Un simple tuit obliga a preguntarse qué canastos ocurre en Galicia

Hoy, el científico Aitor Villafranca ha emitido un tuit en su cuenta (@AVillafranca_) que enlaza con la página de la revista que la aerolínea Emirates ofrece a sus pasajeros, Open skies, en la que figura un reportaje sobre Zara, la marca más conocida de la multinacional Inditex. Lógicamente, el texto alude a la singularidad de que el tercer hombre más rico del mundo, Amancio Ortega, iniciara su exitosa carrera empresarial en Galicia, territorio ignoto para la mayoría de los humanos.

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El reportaje ya había sido publicado hace más de dos meses en The New York times, pero ha sido reproducido en virtud del acuerdo entre el diario neoyorquino y la compañía bandera de Emiratos Árabes Unidos.

Si no llega a ser por el tuit de marras, el reportaje hubiera pasado desapercibido en tierras del finisterre ibérico y en el resto de la Península. 

Sin embargo, una vez difundido el envite vía Twitter: ¿Hay algún gallego en la sala? Atención... En Galicia se ha desatado una polémica un tanto absurda porque la autora, Suzy Hansen, cuyo trabajo versa sobre Zara [no sobre el país ni sobre la sociedad gallega], se limita a dar tres datos sin entrar en detalles porque centra su atención en Zara [no en Galicia ni en los gallegos, conviene insistir en esto].

La predisposición gallega a emigrar

Al margen de mil y una consideraciones, el reportaje dice que Galicia está en la costa atlántica del norte de España, que Franco nació en Galicia y que en numerosos gallegos anida el deseo de emigrar a otras tierras, donde se valore el trabajo y el talento y, sobre todo, donde exista un futuro mejor, siquiera un poquito... En rigor, todo eso es cierto. 

Hansen podría haber matizado que el afán por marcharse no implica desamor al país, sino que se debe a que las condiciones socio-económicas... 

Pero para eso necesitaría la revista entera y para qué engañarnos: una revista dedicada a contar las causas por las que en una sociedad abundan las personas propensas a emigrar no la leería ni el 1 por ciento de gallegos... y en un avión de Emirates, nadie.

Hansen escribía sobre Zara y, por tanto, hacer una referencia a Galicia era obligado, pero breve, y la periodista destacó los detalles que consideró más oportunos y descriptivos. Nada que objetar.

Y ahora, en vez de buscar los cinco pies del gato y más sensato que tirar de orgullo, sería preguntarnos ¿por qué en lugares tan lejanos como Arabia, Alemania, Ecuador, Sudáfrica, Noruega, etcétera y etcétera, es tan habitual describir (o conocer Galicia) co (o por) la inclinación de los gallegos a emigrar?

Pero hay otra pregunta más práctica: ¿Qué rayos ocurre para que la sangría demográfica de Galicia no tenga fin? Para qué engañarnos, eso da para otra revista, esta dedicadaa las causas de esa sangría y tampoco la leería el 1 por ciento... ni siquiera de los gallegos.
Curioso, ¿verdad?, el breve texto de un viajero emitido en Twiter es más efectivo que las referencias que a diario indican que Galicia agoniza.

La sociedad gallega es así. El orgullo aflora poderoso para defender la imagen de país ante un reportaje periodístico que leen los pasajeros de un avión y, sin embargo, frente a otras cosas más cercanas, más dolorosas, más destructivas... Ya lo dijo Castelao, aínda que de xeito poético e agarimoso: Polo xeral, o galego non protesta, vota aos de sempre e non... nada, colle e marcha, emigra!

Madrugada de sábado; dormir es una necesidad y esta noche, también un bálsamo...
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CON ANTERIORIDAD, e ImP:
"Los gallegos desconfían de Galicia y el Estado es un don Tancredo", y
"Galicia pierde una media anual de 13.800 trabajadores jóvenes" (el dato corresponde al período 2002-2007, pero el fenómeno persiste).

RELACIONADO:
"Hacia el desmantelamiento de la socidad española", por Francisco Serradilla, vía Libro de Notas.