El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, se ha declarado «responsable eclesiástico» (¿?) del templo existente en el cementerio municipal ovetense y como tal ha prohibido que los sacerdotes de la Iglesia de Inglaterra utilicen ese inmueble para celebrar funerales por el rito anglicano.
El inmueble utilizado como templo, al igual que todo el cementerio, es de propiedad municipal, lo que implica que Sanz por muy arzobispo que sea carece de autoridad o potestad legal para erigirse en administrador plenipotenciario y decretar quien puede y no puede utilizar ese bien público.