Una familia de Vigo será desalojada de su vivienda esta misma semana o en los primeros días de la próxima para derribar el inmueble. ¿Delito? Haber hecho reformas que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) estima "obra nueva". Curiosamente, en Vigo hay ¡unas dos mil viviendas! edificadas ilegalmente, con sentencias firmes que así lo declaran; pero la reforma de una vivienda de 45 metros cuadrados de una sola planta con desván es más delito que decenas de edificios de 8, 10 y más plantas levantados a la brava.
El matrimonio propietario de la vivienda criminalizada obtuvo permiso municipal en 1999 para reformar la vieja casa existente en un solar de la parroquia de Sampaio, para lo que tiraron dos antiguas e inseguras paredes de piedra, sustituyéndolas por ladrillo. Una vecina tomó fotografías del cambio realizado y presentó una querella por presunta ilegalidad urbanística. La familia ganó varios pleitos, pero la vecina recurrió hasta el TSXG, que finalmente ha sentenciado que lo obrado debe ser derribado al estimar que la casa es "obra nueva".
Singular celeridad judicial
El matrimonio propietario de la vivienda criminalizada obtuvo permiso municipal en 1999 para reformar la vieja casa existente en un solar de la parroquia de Sampaio, para lo que tiraron dos antiguas e inseguras paredes de piedra, sustituyéndolas por ladrillo. Una vecina tomó fotografías del cambio realizado y presentó una querella por presunta ilegalidad urbanística. La familia ganó varios pleitos, pero la vecina recurrió hasta el TSXG, que finalmente ha sentenciado que lo obrado debe ser derribado al estimar que la casa es "obra nueva".
Singular celeridad judicial
Tras la presión vecinal, el ayuntamiento se comprometió a legalizar la reforma de ese inmueble en el plan general que actualmente se elabora, al igual que hará con los cientos de viviendas construidas en Vigo ilegalmente y cuyas demoliciones duermen el sueño de los justos.
Pero un juzgado de Pontevedra ha rechazado esa solución --vaya usted a saber los motivos-- y el pasado día 6 envió la orden de derribar precisamente esa casita de 45 metros cuadrados; orden que el ayuntamiento debe ejecutar en un plazo de 15 días, so pena de ser procesado por desacato.
Pero un juzgado de Pontevedra ha rechazado esa solución --vaya usted a saber los motivos-- y el pasado día 6 envió la orden de derribar precisamente esa casita de 45 metros cuadrados; orden que el ayuntamiento debe ejecutar en un plazo de 15 días, so pena de ser procesado por desacato.
¿A qué obedece la acción del juzgado de Pontevedra?, ¿quién ha movido ese hilo?, ¿ha sido el TSXG?, ¿se trata de una iniciativa singularísima del titular del juzgado?, ¿ha sido la vecina que presentó la denuncia inicial?, ¿acaso el ayuntamiento?...
Si el consistorio de Vigo (gobierno y oposición) quiere demostrar sus convicciones cristianas, socialistas y las que quieran añadir todos y cada uno de los ediles --incluido su rechazo a un concepto de justicia que rezuma podedumbre e ignominia-- esta es una ocasión única: ¡Que se reúna el pleno consistorial y el ayuntamiento se niegue a ejecutar el derribo! Vigo haría historia.
Y que luego la Justicia procese al consistorio por negarse a obedecer un dictamen que, en esencia, demuestra que la Justicia es capaz de ensañarse con un justiciable y a la par comprender, cerrar los ojos y perdonar a decenas y decenas de delincuentes urbanísticos.
¿Reino de España o reino bananero?
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ACTUALIZACIÓN:
La vergüenza de la que carecen la Administración y la denunciante, pues ha sido esta quien ha exigido el cumplimiento de la sentencia, la han tenido los vecinos de la familia perseguida.
Lea "Cerca de trescientos vecinos impiden el derribo de la vivienda de Vigo", en La voz de Galicia, y "La presión vecinal frustra por el momento el derribo de la casa de Sampaio", en Faro de Vigo.
La vergüenza de la que carecen la Administración y la denunciante, pues ha sido esta quien ha exigido el cumplimiento de la sentencia, la han tenido los vecinos de la familia perseguida.
Lea "Cerca de trescientos vecinos impiden el derribo de la vivienda de Vigo", en La voz de Galicia, y "La presión vecinal frustra por el momento el derribo de la casa de Sampaio", en Faro de Vigo.
Bananero. Saludos
ResponderEliminarMigraMundo, tus dos palabras --te conozco-- dicen mucho. Un abrazo.
ResponderEliminarLamentablemente, nuestros derechos valen tanto como el abogado que podamos pagar.
ResponderEliminarEs que lo de Vigo tiene tela marinera. Yo nunca había oído hablar de tantas ilegalidades juntas. Pero lo que más me alucina es que encima todo el mundo lo sabe, sale en los periódicos pero nadie hace nada.
ResponderEliminarY ¿por qué? Pues porque quien más, quien menos tiene algo ilegal.
Bananero, sin duda.
Pues me han pisado la primera palabra, así que diré alguna más.
ResponderEliminarSin duda alguna la opción acertada es "bananero".
Por otra parte... y no tengo datos que me avalen... juraría que quien movió los hilos en Pontevedra fué la vecina denunciante.
Por último... hay casos y casas mucho más graves que el que comentas en todo Vigo y nadie hace nada; pero claro, es más barato derribar una casa de 45 metros cuadrados que 8 plantas de un par de torres con 6 viviendas por planta ¿o no?.
¡Hasta pronto!
Hola, el problema "social" y de "justicia" está en la izquierda; en este caso la de Vigo. EL PSOE ES UN PARTIDO APARTIDARIO --desclasado, así de simple, sin sociedad propia--; y el BNG, ¿qué hace? Mejor dicho, ¿dónde está la UPG?, ¿dónde está IU y el PCE? Porque del PP no se puede esperar nada en ese sentido, en el social. De hecho, el PP es el partido que tiene más "partidarios", pues la esencia de la derecha es inequívoca: ¡que cada cual pande con lo suyo!
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