Endesa, Pizarro y los patriotas patrioteros

La eléctrica pública española acabó en manos italianas

porque los ultranacionalistas de Madrispaña prefieren 

que sea extranjera antes que catalana...

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En su reciente encuentro, la canciller alemana Angela Merkel y Rodríguez Zapatero han puesto algunas cosas en su sitio. Por ejemplo, está cantado que si la alemana E.ON compra Endesa, Manuel Pizarro será desalojado de la presidencia de la compañía. Motivo por el que el mandamás de la eléctrica española ha huido hacia delante declarando que «me iré con la cabeza muy alta» porque, según dice, «he defendido los intereses de los accionistas»... ¿seguro?

¿Por qué será que las acciones de Endesa y los dividendos de la compañía aumentaron de forma exponencial a partir de que Gas Natural presentara la opción pública de adquisición (opa), que tanto detesta Pizarro.

El presidente de Endesa, que relevó en el cargo al ex ministro Rodolfo Martín Villa en mayo de 2002, es un empresario a la antigua usanza, porfiado, egocéntrico y que adorna sus argumentos con torrencial oratoria y citas aparentemente cultas (es aficionado a los latinajos), apela a la Constitución cogida como rábano por las hojas y es fiel a dos dogmas que a la vez son criterios políticos: ¡Vivapaña! y Catalunya es España pero no tanto... o sea: Cataluña no es España, pero es de España. 

Hay españolistas que son así de cazurros... y luego les extraña que cada vez haya más independentistas.
El todavía presidente de Endesa es letrado del Estado y como tal actuó cuando el Ministerio de Economía dirigido por Miguel Boyer [que sacó el carné socialista cuando Felipe González podaba bonsáis] decidió expropiar Rumasa.

Después, por razones ignotas pero por motivos fácilmente cuantificables, Pizarro abandonó la Administración pública, se vistió de agente de Bolsa y vivió en primera persona la eclosión de los mercados financieros, incluido el enriquecedor despegue de las punto.com.

Cuando la Bolsa alcanzó máximo protagonismo económico (es decir, cuando se había impuesto el ultraliberalismo puro y duro) y el Gobierno de Aznar puso a la venta las empresas públicas más rentables, Pizarro ya era uno de los habitantes del parqué mejor relacionados y los aznaristas echaron mano del experimentado agente de Bolsa para que les asesorara en las privatizaciones.

Dicen los iniciados en los avatares de la cosa pública que Pizarro fue el mentor de Francisco González para presidir Argentaria [luego privatizada por la vía de integrarla en BBV = BBVA], añaden que también contribuyó a que César Alierta fuera aupado a pilotar la venta de la Tabacalera pública española [privatizada y luego integrada en la transnacional Altadis] y que Pizarro fue quien acomsejó que Jaime Caruana accediera al rectorado del Banco de España.

Sin embargo, pese a ejercer de asesor de Aznar en el campo de las grandes  empresas, Pizarro se conformó --inicialmente-- con la presidencia de Ibercaja, la caja de ahorros de Aragón, de donde él es natural, cargo a través del cual accedió a la vicepresidencia de Endesa para preparar el futuro de los dos: el suyo y el de la eléctrica...

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Manuel Pizarro

¿Casualidades? 

Las casualidades siguieron beneficiando a Pizarro, pues la privatización (inicialmente sólo parcial) de la muy muy muy rentable Endesa --poseedora de centros de producción, inmuebles, instalaciones y una tupida red de distribución costeados con el dinero de todos los ciudadanos-- por lo que convirtió a Cajamadrid en el socio de referecia de la eléctrica.

Pizarro y quienes él representaba  se opusieron frontalmente a la OPA de Gas Natural, pero ese rechazo no se debía a motivos financieros o económicos, sino que fue por puro partidismo --amén de sinecuras-- y porque desde un punto de vista ultranacionalista español era imposible que una entidad catalana, La Caixa, ganara la partida a una entidad tan española como Cajamadrid.

El poder económico esta en el origen de ese permanente rifirrafe político-institucional que mantienen PP, CiU y PSOE por controlar pasteles financieros a través de Cajamadrid o La Caixa.

Los integrantes del frente Pizarro eran conscientes de que si Gas Natural se hiciera con el control de Endesa, el gobierno de la eléctrica --catalanistas y sociatass-- sería el que considerara oportuno La Caixa (CiU-PSOE) y, por tanto, Cajamadrid (PP) perdería poder... y no sólo en el mundo económico.

Los hechos, hechos son: Rafael Miranda, consejero-delegado de Endesa y persona de máxima confianza de Pizarro, se entrevistó con el presidente de E.ON, Wulf Bernotat, en al menos cuatro ocasiones tras la presentación de la OPA de Gas Natural y antes de que la multinacional alemana presenta su oportuna contraopa.
En esa guerra de poder lo que menos importaba a los pizarros rera que Endesa siguiera siendo de capital mayoritariamente español; el objetivo de que Endesa no fuera controlada desde Barcelona porque Catalunya es España pero no tanto...

¡Endesa debe ser de Madrispaña!, la España del PP, que es la única España de verdad... ¡faltaría más!

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Los pizarros mantuvieron contactos secretos con E.ON

Miranda, el adjunto a Pizarro, reconoció sus contactos con la cúpula de E.ON, pero este impaís llamado España está adormilado y sesgadamente informado, de manera quelos mass media no prestaron atención a esta frase: «Era tan confdencial [mi encuentro con los dirigentes de E.ON] que ni siquiera lo tengo anotado en la agenda», ha reconocido Miranda, sonriendo.

Gas Natural (es decir, La Caixa y con ella CiU y PSOE) tampoco son santos inocentes; pero está claro que unos (los patriotas españoles) son rabiosamente economicistas y los otros (los que desde Catalunya retroalimentan a Madrispaña queriendo o sin querer) son rabiosamente bobos por no tirar de la mata y denunciar públicamente que el patriotismo español es maadriñelista además de carísimo porque para tener poder destruye economía española.

Para colmo, la mayoría de los medios silenció la confesión publica que hizo la patriotera Esperanza Aguirre al reconocer que el frente Pizarro prefiere a los alemanes --u otros extrajeros-- porque «los catalanes son poco españoles»...

Los mejores impulsores del independentismo catalán, vasco y gallego son los madriespañolistas, entre los que despuntan quienes mezclan y enlodan todo para sacar tajada, fomentando y alimentando los enfrentamientos inter-territoriales que les rentan votos en la España que envenenan de cainismo.

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ACTUALIZACIÓN (diciembre 2010):

Finalmente, tras diversos avatares, el pulso lo han ganado los madriespañolistas, pues han evitado que Endesa acabe en manos de La Caixa, que según ellos es catalanista y acaso independentista...

¡Cuanta estupidez genera la codicia!

La muy rentable eléctrica pública española proporcionaba pingües beneficios a la ciudadanía a través del Estado, a Acciona, CajaMadrid y otros accionistas españoles, pero gracias al PP, es de Enel, multinacional italiana de la energía controlada por el Estado trasalpino.

En fin, los valientes patriotas españoles dirigidos por Pizarro han impedido que Endesa fuera catalanizada... la codicia madriespañolista hunde la periferia.