El que fue presidente de Consejo de la UE, lidera la
coalición que desaloja del poder a los euroescépticos
y ultranacionalistas del partido Ley y Justicia
El nuevo primer ministro de Polonia, Donald Franciszek Tusk, nacido en 1957 en la ciudad de Gdansk [otrora más conocida por su topónimo alemán, Danzig], estudió Historia, lo cual resulta novedoso en un jefe de gobierno europeo, pues son abrumadora mayoría los que cursaron Derecho y/o Economía.
La trayectoria política y partidaria de Tusk es corta en comparación con la de la mayoría de sus colegas de la Union Europea (UE), pero más rica en experiencias vitales y variada, además de haber militado en distintas formaciones, si bien siempre ha mantenido las posiciones de un liberal en su acepción clásica, que no son las del neolieralismo económico y mucho menos las del ultraliberalismo, tan caro para los ultraconservadores y los fascistas.
De entrada, es obligado subrayar que Tusk fue uno de los pocos miembros de la clase política de la Polonia postsoviética que se enfrentó públicamente y en las instituciones a los ultranacionalistas y católicos integristas Lech y Jaroslaw Kaczinsky, que convirtieron Polonia en ejemplo de cómo utilizar la mayoría parlamentaria para convertir un Estado democrático en una oligarquía ultracatólica que tuvo la irracional ocurrencia de señalar como sospechosos de crímenes políticos a 720.000 empleados públicos.
Durante años, la Polonia de los hermanos Kaczynski ha competido en ridiculizar a la UE con la Hungría de Víktor Orbán, lider de la Fidesz-Unión Cívica Magiar.
Tusk se fogueó políticamente en Solidarnosc (Solidaridad). En 1994 formó parte del grupo fundador del Congreso Liberal Democrático y fue uno de los artífices y candidatos de la coalición Alianza de la Libertad, por la que fue elegido miembro del Senat (cámara alta) para el período 1997-2001, año este último en el que junto a varios compañeros liberales de primera hora hicieron posible la puesta en marcha de la Plataforma Cívica (PO, Platforma Obywatelska), con la que Tusk volvió a ser elegido, pero esta vez como diputado del Sejm (cámara baja), en la que se sentó hasta 2005, cuando se presentó a las presidenciales y perdió.
En 2007 el deterioro de la vida política y económica polaca iba a más y la PO ganó los comicios con un programa de mínimos caracterizado por propuestas tan simples que eran aceptables para un amplio espectro social, pues soslayó las cuestiones más espinosas y evitó criticar a la Iglesia de Roma, problema que sorteó porque podía haberle restado votos; no en vano, la curia católica gozaba de inusitado respeto entre un amplio sector de la sociedad polaca debido al apoyo que El Vaticano prestó a Solidarnosc.
El partido más votado,
el ultra Ley y Justicia,
es apeado del poder
por una coalición a tres
Tusk ya accedió a la jefatura de Gobierno (primer ministro) en 2007, fue reelegido en 2011, pero no concluyó la legislatura porque un año antes, en agosto de 2014, fue elegido presidente del Consejo de la UE para relevar al belga Herman van Rompuy.
La nueva mayoría que lidera Tusk está formada por la Plataforma Cívica, Nueva Izquierda y Tercera Vía, que entre las tres han sumado el 54 % de los votos, frente al 35,8 % del partido más votado, el hasta ahora gobernante Ley y Justicia.
Liberal de centro-derecha y europeísta americanizado
Hay decisiones y criterios del Gobierno polaco que dirigió Tusk hasta 2014 que ofrecen una idea cabal de lo que representan los liberales polacos:
* Apuestan sin ambages por el libre mercado; no obstante, en sus campañas electorales han puntualizado que el Estado debería controlar las actividades consideradas estratégicas o básicas para la seguridad nacional y la economía: energía, telecomunicaciones y transportes, según precisaron;
* Son europeístas al 100 %, tanto en lo político como en lo económico, pero nunca han puntualizado qué tipo de Unión... y mirando siempre hacia Washington.
[En la falta de concreción respecto del rumbo de la Unión, en Polonia coinciden con la de los grandes partidos de todos los países socios: prefieren que el agua avance en el río pero poco a poco, dibujado grandes meandros...]
Polonia todavía no es miembro de la eurozona, pero no porque le hayan negado o dificultado el ingreso: las difíciles relaciones de Bruselas con los hermanos Kaczinsky contribuyeron en su momento a un aplazamiento "no oficial".
Ya con los liberales en el poder, la entrada de Polonia en la eurozona fue programada para enero de 2013, pero poco antes había estallado la crisis de la deuda soberana, que sumada a la ya de por sí compleja situación presupuestaria y económica de varios países comunitarios y al pésimo escenario financiero internacional, propiciaron que el gabinete de Tusk consensuara con Bruselas posponer el ingreso para evitar que Polonia se contagiara de los males que lastraron a los países que fueron forzados o que se autoimpusieron vivir con el germánico euro.
[Ver: "Polonia crece sin euros ni BCE"]
[Ver: "Polonia crece sin euros ni BCE"]
* Los liberales polacos son atlantistas con mayor compromiso que los ultraderechistas, y apoyan la guerra que libra EE UU vía Ucrania contra Rusia.
* El Gobierno de Tusk apoyó el Tratado de Lisboa, actitud que también supuso un giro de 180 grados frente a las reiteradas zancadillas del presidente Lech Kaczynski, que reventó varios intentos de consenso; actitud que su partido, el derechista Ley y Justicia, repitió tras recuperar el gobierno en los comicios de 2015.
* En asuntos sociales, Tusk es conservador, cabe destacar que los anteriores gobiernos liberales (2007-2015) se opusieron a la legalización del cannabis; pusieron especial énfasis en el orden público; se negaron a legalizar el matrimonio entre homosexuales, y rechazaron reformar la ley de interrupción del embarazo vigente, que es radicalmente católica: impide que la decisión la adopte la mujer, las condiciones son tan restrictivas que sólo se permite el aborto en supuestos muy concretos y la opinión del médico es decisiva.
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