La últimas ocurrencias del obispo de Roma, Joseph Ratzinger o Benedicto XVI, obligan a sospechar que su percepción de la realidad y su racionalidad son relativas.
El líder mundial del catolicismo afirma que «el Jesús resucitado» no lo es por regresar a la vida biológica; es decir, no es un humano que después de muerto recupera las funciones biológicas que son propias de un ser vivo, sino que la resurrección de Cristo es una cosa o un fenómeno que Ratzinger da por sabido, por lo que considera innecesario probarlo... ¿?
Es más, Benedicto XVI precisa que el hecho de que un muerto resucite «no tendría [para la Iglesia Católica] mas importancia que la reanimación por la pericia de los médicos de alguien clínicamente muerto»; consideración papal que convierte en resucitados a todos los humanos que recuperan las funciones tras sufrir una parada cardíaca o cardiorrespiratoria.
Abundando en teorías y demostrando una imaginación extraordinariamente fértil, Ratzinger asevera que Satán (personaje del imaginario católico) fue el responsable de la actuación de Judas en los días previos a la crucifixión del Nazareno: «Satanás entró en él y no logró liberarse», ha aseverado el Papa, para añadir que Judas no creyó en el perdón y este defecto o error provocó que cayera en la desesperación: «Sólo se ve a sí mismo y sus tinieblas --ha precisado Ratzinger--, no ve más la luz de Jesús. Su arrepentimiento es destructivo, no verdadero».
Estas y otras suposiciones e interpretaciones de hechos de los que ni siquiera existen pruebas históricas forman parte de la segunda parte del libro Jesús de Nazaret, del que es autor el jefe de Estado del Vaticano.
Creer en la existencia de Dios requiere tener fe y quienes la poseen merecen respeto. Pero creer las invenciones de Ratzinger y tomarse en serio sus teorías exige prescindir de la más elemental capacidad de raciocinio que caracteriza al homo sapiens.
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CON ANTERIORIDAD: "La anti-historia que predica Benedicto XVI".
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CON ANTERIORIDAD: "La anti-historia que predica Benedicto XVI".
Cuántos más siglos pasan desde la muerte de un personaje más fácil es escribir su biografía.
ResponderEliminarEl Astete ha quedado desautorizado. ¿Qué vamos a hacer los de mi generación?
ResponderEliminarA NICOLÁS,
ResponderEliminarJusto, usted lo ha dicho. Es el disfrute de los hagiógrafos, sean católicos, musulmanes o los seguidores de otras doctrinas.
A PABLO,
Ratzinger no sólo obliga a reescribir el Astete y demás "enciclopedias" del nacional-catolicismo, sino que además apunta que la elite del Vaticano está dispuesta a sustituir los relatos clásicos sobre la vida de Jesús, los Evangelios, por una biografía oficial que además, muy probablemente, será un rentable "best seller".