Hoy, la muerte del futbolista profesional Antonio Puerta, defensa del Sevilla CF, a causa de una cardiopatía --según la información facilitada por el hospital-- ha sido convertida en un espectáculo mediático de dimensiones injustificables y morbo humanamente vergonzoso.
Según datos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, cada día mueren al menos dos personas en su puesto de trabajo.
Sin menoscabo de la atención que merezca el fallecimiento de un deportista joven, aparentemente sano y socialmente conocido, ¿qué diantres ocurre en un país para que la muerte de un futbolista sea tratada con amplitud desmedida, y motive que el presidente del Gobierno y el líder de la oposición remitan sus condolencias a la empresa, el Sevilla CF?
Según datos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, cada día mueren al menos dos personas en su puesto de trabajo.
Sin menoscabo de la atención que merezca el fallecimiento de un deportista joven, aparentemente sano y socialmente conocido, ¿qué diantres ocurre en un país para que la muerte de un futbolista sea tratada con amplitud desmedida, y motive que el presidente del Gobierno y el líder de la oposición remitan sus condolencias a la empresa, el Sevilla CF?
¿Qué ocurre para que semejante desmesura sea considerada normal y, sin embargo, ningún alto cargo gubernamental o parlamentario manifieste tan urgente y profundo dolor y condolencia por la muerte en sus puestos de trabajo de albañiles, vaqueros, marineros, camioneros, autónomos u obreros, o cualquier otro productor o empresario muerto en acto de servicio?
Digan lo que digan, por favor, quien esto lea que reflexione y no se deje llevar por la comodidad ni por sentimentalismos puntuales: No es justificable utilizar la muerte de una persona pública para construir espectáculos y mucho menos para darse golpes de pecho ante los espectadores enajenados (léase, el electorado fácil).
¿Todo vale? Pues si todo vale, ¿a qué viene rasgarse las vestiduras por quienes practican el todo vale hasta las últimas consecuencias?
La hipocresía goza de buena salud, por eso hay quienes utilizan la muerte del joven futbolista para vestirse de buena gente que tiene sentimientos.
TEXTOS RELACIONADOS:
"Información objetiva, aséptica y alienante",
"La telebasura carece de límites éticos", y
"Retrato de un duelo", este último en la bitácora APUNTES EN SUCIO.
¡cuánta razón tienes!
ResponderEliminarTambién había muerto un escritor y una actriz. Diferentes crónicas para diferentes formas de sentir o contemplar la sociedad.
Pensaba un post sobre este tema, ya dejo de hacerlo. De acuerdo al 100 %.
ResponderEliminarUn saludo
Completamente de acuerdo, es indignante y bochornoso. Pero lo más grave es que se siga tragando con tanta hipocresía, que en vez de ir a mejor vamos a peor, que cada día nos intenten idiotizar más, que prevalezca más lo mediático que lo real, que se utilice a los muertos de esta forma tan baja y deleznable. Pero parece ser que eso de utilizar los muertos para camelar los vivos está muy de moda últimamente, algunos muertos claro, que los de los trabajadores que mueren día a día no interesa airearlo.
ResponderEliminarTienes toda la razón. Lo de ZP y Rajoy ni lo sabía... Aquí una explicación:
ResponderEliminarhttp://borjaventura.blogspot.com/2007/08/importa-ms-el-futbolista-o-el-escritor.html
Hola a los amigos blogosféricos, sólo añadir que de un tiempo acá hay ocasiones en que me siento obligado a pedir disculpas por trabajar de periodista. Un abrazo.
ResponderEliminarEsa frase tiene un post.
ResponderEliminarMuy bien dicho, estoy de acuerdo contigo en cada una de tus palabras!
ResponderEliminarSaludos
El fútbol es un espectáculo de masas, que siguen millones de espectadores. Esto es, indiscutiblemente, un hecho. ¿Vale más la vida de un futbolista que la del obrero? La respuesta es obvia: no. Pero al futbolista lo ven trabajar unos cuantos millones en televisión. La muerte del primero (una máquina física, preparada y controlada por un equipo de élite), en plena faena, en un estadio lleno y en directo por la televisión, necesariamente tiene que tener más impacto mediático que la de currantes como nosotros.
ResponderEliminarLa noticia es más impactante a nivel general (para los íntimos, evidentemente, es igual en unos casos u otros).
