANTERIORIDAD:
junio 2012, "Carlos Dívar, otro espejo del deterioro de las instituciones del Reino de España", y
marzo 2010, "Al presidente del Tribunal Supremo: No somos súbditos, sino ciudadanos".
junio 2012, "Carlos Dívar, otro espejo del deterioro de las instituciones del Reino de España", y
Y pensar que algunos críticos maledicentes nos habían inducido a creer que el Tibunal de Cuentas era una institución obsoleta, anquilosada, inerte, superflua, infectada de prebendas, algo así como un dinosaurio viejo y cansado...!
ResponderEliminarAhora vemos que no es así. Sirve, al menos, para que el jubilado Divar deambule por donde le plazca con los estándares de seguridad que merece su ejemplaridad como ciudadano.