Desde los primeros años del siglo XXI, cientos de miles de europeos
jovenes y de mediana edad apoyan y votan a partidos nazis o a
sus aliados: ¿por qué justifican la "bondad" de los genocidas?
Joseph Mengele Hupfauer, doctor en Antropología y Medicina, se afilió al Partido Nazi en 1937 y a las SS, en 1938. Al iniciarse la segunda guerra mundial (IIWW) fue asignado como oficial médico de batallón; pero en febrero de 1943, a petición propia fue trasladado al departamento gubernamental que dirigía los campos de concentración y destinado al de Auschwitz. Allí tuvo la oportunidad de realizar experimentos genéticos con seres humanos vivos sin tener en cuenta el bienestar ni la seguridad de sus víctimas.
El Auschwitz al que Mengele se imcorporó en mayo de 1943 era una cárcel de varios kilómetros cuadrados de extensión, rodeada de alambradas, con cinco crematorios y varias cámaras de gas: la población media superaba los 130.000 prisioneros.
El doctor húngaro y judío Miklós Nyiszli, al que Mengele empleó como ayudante, describió la sensación que tuvo al llegar al campo, la más difundida y probablemente la más acertada: «Una inmensa chimenea cuadrada hecha de ladrillo rojo se elevaba como un huso hacia lo alto […]. Una ligera brisa trajo el humo hasta mí. La nariz y luego la garganta se me llenaron del hedor nauseabundo de carne quemada y pelo chamuscado».
por su inhumano
rigor científico
El médico nazi hizo construir un inmueble donde instaló el laboratorio para sus inhumanas prácticas.
Todo empezaba con la selección de las nuevas remesas de prisioneros.
Dos médicos los examinaban y elegían los aptos para trabajar y los que debían morir; pero casi todos los días los facultativos eran tres porque Mengele participaba entusiasmado en el proceso, pues él aprovechaba para buscar gemelos, jovencitas y mujeres embarazadas para trabajar en lo que era su obsesión y principal objetivo: usar la genética para producir partos múltiples de niños arios.
Así era la ciencia [ver más ejemplos, a pie de texto] que practicaban Mengele y el personal a su servicio, en el que todos eran voluntarios, también los reclusos que solo hacían la limpieza... Entre los presos había personal sanitario, médicos incluidos, que creían haber logrado burlar a los guardias que seleccionaban a los voluntarios. Erraban. Mengele había dado instrucciones para que dejarán colarse a médicos.
En escasas ocasiones fue visto y fotografiado el esbozo de sonrrisa que Mengeke dibujaba en la comisura de sus labios cuando observaba a los médicos del servicio de limpieza del inmueble num. 10 del campo [ver foto sobre estas líneas] como recogían los despojos humanos producidos durante uno de sus experimentos o comprobaciones.
Diez días antes de que las tropas soviéticas llegarán a Auschwitz,
el Ángel de la muerte fue trasladado al campo de Gross-Rosen:
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Debido al avance del Ejército Rojo por Polonia, el 17 de enero de 1945, diez días antes de la llegada de las tropas soviéticas al camplejo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, Mengele fue trasladado 280 kilómetros al oeste, al campo de concentración de Gross-Rosen.
Tras el fin de la II Guerra Mundial (IIWW), la rendición del Gobierno del III Reich se firmó el l7 de mayo de 1945, Mengele evitó ser detenido.
Vivió en Alemania con identidad y documentación falsas durante más de tres años.
Sin embargo, todos los nazis con cargos relevantes o los que destacaron por algún motivo, máxime si estuvieron destinados en campos de concentración o participaron en la solución final, tenían cada vez más dificutades para no ser identificados, pues durante y una vez finalizados los juicios de Nuremberg —celebrados entre el 20 de noviembre de 1945 al 1 de octubre de 1946—, se elaboraban y difundían relaciones cada vez más largas de los nazis ya condenados y de los que estaban fugados y en busca y captura; por lo que hasta mediada la década de 1951 la prensa alemana publicó reiteradas veces las fotos de los que habían logrado evitar la detención.
