Unas horas después de conocerse los resultados del 20D ya se han publicado o emitido análisis, proyecciones y valoraciones para todos los gustos, barajándose todo tipo de pactos de investidura e incluso de gobierno, incluidos algunos que son a todas luces casi imposibles; por ejemplo, un pacto de investidura y mucho menos de gobierno entre PSOE, Podemos y Ciudadanos... salvo que Rivera sea mejor regateador de lo que parece y acepte confluir siquiera puntualmente con Iglesias, o viceversa.
Sin olvidar que cosas más chocantes se han visto y escuchado en el país de la eterna Transición, como aquello de que Aznar hablaba catalán en la intimidad, casi todo es posible, máxime si tenemos en cuenta que no conocemos (ni conoceremos) las sugerencias que tengan a bien dar los mercados financieros, que a buen seguro sueñan con la bendita estabilidad (¿?) de un acuerdo PP-PSOE.
Sin olvidar que cosas más chocantes se han visto y escuchado en el país de la eterna Transición, como aquello de que Aznar hablaba catalán en la intimidad, casi todo es posible, máxime si tenemos en cuenta que no conocemos (ni conoceremos) las sugerencias que tengan a bien dar los mercados financieros, que a buen seguro sueñan con la bendita estabilidad (¿?) de un acuerdo PP-PSOE.
Resulta chocante que entre los pactos que se barajan —todos respetables, incluso los más improbables— apenas merezca espacio, tiempo y atención específica la que se ha dado en llamar la gran coalición: populares más socialdemócratas, o viceversa; que en el caso ahora planteado en España tiene una alternativa menos escandalosa: el PSOE se abstiene y deja que el partido más votado gobierne en minoría, solo o en compañía de Ciudadanos.
Que Pedro Sánchez niegue esa posibilidad no es motivo suficiente para descartar que en Ferraz acaben aceptando la que con toda seguridad es la opción preferida por los mercados financieros y en especial por el Ibex y la achacosa banca española, que por mucho que De Guindos cante aleluyas todavía tiene varias entidades al borde del precipicio o en el fondo —Bankia sigue siendo una patata caliente, muy caliente.
En fin, insistiendo en que todas las opciones que se barajan merecen respeto, en mi opinión sólo hay tres pactos de investidura probables o factibles —salvo sorpresas mayúsculas— y una cuarta opción consistente en que Mariano Rajoy se atreva a gobernar en franca minoría, posibilidad que ya cuenta con el apoyo de Ciudadanos y que sería posible con el permiso (la abstención) del PSOE:
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Que Pedro Sánchez niegue esa posibilidad no es motivo suficiente para descartar que en Ferraz acaben aceptando la que con toda seguridad es la opción preferida por los mercados financieros y en especial por el Ibex y la achacosa banca española, que por mucho que De Guindos cante aleluyas todavía tiene varias entidades al borde del precipicio o en el fondo —Bankia sigue siendo una patata caliente, muy caliente.
En fin, insistiendo en que todas las opciones que se barajan merecen respeto, en mi opinión sólo hay tres pactos de investidura probables o factibles —salvo sorpresas mayúsculas— y una cuarta opción consistente en que Mariano Rajoy se atreva a gobernar en franca minoría, posibilidad que ya cuenta con el apoyo de Ciudadanos y que sería posible con el permiso (la abstención) del PSOE:
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CON POSTERIORIDAD:
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RELACIONADOS:
* «El PSOE ha obtenido el peor resultado de su historia, pero ha indultado a Pedro Sánchez (de momento) y no descarta abordar la formación de gobierno (si no lo consigue Rajoy)», por Cristina S. Barbarroja, en CTXT.
* Líderes territoriales del PSOE se pronuncian en contra de que Pedro Sánchez acepte votos de los independentistas (ERC, DL y Bildu) para conseguir la investidura, informa eldiario.es.
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