La interminable "construcción" del periodismo exige atar corto las posiciones partidarias

Hay dos cosas que casi nadie pone en duda: los medios de información públicos están al servicio del Gobierno de turno, con mayor o menor descaro y, segunda evidencia, numerosos medios privados (no todos) han convertido el negocio de informar en un lodazal, sea por motivos económicos o políticos, tanto da. 

Pero hay un fenómeno todavía de mayor calado y negativas secuelas para los periodistas actuales y futuros: las entidades que enseñan el oficio que incurren en la perversión de hacer política partidaria, sea anti o pro Occidente, pro rusa o anti china, roja o azul… la que sea, hay que atarlas corto a todas para que no maleen la interminable construcción del periodismo.
Esta noche, paseando por las amplias avenidas de internet, he recalado como casi todos los días en el "paper.li" de «Ética Segura, diario de periodismo ético» --tal es su presentación-- he topado con un "detalle" que me ha hecho sentir vergüenza ajena.

[Conste que Ética Segura y sus productos son saludables, didácticos, útiles y rara vez he detectado errores graves o desviaciones de grueso calibre; leves sí, pero notables o graves, no. Errores los cometemos todas las personas, también las entidades e instituciones. Pero el "detalle" al que me refiero no es un error]

Según los autores y tal como demuestra su trayectoria, el "paper.li" El Moscardón recoge y ofrece convocatorias, iniciativas, aportaciones y tesis vinculadas al periodismo y la comunicación, así como noticias de variado tenor e informaciones que en todo caso siempre están relacionadas con la profesión o que merecen atención por ser buenos o malos ejemplos de periodismo.

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El Moscardón debería

prescindir del aguijón...

En la edición de hoy de El Moscadón, dentro del apartado dedicado a Tecnología (¡!) ha sido insertada una llamada al texto titulado «Se acumulan las "evidencias" de que Podemos ha sido financiado ilegalmente por Venezuela», colgado en la página Periodista Digital.

De entrada, la información no es tal, sino que se trata de una hipótesis basada en elucubraciones, datos descontextualizados que son relacionados entre sí, más varias casualidades a las que otorgan un nexo causa-efecto y que, para colmo, están cogidas por las hojas. Todo ello aderezado con insinuaciones. La intención es evidente: satanizar y causar perjuicio político.

Pudiera ser que Podemos haya sido financiado por Venezuela y puestos a elucubrar también pudiera ser que AP (luego PP) recibiera fondos de El Vaticano o del Opus Dei. Pero tanto esto como el texto de Periodista Digital no son informaciones, ni siquiera son opiniones o análisis, lo de Venezuela y lo de El Vaticano constituyen ejemplos pintiparados de intoxicación con fines políticos.

Ética Segura no indica que el enlace haya sido incluido porque el artículo de Periodista Digital sea un ejemplo de basura periodística o un perverso entretenimiento, luego la llamada ha sido colocada para que los habituales de El Moscardón nos enteremos de que Podemos ha sido financiado por Venezuela —según barrunta el autor de la historieta.

Si un visionario lanzara la especie —basada también en supuestos más o menos digeribles— de que el PSOE, PP, UPyD, IU o Ciudadanos es financiado por la Casa Blanca o el rey de Arabia, ¿también sería incluida una llamada en El Moscardón?

Ignoro el motivo por el que el apartado de Tecnología del "paper.li" de hoy incluye el enlace a las elucubraciones de marras.
Sinceramente, prefiero no saberlo...

Prefiero ignorar la causa de ese sinsentido porque quizá me vería obligado a dejar de visitar la publicación [cosa que lamentaría porque Red de Ética y Periodismo ofrece un buen menú], de modo que he inventado la excusa de que los autores de El Moscardón han olvidado precisar que nos han invitado a leer el artículo de marras porque es un ejemplo de anti-periodismo.
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CON ANTERIORIDAD y sobre manipulación informativa:
«Alegan que vender información ya no es negocio para gritar "¡vendamos productos y crencias!"»; 
«La vida fluye al margen de las palabras y estas viven cerca de la mentira».