El título no está equivocado: cuando un ministro miente y dice barbaridades sin que el Gobierno desmienta ni corrija lo que ha dicho, sino que además el resto de ministros respaldan al mentiroso expresamente o guardando silencio, la conlusión es inequivoca: el Gobierno miente y es responsable del deterioro de la vida política y social del conjunto de los ciudadanos.
Ayer y hoy, he leído artículos de varios analistas y escuchado a media docena de tertulianos que en su mayoría y con indudable acierto, acusan al ministro y directivo del Partido Popular (PP) de «enredar el debate político» y de «envenear la convivencia», refiriéndose a las declaraciones de Jorge Fernández Díaz con las que ha enlodado el proceso para formar una mayoría de gobierno al afirmar que ETA desea que pacten PSOE y Podemos.
El dislate no es grave ni muy grave, es mucho peor porque Fernández Díaz no ha dicho tamaña barbaridad a título personal sino como ministro del Interior del Reino de España.
Más claro: una vez más y por boca de uno de sus más altos representantes, el Gobierno ha vaciado otro camión de basura verbal encima de sus contrincantes, que estos días negocian la posible formación de una mayoría gubernamental.
Llegados a este punto y no siendo la primera vez que un alto representante del Gobierno del Estado democrático de Derecho el Reino de España incurre en una barbaridad de ese calibre, ¿por qué otros altos cargos institucionales --el jefe de Estado o el portavoz del Poder Judicial, por ejemplo-- no dicen ni mu, ni denuestan declaraciones oficiales que destruyen la credibilidadoe de todos los agentes políticos y de las propias instituciones?
¿Cómo es posible que haya ministros, consejeros de comunidades autónomas, diputados estatales, autonómicos o altos cargos de otras instituciones que mienten y para colmo, impunemente?
¿Cómo es posible tanta irresponsabilidad sin que nadie, absolutamente nadie salga al paso públicamente para demostrar a la ciudadanía que el Estado tiene cerebro y vergüenza?
Si un cargo institucional rebuzna y su partido lo imita, el problema no es el rebuzno de un burro, sino el lacerante coro de la recua...
Recuerda que España es una democracia formal, no real.
ResponderEliminarPara que sea real tiene que pasar todavía muchos años.
Las "ondas gravitacionales franquistas y del poderoso peso de la compleja historia de este país" todavía rebotan el el universo hispano.
Los actuales gobernantes, y también de muchos miembros de la llamada oposición, ¿de dónde proceden? Analicemos sus orígenes familiares. Actúan como demócratas formales, pero no es eso lo que han mamado en su casa. Si pasasen por un psicólogo, podríamos encontrar muestras de su formación/deformación en su "adn existencial". Son "así" porque el contexto político-sociológico-económico" en el que nacieron y vivieron los ha hecho así. ¿Te imaginas que algunos de los acontecimientos que vemos todos los días en España sucediesen en en "países de nuestro entorno comunitario? Por ejemplo el tema de la "dimisión" ¡Cuánto cuesta aquí dimitir o renunciar a un puesto por razones legales o éticas! Aquí la gente se agarra al puesto como si en ello le fuese la vida. Y contempla el desparpajo de los que estos días salen en los medios testificando en temas relacionados con la corrupción. A la mayoría no se les cae la cara de vergüenza. Dicen las cosas de las que han sido protagonistas como si nada. Lo del arrepentimiento de muchos de ellos es un simple postureo para lograr los beneficios derivados de su supuesto acto de contrición.
En suma: no es un problema de personas ni de partidos; es un problema más grave: está en nuestro "adn nacional" fruto de nuestra complicada historia. No son casos aislados. Empapa a toda la sociedad. Salen a la luz los casos más graves que afectan a personajes públicos. Pero, ¿y si analizamos la letra pequeña de la sociedad española? Los casos de corrupciones, corruptelas, irregularidades, el "ti vai tirando" (que en Galicia nos es conocido), la falta de sensibilidad hacia lo que es legal pero no ético;....etc. Esa es la realidad. Así que no nos rompamos las vestiduras escandalizados por lo que está saliendo estos días a la luz. SOLO SALE NA MÍNIMA PARTE DE LO QUE HAY.
También es verdad que hay gente muy honesta y honrada y que destaca lo negativo, no lo positivo. Pero lo negativo es mucho, muchísimos, en todos los sectores de la vida hispana.
Y habría que realizar una tesis doctoral sobre el papel del dinero y los españoles, como capítulo específico en un contexto más amplio sobre de análisis del dinero y el ser humano). La influencia en su formación de la religión, del contexto socio-económico, etc.
ResponderEliminarTodo tiene su explicación.