¡Sorpresa!: Rajoy apuesta por el intervencionismo económico-empresarial, pero sólo a veces

Hoy, con motivo de la reanudación de la actividad político-partidaria, acto que el PP celebra en Soutomaior desde hace ya cinco años, el presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, ha anunciado a bombo y platillo y oficialmente [este tipo de anuncios, aunque se realicen en el marco de un acto partidario, implican un compromiso institucional] que las infraestructuras ferroviarias de la línea Madrid-Galicia que utilizará el Tren de Lujo para Pasajeros Pudientes estarán finalizadas en el 2018.
[A ese respecto, ver "Galicia: Arrecia la ofensiva del lobi que defiende el Tren de Lujo para Pasajeros Pudientes"]
También ha anunciado oficialmente que el Gobierno provocará un encarecimiento del precio al mayor de la leche (¿?), que buscará carga de trabajo para los astilleros (¿?) y que arbitrará una solución que satisfaga a quienes compraron participaciones preferentes (¿?), problema este que sólo en Galicia afecta, como mínimo, a 43.000 votantes...

De esas cuatro grandes promesas formuladas por Rajoy, que tienen un evidente marchamo electoralista pues el próximo 21 de octubre se celebrarán comicios autonómicos, es especialmente chocante la referida a las preferentes, salvo que a la palabra solución se le dé un significado y un valor radicalmente partidistas; no sólo porque esa solución no depende sólo del Ejecutivo español, sino porque ya está cantado --vía Bruselas y Fráncfort, sedes de la UE y del BCE-- que la inmensa mayoría de quienes invirtieron en participaciones preferentes perderán parte del dinero, aparte de que ninguno ha cobrado ni cobrará  los réditos (intereses) correspondientes.

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En el centro de la foto, tomada en abril de 2010, Mariano Rajoy

Mil y una promesas
En todo caso, es obligado subrayar que salvo en el caso de la línea ferroviaria, las otras tres grandes promesas dirigidas al electorado gallego implican que cuando al PP le conviene --máxime por motivos electorales--, el ultraliberal Gobierno de Rajoy practica el intervencionismo estatal en materia económico-empresarial.

El mercado y la fijación de precios en el subsector lácteo, las contrataciones de las empresas de la construcción naval y las participaciones preferentes son asuntos, conflictos o problemas económicos, comerciales, laborales y/o sociales cuyos protagonistas centrales son de carácter privado y que afectan a empresas privadas, con repercusión social, evidentemente, pero la repercusión social es un factor común a todas, absolutamente a todas, las empresas privadas.
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Palabras y más palabras para conseguir votos 

Lo que la ciudadanía ignora son los criterios ideológicos y de política económica que aplica el PP a la hora de decidir, sólo a veces, hacer uso del poder del Estado para intervenir en actividades económicas privadas [el PP rechaza por norma el intervencionismo de los poderes públicos en asuntos económico-empresariales apelando al sacrosanto principio del libre mercado]. 

Es evidente que en el caso de los tres compromisos lanzados en Galicia, el puntual intervencionismo del PP sólo tiene objetivo electoral; es decir, lo anunciado por Rajoy no implica, ¡para nada!, que el Ejecutivo del PP vaya a intervenir en la fijación de los precios de las castañas, los cereales, las patatas, la uva, las avellanas, el aceite de oliva, etcétera y etcétera... ¡ni tampoco controlará las comisiones que cobran los bancos por los servicios que prestan a sus clientes!, ni ejercerá de agente comercial para buscar clientes a  otros productores gallegos o españoles cuyas ventas se han hundido tanto o más que las del naval...
En fin, ideología electoral en estado puro.
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TEXTOS e informaciones relacionadas:
* "Golpes aos estafados das preferentes no mitín do PP" (incluye vídeo), en GALICIA CONFIDENCIAL, 
* "La Xunta de Galicia asume el españolismo presupuestario y declara la guerra a Andalucía y Catalunya", y
* "Renfe: Mejor un tren vacío que barato", en PREFERENTE, diario para profesionales del turismo.