La tasa de precariedad media en la Unión Europea es del 13 %, en Galicia es del 36 % y en el sector naval vigués, ¡del 58 %!
La situación en otros sectores de la actividad económica no es mucho mejor; pero los asalariados del naval son singulares porque ¡han logrado estar unidos! Y esto les da fuerza y, salvo que la Administración siga mirando para otro lado, puede ayudarles a paliar, ¡siquiera paliar!, el abuso.
Hace ya más de un año, la última vez que los representantes de los trabajadores y de las empresas se sentaron a negociar las condiciones de trabajo se alcanzó un acuerdo y uno de los puntos sustanciales, ¡el más importante para seis de cada diez trabajadores!, consistía en reducir la precariedad al 45 %; convirtiendo en fijos a parte de los trabajadores contratados en precario.
La situación en otros sectores de la actividad económica no es mucho mejor; pero los asalariados del naval son singulares porque ¡han logrado estar unidos! Y esto les da fuerza y, salvo que la Administración siga mirando para otro lado, puede ayudarles a paliar, ¡siquiera paliar!, el abuso.
Hace ya más de un año, la última vez que los representantes de los trabajadores y de las empresas se sentaron a negociar las condiciones de trabajo se alcanzó un acuerdo y uno de los puntos sustanciales, ¡el más importante para seis de cada diez trabajadores!, consistía en reducir la precariedad al 45 %; convirtiendo en fijos a parte de los trabajadores contratados en precario.
Nadie pidió la luna, ni nadie corre el riesgo de perder su fortuna; sin embargo, la mayoría de las empresas han incumplido sistemáticamente sus obligaciones legales.
Ahora, tras dejar que la situación se pudra --degeneración de la que la Administración es responsable en gran medida--, son muchos los que presentan a los trabajadores y a los sindicatos como los malos del conflicto.
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Tan bajo caen, que les molesta que el desheredado se defienda
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Tan bajo caen, que les molesta que el desheredado se defienda
Con ser grave esa circunstancia y penosas las visiones tan sesgadas del asunto que se están difundiendo, lo más hiriente es que cientos de ciudadanos obvian los datos y se limitan a comentar "¡que culpa tengo yo de lo que ocurre!", "los que cortan el tráfico son unos desalmados" --en realidad el calificativo que más se utiliza alude a la madre de los huelguistas--; "no tienen derecho a…", claman los simplistas. Pero, ¿de qué Derecho hablan?
Más sencillo: ¿Cuál es la base del bienestar y de la estabilidad social? De entrada, resumiendo, convivir exige trabajar y cumplir las leyes y normas, ¡incluidos los convenios laborales! ¿O acaso alguien pretende que haya estabilidad social cerrando los ojos y pidiendo responsabilidades únicamente a los burlados, exigiéndoles para colmo que sean invisibles, que no molesten, que callen y que además den las gracias por respirar cada día?...
Ahora, una vez podrido el conflicto y demostrada la incapacidad de la Administración para hacer cumplir un simple convenio, todo cuanto ocurre tras incumplir lo pactado es sólo eso: el después. Y en este después actual no están la raíz ni la sustancia del problema. Todo empezó antes. ¡Cuan indignas son las desmemorias interesadas!
La mayoría de los vigueses y de los gallegos --desafortunados comentarios de café al margen-- saben quien erró, quien incumplió lo firmado y quien miente.
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ACTUALIZACIÓN:
Sindicatos y patronal han alcanzado un acuerdo. Valoraciones de las partes al margen, el pacto deja la puerta abierta a una repetición del conflicto. En gran medida, que esto no suceda dependerá de que la Administración vele por el cumplimiento del régimen de contrataciones consensuado.
Sindicatos y patronal han alcanzado un acuerdo. Valoraciones de las partes al margen, el pacto deja la puerta abierta a una repetición del conflicto. En gran medida, que esto no suceda dependerá de que la Administración vele por el cumplimiento del régimen de contrataciones consensuado.
Amigo Félix, me alegra leer tu entrada y comprobar que estás muy bien informado (como buen periodista que eres)y efectivamente el problema viene de lejos, la Administración y en concreto, la Inspección de Trabajo no actúa o lo hace muy lentamente ante las denuncias de empresarios y trabajadores. El conflicto está enquistado y por puro cansancio (los trabajadores necesitan cobrar) se puede cerrar en falso para reabrirse pasados 3 ó 4 meses. Mientras muchos vigueses no sabemos al día siguiente a que hora llegaremos a nuestros quehaceres provocando mucho cabreo y rechazo.
ResponderEliminarUn saludo
a mí me molestan los atascos, sí, pero me da tanta envidia la unidad de los trabajadores del metal... si los periodistas tuviésemos la mitad de ganas de apoyarnos, otro gallo nos cantaría. lo triste, félix, es que hoy haya que hacer lo que hacen estos trabajadores para defender sus derechos. en el siglo XXI!
ResponderEliminarestoy muy de acuerdo con lo q dices, y como vivo cerca de vigo, estos días me ha tocado muchas veces de discutir con gente q se refiere a los del naval como "esos gamberros quemacontenedores, sinvergüenzas"
ResponderEliminarde hecho, la misma prensa se refiere a veces a ellos en términos bastante parecidos...
pero no leo por ahí ningún titular de prensa q hable de la sinvergüencería de los empresarios q llevan un año utilizando el convenio firmado en mesa sectorial para abanicarse sus más íntimas partes...
y eso sí q es sinvergüencería donde las haya!!!
un saludito
Cuando lo pienso, me asusta que haya tanto individualismo. Necesito --como vosotros-- oír y leer cosas como las que habéis escrito. Así tengo pruebas de que hay personas racionales que miran más allá de su ombligo. Gracias.
ResponderEliminarteneis muchisima razon, si todos los sectores lucharan por equiparar las subcontratas o franquicias a todos nos cantaria otro gallo. aprendamos de los chicos del naval, que la union hace la fuerza. y dejarse ya de criticar sus acciones, total por 4 contenedores, que tambien arden con la movida nocturna, por lo menos esto va a servir para mejorar las condiciones de trabajo de muchos OBREROS.
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