Carreras ilegales de automóviles, muchachas menores de edad que se desnudan ante una cámara, peleas, palizas, borracheras, robos e incluso agresiones que acabaron en homicidio.
Desde hace años --no sólo desde que existe la plataforma YouTube-- en Internet se pueden encontrar imágenes escalofriantes de lo más variado, incluidas arengas racistas, difamaciones, matanzas perpetradas por soldados regulares y mercenarios, o vídeos de imanes que enseñan a golpear a las esposas sin dejar marcas visibles...
Hay de todo (o casi).
Desde hace años --no sólo desde que existe la plataforma YouTube-- en Internet se pueden encontrar imágenes escalofriantes de lo más variado, incluidas arengas racistas, difamaciones, matanzas perpetradas por soldados regulares y mercenarios, o vídeos de imanes que enseñan a golpear a las esposas sin dejar marcas visibles...
Hay de todo (o casi).
En ocasiones, esas filmaciones sirven para esclarecer delitos y condenar a los culpables y, sin embargo, cada vez son más los que insinúan o afirman --incluidos periodistas-- que esas aberraciones y delitos ocurren porque existe internet...
Todos acabamos de nacer...
¿Acaso antes de internet no había carreras ilegales de coches, ni palizas callejeras, ni jovencitas sexualmente desinhibidas, ni escolares gamberros, ni borrachos, ni racistas, ni guerras…?
¿Acaso antes de internet no había carreras ilegales de coches, ni palizas callejeras, ni jovencitas sexualmente desinhibidas, ni escolares gamberros, ni borrachos, ni racistas, ni guerras…?
Pero la cosa va más allá, en las últimas semanas hay quienes defienden con mayor o menor desparpajo la tesis de que las leyes deberían permitir acciones administrativas (gubernativas o policiales) sin intervención de la autoridad judicial, e incluso arguyen que la ley dificulta las pesquisas policiales y abogan por legalizar medidas que quiebran principios básicos del Estado de Derecho.
En paralelo, la mayoría de los que confunden las raíces con las hojas evitan resaltar como se merece (¿acaso porque lo consideran irrelevante?) el papel que juegan esos padres y madres que justifican y amparan a los hijos que han perpetrado una salvajada, ni tampoco critican a los educadores que minimizan episodios de violencia gratuita: «Fue una broma pesada».
Hay simplismos que hacen estragos y que, para colmo, gozan de comprensión social, psicológica, pedagógica, mediática y política.
Hay simplismos que hacen estragos y que, para colmo, gozan de comprensión social, psicológica, pedagógica, mediática y política.
ENLACES:
Informe "Violencia y acoso escolar en España", y
Panel de datos de IANSA, con las cifras de muertos y heridos con armas cortas en centros de enseñanza desde 1996 (en formato PDF).
Yo tengo muy claro de quién es la culpa, tecnofobias aparte. Sobre eso escribí hace tiempo, antes de que mis ex jefes me borraran el blog. Por suerte, alguien rescató un extracto.
ResponderEliminarFélix, hemos de admitir que el ser humano siempre ha descargado su responsabilidad o bien en los grupos minoratorios de la población o bien en la tecnología.
ResponderEliminarRecuerdo que antes de internet, la culpa del crecimiento de la violencia en la calle, de la mala educación, del bajo rendimiento de los alumnos, de los asesinatos, las violaciones, etc., la tenía la TV. Antes de esto, era el rock. El rock satanizaba a la gente y la volvía "mala", la apartaba de la sociedad, la disociaba. Aún hoy se sigue acusando a algunos cantantes (Ozzie Osbourne, Marilyn Manson) de ser responsables de suicidios y crímenes culpa de la letra de sus canciones.
Decir "la culpa es de Internet" es lo mismo que decir "la culpa es de la TV" o "la culpa es de los judíos", o de los negros, o de los indigentes, o de "el otro", jamás nuestra. Extraer así la culpa de nosotros para enviarla a morir al desierto era el origen de los chivos expiatorios, un pobre animal sobre el cual los israelitas de antes de jesucristo descargaban sus pecados y abandonaban para así sentirse limpios. Supongo también que de ese pensamiento sale "el cordero de Dios" onque se nombra a Jesús y el hecho de que al morir en la cruz nos limpìó de nuestras culpas. Jesús aparece, entonces, como un chivo expiatorio de origen divino.
