El objetivo de los españolistas, sean ultras, constitucionalistas
o progres, es uno: hacer tabla rasa y destruir el mosaico
Causa tristeza comprobar día sí, día también la fragilidad ideológica de numerosos dirigentes del PSOE y en especial, de la presidenta de la Junta de Andalucía; esa "muchacha" aupada por la nomenclatura a la que han convencido de que está llamada a salvar a la socialdemocracia española [y ella va y se lo cree], lo cual tiene morbo pues los responsables de las debacles electorales que ha acusado el PSOE son los funcionarios de la política a los que tan bien representa ella.