De todos los países miembros de la Unión Europea (UE), Portugal y España son los socios cuyos ciudadanos acusan mayor desinterés por la política. Así lo indica el estudio elaborado por los profesores Joan Font, José Ramón Montero y Mariano Torcal, titulado Ciudadanos, asociaciones y participación en España.
En cuanto a la participación de los ciudadanos en organizaciones civiles o colectivos, España figura en el furgón de cola de la UE, junto a Portugal: sólo el 49 % de los ciudadanos tienen alguna vinculación asociativa, incluyendo a quienes se limitan a pagar una cuota, aunque aparte de esto no hagan absolutamente nada.
Mientras tanto, en Dinamarca los vínculos con la colectividad comprenden al 93 % de la población; al 92 % en Suecia, al 87 % en Holanda o al 71 % en Alemania.
El informe indica que el 61 % de los españoles reconocen que nunca se les ha ocurrido participar en una asociación, un 39 % añade este significativo latiguillo: «No quiero meterme en problemas».
Mientras tanto, en Dinamarca los vínculos con la colectividad comprenden al 93 % de la población; al 92 % en Suecia, al 87 % en Holanda o al 71 % en Alemania.
El informe indica que el 61 % de los españoles reconocen que nunca se les ha ocurrido participar en una asociación, un 39 % añade este significativo latiguillo: «No quiero meterme en problemas».
Ese generalizado desprecio por lo colectivo es fruto de la deficiente socialización que ha sufrido el país durante decenios, señalan los expertos. Ni que decir tiene que el grado de socialización de los españoles durante el período 1939-1975 (franquismo) fue penoso, incluso regresivo; pero casi treinta años después de ser refrendada la Constitución de 1978 es poco realista imputar exclusivamente a la dictadura esa y otras taras.
La actitud de los partidos tiene mucho que ver con el individualismo, la inhibición y el nihilismo imperantes.
La actitud de los partidos tiene mucho que ver con el individualismo, la inhibición y el nihilismo imperantes.
Durante años y todavía hoy, la mayoría de los dirigentes políticos lanzan --explícita o implícitamente-- un mensaje desmovilizador: usted vótenos y despreocúpese… sin que esto suponga restar gravedad al egocentrismo y a la comodidad imputables al individuo.
a mí me llama mucho la atención que, cuando intentas hablar de algún tema alejado de las simplezas habituales, no sé, preocupándote por las mujeres maltratadas, por cualquier cosa de ese tipo, abandonos animales, deslocalización de empresas, la mayoría de la gente cambia de asunto, ni siquiera hablar sobre los problemas de nuestra sociedad es común, excepto entre una minoría. así que asociarse o movilizarse organizadamente imagínate... creo que estamos en un momento de mediocridad preocupante.
ResponderEliminarHay que recuperar las virtudes republicanas de la que habla Salvador Giner en sus escritos: el civismo y el cooperativismo.
ResponderEliminarY para mí, nuestra forma de actuar actual tiene mucho que ver con la irresponsabilidad y la comodidad. Ya sabes: "Que trabajen otros".