La demografía española es la propia de un país que camina hacia el abismo

Desde hace ya varios meses, cada día leemos o escuchamos estudios y opiniones sobre sanidad y pensiones, aunque la mayoría de los primeros son parciales y las segundas, interesadas en demasiadas ocasiones.
Curiosamente, sin restar importancia a cuestiones económicas vinculadas a los presupuestos y a los modelos fiscales, cuando se habla y escribe de sanidad y de pensiones la demografía es habitualmente relegada a un segundo plano, error que afortunadamente empieza a ser corregido.

Esta tarde, un profesional del Derecho y con larga experiencia en la gestión de la cosa pública con el que en ocasiones charlo de esas y de otras cuestiones, me ha remitido copia de la interesante conferencia que ofreció el pasado mes de septiembre Jesús Fernández-Villaverde, catedrático de Economía en la Universidad de Pensilvania desde 2007 y miembro de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA), del National Bureau of Economic Research y del consejo editorial de varias publicaciones españolas y extranjeras (licenciado en Derecho y en Ciencias Económicas y Empresariales por Icade, y doctor en Economía por la Universidad de Minesota, EE UU).
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Cómo y cuándo
Bajo el título La salida de la crisis: cómo y cuándo, la exposición de Fernández-Villaverde, patrocinada por la Fundación Wellington, abordó cuestiones diversas y, afortunadamente, no se olvidó de la demografía; al contrario, la colocó en primer plano.
La demografía suele ser presentada como algo enjundioso y circunscrito a la estadística, pero en esta ocasión el conferenciante hizo un planteamiento didáctico y en mi opinión, certero. Entre otras cosas, Fernández-Villaverde dijo:

«Mi profesor de Demografía me explicaba que la demografía es como un superpetrolero, de esos que vienen de Oriente Medio cargado con 100.000 toneladas de petróleo: tiene que empezar a girar muchas millas antes de que uno quiera girar. Pues pasa lo mismo con la demografía, porque ¿quién va a estar vivo en 2049? Esperemos que todos nosotros.

«Un niño que nace hoy tendrá 37 años en el 2049. Es decir, todo el mundo que va desde la flecha roja para arriba ya ha nacido, los podemos contar [ver gráfico con la proyección de futuro, la tercera de las que figuran junto a este post]. Luego, tenemos que hacer cierta predicción acerca de la fertilidad. Esta pirámide está hecha de una serie de predicciones relativamente generosas de fertilidad.

«Claro, si España sigue teniendo un 25 % de paro con un 50 % de paro juvenil, la gente no va a tener niños, porque nadie puede casarse y tener dos muchachos estando en el paro o cobrando 600 euros».
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Sucesivos gobiernos han prescindido de que el país envejece

Lógicamente, cabe concluir que De Guindos y Montoro, los actuales ministros del área económica, así como sus predecesores, tanto da que fueran de la UCD, del PP o del PSOE, eran y son conscientes de la evolución demográfica.
Hoy, con más del 50% de menores de 25 años en el paro y con el vergonzante salario que cobran más del 80% de los trabajadores ocupados menores de 40 años, la pirámide demográfica española acabará siendo peor que la prevista en el gráfico utilizado por Fernández-Villaverde.

Es decir, la sociedad española está sementando la miseria y cosas peores. 

Tengo la convicción de que quienes dirigen o controlan la economía española, sea desde las instituciones públicas o como miembros de entidades privadas con poder, conocen los datos, saben perfectamente el desenlace si la situación persiste y la evolución demográfica se mantiene; ¿les importa ese progresivo deterioro social?, ¿creen que un milagro arreglará todo en un pispás?... Y si desconocen lo que está ocurriendo y la que se avecina, peor todavía.

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CON ANTERIORIDAD:
"¿El suicidio de Europa?"; 
"La realidad no tiene enmienda: Galicia se suicida", y
"Galicia pierde una media anual de 13.800 trabajadores jóvenes" (dato referido al período 2002-2007).