03 junio 2019

Oportuna novedad editorial de Capitán Swing: "Anatomía del fascismo"

La ruptura de parte de la extrema derecha que anida en el PP propiciando la fuga de decenas de miles de votos, la puesta de largo de Vox y su irrupción en el Congreso de los Diputados aconsejan leer Anatomia del fascismo, de Robert Owen Paxton, traducido por José Manuel Álvarez Flórez y publicado por editorial Capitán Swing.
Copio y pego varios párrafos de la introducción:
«El fascismo fue la innovación política más importante del siglo XX y la fuente de gran parte de sus padecimientos. Las otras corrientes importantes de la cultura política occidental moderna (conservadurismo, liberalismo, socialismo) alcanzaron todas su forma madura entre finales del siglo XVIII y mediados del XIX. El fascismo, sin embargo, aún era inconcebible a finales de la década de 1890...
..
Eclosión insospechada 
«Solo hubo unos cuantos atisbos premonitorios. Uno procedió de un joven e inquisitivo aristócrata francés, Alexis de Tocqueville. Aunque Tocqueville halló muchas cosas que le parecieron admirables en la visita que hizo a Estados Unidos en 1831, le pareció inquietante que el poder de la mayoría en una democracia impusiese una conformidad mediante la presión social, en ausencia de una élite social independiente: "El género de opresión que amenaza a los pueblos democráticos no se parecerá en nada al que le precedió en el mundo; nuestros contemporáneos no hallarán su imagen en sus recuerdos. Yo mismo busco en vano una expresión que reproduzca y contenga exactamente la idea que me formo; las viejas palabras ‘despotismo’ y ‘tiranía’ no son adecuadas. Se trata de algo nuevo; hay que intentar, por tanto, definirlo, puesto que no lo puedo nombrar"...
«Otra premonición es de fecha muy posterior y procede de un ingeniero francés convertido en comentarista social, Georges Sorel. Sorel criticó en 1908 a Marx por no darse cuenta de que "una revolución conseguida en tiempos de decadencia" podría "considerar un regreso al pasado o incluso la conservación social como su ideal"...
«Oficialmente el fascismo nació en Milán el domingo 23 de marzo de 1919. Esa mañana, poco más de un centenar de personas, entre las que se incluían veteranos de guerra, sindicalistas que habían apoyado la contienda e intelectuales futuristas, amén de algunos periodistas y de simples curiosos, se reunieron en el salón de actos de la Alianza Comercial e Industrial de Milán, que domina la Piazza San Sepolcro, para "declarar la guerra al socialismo [...] porque se ha opuesto al nacionalismo". Mussolini denominó entonces a su movimiento los Fasci di Combattimento, que significa, muy aproximadamente, hermandades de combate».

Lea el resto en la revista FronteraD

2 comentarios:

  1. A estas alturas de la vida la palabra fascismo, que proviene de fascere (hacer en italiano), ha perdido el sentido para mí ¿Por qué? Porque nada más parecido a la Italia de Musolini que la Rusia de Stalin y, para colmo de sorpresas, esta última se parece mucho a la Alemania de Hitler. Decir fascismo, para mí, es decir dictadura y muchas dictaduras nos enredan, hoy día, en filípicas discusiones que no logran explicar como demonios la ulltraderecha consiguió 57 escaños en un país donde, antes de la crisis, nadie la votaba (pese a que existía), nada explica eso, excepto el miedo o el manejo televisivo de las noticias ¿O acaso no cansa que las cadenas le den espacio a quienes santifican a los profetas del miedo y del odio al diferente? Y otra cosa, es extraño que sigan existiendo quienes compran la idea de que bajando el impuesto a las grandes empresas pueda mejorarse la vida de los humildes...
    Perdón por expresarme de forma tan inconexa pero entre que el teclado me vuelve loco y hace tanto que no ando por los virtuales senderos... Un abrazo, un gusto leerte, como siempre.

    ResponderEliminar
  2. Hola, Sergio, todos andamos a vueltas con lo mismo, ¿de dónde salen?... ¡La mayoría de votantes de Vox votaba al PP! El "fascismo democrático" siempre ha estado ahí, en el PP.

    ResponderEliminar

NOTA: ImP no publica injurias ni imputaciones de faltas o delitos sin aportar pruebas ni referencias judiciales o sentencia.
Sólo serán publicados los anónimos que a criterio del administrador sean de interés.