Entre las "joyas" católicas figura la sede de la joyería Bulgari y la de Altium Capital, entidad financiera especializada en inversiones de campanillas. De esos y de otros inmuebles es propietario El Vaticano desde antes de la segunda guerra mundial. Tan rentable política de compras se inició siendo jefe del Estado del Vaticano el ¿cristiano? Pío XI. Actualmente, esos bienes son administrados con absoluta discreción por British Grolux Investments Limited, compañía constituida en 1999.
The guardian también ha informado de que el principal impulsor de ese pequeño imperio inmobiliario del "faro del catolicismo" fue Bernadino Nogara, experto en inversiones que operaba en comandita con una entidad luxemburguesa.
En la década de los años treinta del siglo pasado Nogara también fue el encargado de aconsejar y administrar las inversiones que Benito Mussolini realizó en varios países europeos. Las relaciones entre fascismo y catolicismo dan para dos películas: una de espías y otra de terror.
El rotativo británico ha establecido contacto con El Vaticano a fin de completar la información y precisar, entre otras cosas, por qué los financieros católicos y sucesivos papas han mantenido tan escrupuloso silencio en todo lo tocante a sus inversiones y propiedades en Gran Bretaña.
Tal como temían los autores de la investigación, El Vaticano no ha contestado a ninguna de las consultas y solicitudes formuladas por The guardian.
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Tal como temían los autores de la investigación, El Vaticano no ha contestado a ninguna de las consultas y solicitudes formuladas por The guardian.
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ENLACES a El periódico y Público, que ofrecen sendas reseñas en castellano de los resultados de la investigación realizada por The guardian. Vale la pena leer los detalles, parecen increíbles pero son ciertos.
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| Sede central de Bulgari, en el 168 de New Bond Street (imagen capturada en Daily mail, que también informa del asunto) |
El "espíritu evangélico" casi siempre estuvo bajo sospecha para la jerarquía católica, que persiguió con dureza las corrientes regeneracionistas y propugnadoras de la pobreza (fratricelli, herejes de Durango...).
ResponderEliminarNo faltan los clérigos católicos que sostienen que la majestad divina, o la Majestad Divina, necesita expresarse mediante custodias de oro macizo, roquetes con rizo de encaje, tapices de hilo de oro, joyas y, en general, opulencia material. Unos locales en el encarecido Londres seguramente son adecuados a la dignidad divina. Y dios, que está en todas partes, por qué iba a hacer ascos a los cotizados comercios de la anglicana Gran Bretaña.