Pocas veces son tan patentes, por un lado, el servilismo de la mayoría de los medios de información privados y, en paralelo, el partidismo de los medios de información públicos, esos que se costean con el dinero de todos los contribuyentes; caja común, por cierto, cuyas mayores aportaciones llegan por la vía de la rentas del trabajo.
Han decidido que las Marchas de la Dignidad no existen y cumplen el pacto a rajatabla.
Salvo en medios digitales y en algunos periódicos y emisoras de ámbito local, comarcal o autonómico, las Marchas de la Dignidad han sido expulsadas de la actualidad oficial, salvo cuando pueden ser vinculadas a un disturbio o suceso de carácter negativo.
Han decidido que las Marchas de la Dignidad no existen y cumplen el pacto a rajatabla.
Salvo en medios digitales y en algunos periódicos y emisoras de ámbito local, comarcal o autonómico, las Marchas de la Dignidad han sido expulsadas de la actualidad oficial, salvo cuando pueden ser vinculadas a un disturbio o suceso de carácter negativo.
No obstante y en honor a la verdad, la actitud de los medios "de orden" [incluidos los que día sí, día también dan lecciones de libertad de prensa, información y expresión] no constituye una sorpresa. Una cosa es publicar informaciones y sesudos análisis sobre la actitud del Gobierno venezolano o dar versiones parciales del conflicto ucraniano, y otra muy distinta es contar que varios cientos de personas han partido desde distintos puntos de la geografía española para sumarse a la convocatoria del próximo día 22 en Madrid, donde dejarán constancia del deterioro social que acusa España.
España va bien otra vez... De nada.
Como siempre estoy totalmente de acuerdo con tus reflexiones.
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