Que la prensa desbarre más o menos, bueno... Se le suelen dar bien estos espectáculos, sobre todo a la deportiva, y venden emoción y llanto, que es muy feo y muy rentable.
Sobre el escritor de 72 años y el futbolista de 22. Evidentemente, más importante e ilustre es el primero. Pero la noticia está en el segundo. No es lo mismo que se muera un señor que lleva años arrastrando penalidades (y estaba en la edad) que un chaval en plenas condiciones físicas, de un equipo que además ahora está de moda.
Saludos, Félix.
A M. (autor de Apuntes en sucio): Hay aspectos que mencionas que exigen reflexión, pero centrémonos en lo esencial: ¿la muerte de Puerta es tan importante y sustancial para la vida de las generalidad de las personas que justifique semejante despliegue? No, de ninguna manera, los motivos de la desmesura son otros y todos, ¡todos!, sabemos cuales son. La desmesura y la idiotización de los sentimientos colectivos dañan el futuro y justifican a los que utilizan el dolor para vender periódicos o ganar audiencia. La familia de Puerta es la víctima principal de lo que ocurre, sin duda.
ResponderEliminarA la postre, hasta quienes están realmente jodidos prefieren callar e interpretar en positivo semejante desmadre mediático.
De acuerdo en general con todas y cada una de tus afirmación, Felix. Luego, al ver otros comentarios, se me ocurre que, aunque se supone que la muerte nos iguala a todos, eso es una falacia como una catedral... una idea dañina de esas "muchas otras ideas" que la Iglesia católica (especialmente) nos ha inculcado durante siglos.
ResponderEliminarSobre los otros muertos qué decir: Enma Penella murió hace un día o dos, y se merecía una estatua con lo que curró toda su vida; Umbral puede caer mejor o peor, estar más o menos viejo o "podre", pero méritos tiene un montón... ¿y los, al menos, dos curritos que palmaron en accidente laboral: uno aplastado por un ascensor y otro por una bobina metálica?.
Se da el agravante de que el del ascensor estaba, además, sin contrato (¡qué curioso y raro!), viviendo en el propio edificio que estaba arreglando junto con otros rumanos y, para colmo, en una obra sin licencia... ¡¡¡cojonudo!!!
Qué razón tienes. chapó
ResponderEliminarBuenas, y disculpa el retraso, Fèlix. Lo que quiero decir, más bien lo que quise decir, es que este tratamiento mediático es lo que exige la gente. Me preguntas: "¿la muerte de Puerta es tan importante y sustancial para la vida de las generalidad de las personas que justifique semejante despliegue?" Tú y yo respondemos exactamente lo mismo, claro. Pero, ¿y la final de una Copa de Europa o la muerte de Rocío Jurado? ¿Es importante y sustancial los partidos políticos echándose los trastos a la cabeza sin aportar una idea?
ResponderEliminarYo sí sé que todos los muertos son iguales, pero también sé que para la prensa no lo son. La muerte nos iguala a todos, eso es un hecho: el cadáver es el mismo. Pero necesariamente no puede tener el mismo impacto en la sociedad que se muera Francisco Umbral o que se muera mi abuelo, que también escribía en un periódico. En la muerte son iguales: en el eco mediático no pueden serlo. La prensa no puede cubrir las muertes súbitas de todos los deportistas del mundo, ni las muertes, una a una, en accidentes laborales.
Otra cosa es ese espíritu de Alcasser morboso que se puede montar en uno u otro. En esta ocasión, lo ha habido. No me busquen, desde luego, defendiéndolo.
Sobre la familia de este chico, estoy de acuerdo. Yo tampoco soportaría un circo histérico alrededor de un ser querido. Pero vaya: les ha salido así. No todos los días se muere uno en la primera jornada de Liga y en directo. Si al partido de marras se le iba a dedicar una página (o dos o tres en la prensa local) ya de antemano, y las radios lo están dando en directo, ¿qué habría que hacer si un jugador de 22 años cae fulminado a cèsped?: ¿dedicarle un suelto? A por todas, se han dicho.
He escrito sobre esto hoy en el periódico y lo he colgado, como siempre, en el blog. Es un placer venir por aquí a enfrentar ideas y a tratar con gente de educación. Un saludo.
M. (autor de Apuntes en Sucio): Gracia por tu visita que, además, aporta un interesante análisis sobre el asunto. He leído también el texto que has insrtado en tu bitácora y, la verdad, ojalá cundiera el raciocionio con el que te empleas. Un saludo.
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