El Gobierno gallego ultima un proyecto legislativo para prohibir que se levanten construcciones a menos de 500 metros de la costa. Con esta y otras medidas, la Xunta trata de frenar la especulación urbanística y la ruina de la feraz naturaleza galaica [al pie del post figuran tres fotos de sendos despropósitos urbanísticos].
De momento, aunque con mayor o menor entusiasmo, todos los partidos políticos con presencia cierta y casi todas las entidades civiles han dado la bienvenida a la iniciativa, ¡excepto el PP!, que se opone frontalmente.
Por su parte, las reacciones de los agentes económicos relacionados con la construcción son, básicamente, dos: guardar silencio o rechazar las medidas alegando, por ejemplo, que limitar la construcción equivale a dinamitar el crecimiento económico (¿?)
De momento, aunque con mayor o menor entusiasmo, todos los partidos políticos con presencia cierta y casi todas las entidades civiles han dado la bienvenida a la iniciativa, ¡excepto el PP!, que se opone frontalmente.
Por su parte, las reacciones de los agentes económicos relacionados con la construcción son, básicamente, dos: guardar silencio o rechazar las medidas alegando, por ejemplo, que limitar la construcción equivale a dinamitar el crecimiento económico (¿?)
¿Por qué confunden el crecimiento y la economía personales con las del país?, ¿por qué obvian los costes medioambientales y, por tanto, también productivos que causa la ausencia de un ordenamiento racional del territorio?, ¿por qué silencian que los gastos en infraestructuras y servicios, así como su ulterior mantenimiento, corren por cuenta de la generalidad de la población vía impuestos?...
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