Lógicamete, el doctor Mengele y sus bárbaros experimentos con seres humanos vivos protagonizaron decenas de reportajes, aparte de salir a colación cuando eran noticia nuevos datos sobre las SS o a los campos de concentración y exterminio; ocasiones en las que por norma los textos se ilustraban con fotos de personajes nazis, resultando que el rostro del Ángel de la muerte fue uno de los más difundidos.
Sudamérica y murió
a los 69 años, en Brasil
Al igual que Adolf Eichmann —el eficaz gestor de la red ferroviaria que hizo posible transportar a casi siete millones de personas a los campos de concentración—, el doctor Mengele también huyó a la Argentina con la ayuda de una de las redes de antiguos miembros de las SS, que le facilitaron un pasaporte italiano expedido legalmente a petición de la Cruz Roja y a nombre de un falaz refugiado de guerra llamado Helmuth Gregor, que embarcó en un buque que zarpó de Génova rumbo a Buenos Aires, donde varios nazis desembarcaron en julio de 1949.
En principio, Mengele residió en la extensa conurbanización bonaerense pero antes de finalizar 1950 se vo obligado a mudarse a Paraguay para esquivar al Mosad, que le había localizado y temía ser asesinado o secuestrado.
En Asunción, solo recaló un año, obligado de nuevo a huir, esta vez a Brasil, pues la República Federal Alemana, Israel y varias organizaciones de cazanazis, entre las que figuraba la del afamado Simon Wiesenthal, habían iniciado los trámites para solicitar su extradición aprovechando que ya no tenía fijada la residencia en Argentina, donde solicitar la entrega de un nazi era perder el tiempo pues sería rechazada.
Un par de años después, Brasil se negó a entregar a Mengele, en el que seria el primero de los reiterados rechazos a las sucesivas peticiones de extradición, presentadas casi todas por Alemania Occidental.
El Estado brasileiro apenas tenía tratados de extración y mucho menos con Alemania, pues la colonia germana era numerosa, abundaban los admiradores del III Reich e incluso los militantes nazis —incluidos los perseguidos por la Justicia de varios países europeos—, sin olvidar que había una veintema de alemames propietarios de boyantes y estratégicas empresas, que eran políticamente muy influyentes.
Fue enterrado bajo el nombre falso de Wolfgang Gerhard. En 1985 la Justicia brasileña aútorizó que el cadáver fuera exhumado e identificado y, en efecto, eran los restos de Mengele, lo que puso fin a mil y una especulaciones.
Algunos de los experimentos del doctor Mengele
1. Mediante inyecciones de productos químicos, intentó cambiar el color de los ojos de varios niños para que fueran azules. Lo que les provocaba dolores intensos, infecciones y ceguera.
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2. Intrigado por los siameses, cosió al menos a dos niños siameses por la espalda para analizar su progresión. Ambos murieron.
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3. Era un firme defensor de la raza aria y para preservarla, desarrolló nuevos métodos de esterilización para mujeres de subespecies humanas, causando a las víctimas terribles dolores y a veces, la muerte.
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4. Estudió si resultaban viables las transfusiones sanguíneas entre gemelos. La mayoría de los que usó fallecieron a causa de las pruebas. También inyectaba enfermedades a un gemelo y observaba si el otro contraía la enfermedad.
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5. Sacrificaba a prisioneras sanas y les cortaba los muslos para utilizarlos como material de cultivo en su laboratorio.
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6. Obligó a madres que daban el pecho a cubrirse con esparadrapo los pezones para calcular cuánto tiempo podía vivir un recién nacido sin alimentarse.
7. Para conocer las reacciones físicas y mentales de una persona ante un cambio de sexo, realizó esa operación a niños, principalmente gemelos.
8. Obligó a hermanos a mantener relaciones sexuales con el objetivo de estudiar la calidad de los hijos resultantes. Los obligaba a ello y luego supervisaba los embarazos.
9. Como los gemelos estaban acostumbrados a vivir juntos, Mengele encerraba a algunos y esperaba a ver cuál soportaba más tiempo la soledad.
DE INTERÉS, vía Amnistía Internacional:
por Manu Mediavilla, colaborador de Amnistía Internacional, 07 de febrero de 2024.
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