Internet es un medio de comunicación, un facilitador, de la misma manera que son facilitadores los autos (facilitan la traslación), los teléfonos (la comunicación), los diarios (la información), etc., y no puede decirse que pervierta a las personas porque es un medio inerte cuyo contenido depende de las personas. En todo caso, es la persona la que procede con incorrección, no el medio que elige para hacerlo. Es como si por las cosas que dice Losantos condenáramos todas las radios, dijeramos que "la radiofonía permite que uno hable con malicia de cualquier persona sin recibir castigo" y la culpa (como todos podemos discernir) no es del medio radiofónico, sino de una emisora de radio en particular que sostiene entre sus filas a un energúmeno (endemoniado, persona que no ha recibido aún el bautismo, jeje).
Decir "mi jefe me echó a la calle" nos salva de pagar las consecuencias anímicas que conlleva el no haberse desempeñado bien en un trabajo, aunque como toda regla no ha de aplicarse de manera generalizada porque algunos jefes sí son tamaños h de p, pero esa costumbre, la de no reconocer nuestras faltas para descargarlas en cualquier otro lado, es una costumbre seguramente tan vieja como la especie humana.
Conozco a un tipo que cada vez que despide a un empleado, difunde en ciertos ámbitos que este empleado le robaba. Inexplicablemente todos sus empleados le han robado en alguna ocasión. Todas las personas que han pasado por su empresa han sido culpables de ese delito. Por supuesto, es más fácil ser bueno si dices "lo eché por ladrón" que decir "lo eché porque si no debería dejarlo fijo", o "lo eché porque le prometí un ascenso al trasladarlo y luego no le cumplí". No, no he trabajado para este señor y jamás lo haría, no quiero ser de los que meten la mano en el bolsillo ajeno (jeje), pero existe un mecanismo en el pensamiento que nos obliga a sentirnos buenos, que trata de evitar que pensemos hicimos mal las cosas.
De esta forma, descargamos la culpa en las empresas por el efecto invernadero mientras conducimos nuestra 4x4 a hora pico por la autopista, o mientras tiramos el aceite de recambio del coche en un terreno baldío, o le tiramos con una batería a una gaviota "para ver si conservamos la puntería". Todos tenemos parte en el efecto invernadero, y creo que pocos estarían dispuestos a renunciar a sus vehículos, al uso del aire acondicionado y tantas otras cosas para evitar el calentamiento global. Que la gran empresa sea uno de los mayores contaminantes no significa que nosotros no contaminemos.
Ahora, volvamos a Internet. Es mucho más fácil decir "lo que sucede es culpa de la red de redes" que decir "yo no he criado bien a mi hijo, me he limitado a dejarle hacer..." cosa que como sabemos no funciona ni en economía.
Y luego surgen las voces de siempre, las voces de aquellos a los cuales molesta lo positivo que tiene Internet, la calidad de ágora que posee, porque indudablemente Internet se ha convertido en un centro cultural, social y político de la misma forma en que lo fueron las antiguas plazas griegas, y a los señores del no, de la prohibición por prohibir, les molesta que tanta gente se anime a ser libre, a poner en tela de juicio sus dichos, que tanta gente comente sus dimes y diretes y lleguen a conclusiones inconvenientes para ellos.
Olvidan la razón primordial del sistema de justicia, la presunción de inocencia, el hecho de que más vale que 99 culpables salgan en libertad antes de que un inocente quede preso. De la misma forma en que el General Ramón Camps ( http://www.terra.com.ar/canales/politica/134/134722.html ) que fuera jefe de la policía federal argentina durante el primer año del proceso militar dijo que si de 100 muertos uno era culpable, los otros 99 estaban bien muertos, estas personas buscan pervertir el sistema legal haciendo que la misma ley desconozca los derechos del ciudadano, y esto no ha de ser permitido.
La responsabilidad no es de Internet, que solo facilita la difusión de un delito que ya ha sido cometido, sino de quien comete el delito. Si pensamos de esta forma también pensaremos que la culpa de que haya tantos atropellos es de los autos, y no de los conductores, que la culpa de la guerra descansa en el armamento, y no en los gobiernos.
el otro día hablábamos de esto en mi blog: ¡pero si em mi adolescencia éramos peores! claro que nadie nos grababa, y las cosas, cuando las ves en una imagen, parecen mucho más fuertes. no creo que sea internet ni un teléfono móvil el culpable de agresiones etc, simplemente, lo que antes no sabías que sucedía ahora lo ves. y para mí es mucho mejor.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con tu tesis. Me dedico a impartir clases de nuevas tecnologías y su aplicación para los movimientos sociales a trabajadores/as y voluntarios/as de entidades sociales y es una idea muy arraigada la de concebir "youtube" (no conocen otros tipos de alojamiento de vídeo) como un lugar para ver imágenes perversas o cómicas. Existe una "criminalización" de muchos de estos lugares en internet por parte de muchos medios de comunicación, cuando ellos mismos los utilizan para la elaboración o documentación de muchas de sus noticias.
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