La eurocomisaria de Asuntos Marítimos y Pesca, Maria Damanaki, acaba de hacer una crucial aportación al desmantelamiento del ya de por si débil Derecho internacional, al proclamar oficialmente que es perfectamente legal que Marruecos negocie la venta de derechos de pesca en aguas del Sahara Occidental y que, por tanto, también es legal que la Unión Europea compre esos derechos al Estado que ocupa ilegalmente el territorio.
En 2006, cuando se suscribió el último convenio pesquero euro-marroquí, era evidente --aunque no justificable-- que las protestas del Gobierno saharaui en el exilio caerían en saco roto. Lo inimaginable era que la Comisión Europea acabaría comulgando con la dictadura de Mahomed VI, lo que contradice las resoluciones emitidas por Naciones Unidas y el propio Parlamento Europeo.
Dictamen de Naciones Unidas
El documento de Naciones Unidas señala que «las actividades económicas en un territorio no autónomo por parte de una potencia administradora son ilegales si se realizan sin tener en cuenta las necesidades e intereses de la población de ese territorio».
En 2006, cuando se suscribió el último convenio pesquero euro-marroquí, era evidente --aunque no justificable-- que las protestas del Gobierno saharaui en el exilio caerían en saco roto. Lo inimaginable era que la Comisión Europea acabaría comulgando con la dictadura de Mahomed VI, lo que contradice las resoluciones emitidas por Naciones Unidas y el propio Parlamento Europeo.
Ahora, la carta remitida por Damanaki a los responsables de Fish Elsewhere, el organismo que promovió la campaña en contra del acuerdo pesquero, defiende la inclusión de los bienes naturales del ocupado Sáhara Occidental en el convenio de 2006, burlándose del dictamen jurídico sobre la explotación de recursos en territorios ocupados de Naciones Unidas que fue emitido hace ocho años.
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Ilustración capturada en J·R·Mora |
El documento de Naciones Unidas señala que «las actividades económicas en un territorio no autónomo por parte de una potencia administradora son ilegales si se realizan sin tener en cuenta las necesidades e intereses de la población de ese territorio».
La eurocomisaria tiene ahora el descaro de alegar que Bruselas negoció el convenio con Rabat teniendo en cuenta la opinión de los saharauis porque, según Damanaki, la venta por parte de Marruecos de los derechos de pesca en aguas de Sáhara Occidental "puede tener un efecto positivo sobre la economía del Sáhara Occidental mediante el desembarque de las capturas, el embarque de marineros locales, y el uso de puertos locales". Es decir, la posibilidad remota y jamás comprobada de que los saharauis se beneficien del dinero que la UE abona por el pacto pesquero demostraría que Bruselas tuvo en cuenta las necesidades e intereses de la población del territorio ocupado.
Esa tesis de la eurocomisaria cae cual castillo de naipes si se tiene en cuenta que el Gobierno de Mohamed VI se ha negado una y otra vez a cumplir con la obligación --tal como contempla el acuerdo bilateral suscrito en el 2006-- de justificar el destino del dinero que abona la UE para que buques pesqueros comunitarios faenen en aguas saharauis.
Damanaki es aliada objetiva de la dictadura marroquí y quienes la apoyan, también.
Vemos cosas increibles, pasar de Presidente del Gobierno de España a esbirro del idiota rey de marruecos a cambio de un chalet a pie de playa.
ResponderEliminarLos negocios son los negocios, el marroquí se hab´ra dejado una pasta comprando voluntades en Europa o cediendo terreno en sus dominios, esclavos incluidos.¡Viva Alemania!