El conclave del año 325 creó el dogma de la Trinidad
y sentó las bases de los ritos y festejos católicos
El espíritu navideño y las semanas santas invitan a recordar que el catolicismo se apropió de los festejos de la luz y del tiempo nuevo, adornándolos con un rosario de dogmas para formar su "base ideológica" y su moral, que unidas a una serie de ritos y normas --entre las que destacan las prohibiciones-- condicionan la vida privada de los creyentes [no hay dominio más duradero que el que se consigue mediante la implantación de verdades irrefutables].
La Navidad es el momento más dulce para recordar brevemente el acto fundacional del catolicismo:
La Navidad es el momento más dulce para recordar brevemente el acto fundacional del catolicismo: