Desde hace ya más de un año hay medios que publican informaciones sobre el creciente número de compras de tierras en varios países africanos por parte de compañías occidentales y chinas.
Salvo las revistas especializadas en política o en economía internacional y un puñado de periódicos, por lo general a esas noticias apenas se les dedica espacio o tiempo en los medios convencionales. Sin embargo, el asunto es de capital importancia para el futuro económico de África y de sus habitantes.
Salvo las revistas especializadas en política o en economía internacional y un puñado de periódicos, por lo general a esas noticias apenas se les dedica espacio o tiempo en los medios convencionales. Sin embargo, el asunto es de capital importancia para el futuro económico de África y de sus habitantes.
Por otro lado, la mayoría de las informaciones que circulan incurren en dos errores: considerar que la compra de tierras es un fenómeno reciente y, segundo, presentarlo (y analizarlo) como un asunto ajeno a la estrategia general de los inversionistas de las principales potencias, que entre otros objetivos persiguen controlar el sector primario africano, en especial, la producción de alimentos y las extracciones de minerales de valor estratégico o con elevada demanda.
Para saber un poco más al respecto, es aconsejable leer "África: Diez consideraciones acerca de las compras de tierras a gran escala", en la web 180 latitudes, página que merece periódica visita.
Mientras en Galicia perdemos el tiempo mirándonos el ombligo -y esto es extensible en cierte medida a España y Europa- se están produciendo cosas en el mundo que poco a poco van marcando las nuevas coordenadas del siglo XXI. El tema de China es de una importancia extraordinaria. Y no es el único, claro. Es evidente que muchos son los que están atentos a estas cosas -por ej. los servicios de inteligencia de todos los países- pero opino que el nivel de incultura y despreocupación de los ciudadanos "de a pie" es grande. Aunque vivimos en el "mundo de la información" es tal la avalancha de datos y mensajes con que nos bombardean cada día que es difícil en ocasiones hacerse una idea de lo que sucede en realidad. Aparte de las más que evidentes redes de desinformación que existen por doquier. Así que entre los problemas del día a día -el paro, etc- y esa maraña de datos puede que los ciudadanos sientan una mezcla de ansiedad y temor ante un mundo tan complejo en el que viven y prefieran mirar para otro lado. Alguien dijo una vez que "el castigo para los que buscan la verdad... es encontrarla". En cualquier caso creo que es nuestra obligación como ciudadanos, y no digamos si además se tienen ciertas responsabilidades (por ej. sacar adelante una empresa) seguir la máxima de buscar la verdad para ser libres y pensar globalmente para actuar localmente. No podemos meter la cabeza bajo el ala. Lo de China en Africa es de una impotancia extrema. Como tantas otras cosas que se están produciendo ante nuestras narices. Como lo de la globalización que, guste o no, es una realidad con sus luces y sus sombras. África "pierde el control..." ¿Lo tuvo alguna vez?.
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