Susana Díaz es la secretaria general perfecta para rematar el "Pasok español"

La sociedad y la economía andaluzas reflejan con elevada fidelidad las contradicciones políticas del PSOE. Y precisamente allí, en Andalucía, se ha gestado la candidatura de Susana Díaz a la secretaría general del que muy probablemente será otro partido socialdemócrata europeo que --salvo que la militancia lo remedie-- será dirigido y rematado por otro/a funcionario/a de una nomenclatura sin conciencia de clase.

Nada de cuanto ha dicho o hecho la prefabricada lideresa andaluza avala sus ambiciones, pero en esta España intelectualmente plana y socialmente todavía adocenada es perfectamente posible que una mala administrativa de las palabras cuente con el apoyo de los cuatro agentes que más influyen en la formación de opinión pública: la ignorancia, la comodidad, don Dinero y los mass media.

El asunto es de interés para todos los ciudadanos españoles, no solo para los andaluces, pues el PSOE que representa Díaz es el principal [aunque no el único] responsable político de que Andalucía siga anclada en el "subdesarrollo colonial y mental" propio del siglo XIX que con tanto acierto y profundidad consolidó el franquismo en el Estado español.

Todavía hoy, el destructivo éxito de la dictadura condiciona en mayor o menor grado las economías [y las vidas] de los ciudadanos y empresas que viven y operan en España, donde el clientelismo y el corporativismo político-económico [elementos consustanciales a la autarquía y al fascismo] gozan de singular salud en Castilla, Extremadura, Galicia, Madrid, Murcia y también en el bastión socialista (ja ja) de Andalucía, donde ha gobernado el Pasok español desde que se inició la eterna Transición.

Es una de esas paradojas en las que durante largos años los medios del bipartidismo han evitado incidir; de hecho, los hay [incluidos varios de línea editorial "progre"] que siguen dificultando o vetando que se escriba o se hable en profundidad de la deriva ideológica y política que sin prisa pero sin pausa está hundiendo al PSOE-A. 

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No es más de lo mismo, 

es la más empobrecedora

versión de lo mismo

Desde un punto de vista de izquierda, sin necesidad de recurrir al marxismo ni a la lucha de clases y ni siquiera para barrer a favor de Pedro Sánchez, es evidente que doña Susana [aparte de que sus mensajes políticos sean inanes y chabacanos] no es nadie ni nada aporta al (incierto) futuro de la socialdemocracia. Esa trepa ni siquiera es más de lo mismo: es la versión más empobrecedora de lo mismo.

A bote pronto puede resultar sorprendente la propagandística atención que ciertos medios de información (y deformación) prestan a Díaz, mas en rigor ese favoritismo mediático no es sorprendente, sino todo lo contrario: es lógico, pues Susana Díaz es otro clon del político sistémico ideal y en su caso más valioso, pues se trata de una profesional que toda su vida ha transcurrido en la Administración y en el partido: a la primera le debe todo cuanto tiene y al segundo, todo cuanto cree ser.

Ser quiste en la Adminsitración y en un partido es fundamental para formar a los mejores directivos/as de Estado, esos que han logrado consolidar la percepción social de que España se hundiría si rematara la eterna Transición de la dictadura a la democracia.

La actual presidenta de la Junta se ha convertido en la secretaria general perfecta para el PSOE que aspira a ser otro Pasok, para alcanzar ese objetivo nadie como la funcionaria del partido que ha conseguido que la mayoría de los habitantes de la región española con mayor potencial demográfico y patrimonial se conforme con seguir en el furgón de cola del desarrollo económico... y vital.

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CON ANTERIORIDAD:

«La lideresa del centrismo andaluz entra en la historia como elefante en cacharrería».

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DE INTERÉS:
«Así era Susana Díaz con 24 años: "Que beba en la calle todo el que quiera hacerlo. Estoy contra los guetos"», en Público.