La lectura de las crónicas difundidas por los medios gallegos indican que el undécimo congreso del PSdeG-PSOE ha sido, por un lado, el de la consolidación de Pérez Touriño --que ha remodelado la ejecutiva a su estilo, aunque respetando las pautas sugeridas por la dirección federal por boca de José Blanco-- y, en paralelo, ha sido un cónclave aideológico en el que apenas han sido tratados los retos y los problemas de la sociedad gallega.
No obstante, esto no significa que los socialdemócratas gallegos carezcan de criterios, pero está visto que --al igual que en el PP-- las decisiones en materia de política práctica las toman los que tienen cargo público, no las bases.
Todos los medios, sin excepción, destacan del congreso las cuestiones organizativas, al tiempo que se refieren a las pugnas (aunque ninguna grave) entre barones territoriales; en este punto es obligado subrayar el éxito de los vazquistas o pseudosocialistas.
Todos los medios, sin excepción, destacan del congreso las cuestiones organizativas, al tiempo que se refieren a las pugnas (aunque ninguna grave) entre barones territoriales; en este punto es obligado subrayar el éxito de los vazquistas o pseudosocialistas.
Las crónicas también dejan claro que lo que más preocupa... ¡lo único que preocupa a los cuadros del PSdeG es la cita de las elecciones autonómicas!
hacerlo públicamente?
Pero, ¿entonces, no han debatido cuestiones ideológicas ni posicionamientos ante los retos y los problemas concretos de la sociedad gallega?
Lo han hecho --según han precisado varios compromisarios--, pero tangencialmente y evitando los asuntos más espinosos...
Ninguno de los periodistas acreditados en el congreso ha informado de que los socialdemócratas gallegos debatieran sobre, por ejemplo, la necesidad de erradicar el sistema de emolumentos que rige en la pesca (los pescadores sólo cobran si hay capturas); ni ha trascendido que el PSdeG tenga posición respecto del falso tren de alta velocidad que se construye en el eje A Coruña-Vigo, tampoco se sabe qué propone el PSdeG para rentabilizar los más de 500 millones de euros que costará la Cidade da Cultura; o qué hace o hará para que la autovía Vilalba-Avilés (fundamental para la economía cotidiana del país) sea realidad de una puñetera vez; ni tampoco ha quedado claro qué hará el PSdeG desde el Ejecutivo autonómico para frenar el desaforado urbanismo ladrillero que practican consistorios como los de A Coruña, Foz o Ponteareas, entre otros muchos.
Ninguno de los periodistas acreditados en el congreso ha informado de que los socialdemócratas gallegos debatieran sobre, por ejemplo, la necesidad de erradicar el sistema de emolumentos que rige en la pesca (los pescadores sólo cobran si hay capturas); ni ha trascendido que el PSdeG tenga posición respecto del falso tren de alta velocidad que se construye en el eje A Coruña-Vigo, tampoco se sabe qué propone el PSdeG para rentabilizar los más de 500 millones de euros que costará la Cidade da Cultura; o qué hace o hará para que la autovía Vilalba-Avilés (fundamental para la economía cotidiana del país) sea realidad de una puñetera vez; ni tampoco ha quedado claro qué hará el PSdeG desde el Ejecutivo autonómico para frenar el desaforado urbanismo ladrillero que practican consistorios como los de A Coruña, Foz o Ponteareas, entre otros muchos.
¡Ni tampoco ha trascendido cuál será la posición final del PSdeG en materia de financiación autonómica!
Es decir, no está clara la opinión ni la posición de los socialdemócratas sobre cuestiones que, por su dimensión y peso, son esenciales para el futuro de los ciudadanos.
Distanciamiento y profesionalización
En fin, un congreso de orden interno, que quizá era el que convenía al partido, pero que confirma la creciente distancia que hay entre los cuadros políticos y los ciudadanos. Este congreso, al igual que los de ámbito estatal que han celebrado recientemente PP y PSOE, constata que los partidos ya están plenamente profesionalizados.
Si en el DNI siguiera constando la profesión del titular habría quienes deberían hacer constar la palabra político.
Poco a poco, el ciudadano común se desentiende de la política y, poco a poco, la política es una actividad exclusivamente profesional y reservada.
Las ventajas y las perversiones de esa profesionalización merecerían ser debatidas, ¡sobre todo en los congresos de los partidos!
Evidentemente, esa no es una circunstancia exclusivamente gallega, ni española, pero el asunto es cada vez más hiriente y el congreso del PSdeG era una oportunidad tan buena como otra cualquiera para dejar constancia del fenómeno, máxime si se tiene en cuenta que la reunión de cuadros del PSdeG ha sido singularmente plana.
INFORMACIÓN puntual, en A NOSA TERRA, Atlántico diario, El correo gallego, Faro de Vigo, GALICIA CONFIDENCIAL, GALICIAe, La opinión de A Coruña, La voz de Galicia, VIEIROS, Xornal de Galicia.
En la medida en que iba leyendo, pensaba justamente lo que dices al final: que éste no es un problema exclusivo del PSOE galego.
ResponderEliminarYo creo que los partido políticos se van a ir paulatinamente conformando con obtener menos votos en cada elección, les va a bastar simplemente con ganar. No se va a tratar, en consecuencia, de ganarse a la mayoría de la calle, sino de superar en votos al adversario. Sólo desde este punto de vista se entiende esa "profesionalización" de la que, por otra parte, al igual que de ese "distanciamiento", creo que deben de ser plenamente conscientes.
En realidad, todas las democracias consolidadas -y vamos a decir que España lo es- caen en ese mismo fenómeno. El exponente más claro lo tenemos en EE UU. Me sorprende que todavía haya quien tilde de "idealista" a Obama, por ejemplo. En cuanto una organización política 'huele poder' se acabó el idealismo. ¡Y es que incluso está mal visto!
Desengañémonos: es lo que hay. Yo, cada vez me encuentro más marciano.
No se yo si el PSdeG llega lo suficientemente fuerte para la recta final.. Creo que no ilusionan mucho.. no son capaces de salir de la vestimente tecnócrata de Touriño... Veo mas en forma al bloque.. sinceramente..
ResponderEliminarUn saludo