Europa es el continente que más emigrantes ha producido
durante los últimos cinco siglos, la mayoría huyendo
de la miseria o de la represión política
..Los movimientos de población transfronterizos tienen variadas raíces, pero casi siempre se dan por dos motivos: económicos (sea para buscar comida, mejor calidad de vida o abrir horizontes a la prole propia) y políticos (persecución ideológica, religiosa, étnica, etc.)
Los datos indican que las migraciones más numerosas son las de orden socio-económico, si bien durante el siglo XX también han destacado por su cuantía los movimientos de población de carácter transfronterizo e incluso transcontinental provocados por las guerras.
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Dibujo, Alfonso D. Rodríguez Castelao |
el Viejo Continente ha destilado
más de 70 millones de migrantes
Desde mediado el siglo XVI hasta la década de 1960 entre 46 y 55 millones de europeos abandonaron el continente rumbo a América, según las fuentes, pero ninguna de las referencias más fiables citan cifras inferiores a los 50 millones.
Cantidades menores marcharon a África, Asia y Oceanía, destacando las colonias europeas que se asentaron en toda la costa africana del Mediterráneo (desde Ceuta hasta Port Saïd), en la atlántica (desde Tánger hasta Conakry) y en la del golfo de Guinea (desde Monrovia hasta Libreville); en especial franceses, italianos, británicos y españoles; más los afincados en las colonias alemanas, belgas, británicas, francesas y portuguesas de la mitad sur del continente negro y de las costas e islas del Índico (aparte de ciudadanos de esos cinco países también destacan los holandeses y escandinavos); más los que marcharon a Oriente Próximo, más de 4 millones, en su mayoría a Israel; sin olvidar que a Australia y Nueva Zelanda emigraron o fueron expatriados en torno a 5 millones de ciudadanos del Reino Unido (siglos XVII-XX), y no menos de 4 millones de rusos, ucranianos, tártaros de Crimea y miembros de etnias caucasianas fueron instalados o emigraron a Asia central y Siberia, etc. y etc.
Cantidades menores marcharon a África, Asia y Oceanía, destacando las colonias europeas que se asentaron en toda la costa africana del Mediterráneo (desde Ceuta hasta Port Saïd), en la atlántica (desde Tánger hasta Conakry) y en la del golfo de Guinea (desde Monrovia hasta Libreville); en especial franceses, italianos, británicos y españoles; más los afincados en las colonias alemanas, belgas, británicas, francesas y portuguesas de la mitad sur del continente negro y de las costas e islas del Índico (aparte de ciudadanos de esos cinco países también destacan los holandeses y escandinavos); más los que marcharon a Oriente Próximo, más de 4 millones, en su mayoría a Israel; sin olvidar que a Australia y Nueva Zelanda emigraron o fueron expatriados en torno a 5 millones de ciudadanos del Reino Unido (siglos XVII-XX), y no menos de 4 millones de rusos, ucranianos, tártaros de Crimea y miembros de etnias caucasianas fueron instalados o emigraron a Asia central y Siberia, etc. y etc.
Los europeos migraron a prácticamente todos los países del mundo. Los europeos fueron los chinos desde el XVI hasta mediado el XX: había blancos por doquier y, para colmo, en un elevado porcentaje eran prepotentes y/o sabiondos...
Pobreza, emigración, más pobreza...
Pobreza, emigración, más pobreza...
Desde hace sólo medio siglo los movimientos de población más numerosos se producen desde países empobrecidos o poco desarrollados a países emergentes o ricos; por lo que a medio y largo plazo esas migraciones habrán contribuido a empobrecer todavía más al Tercer Mundo a la vez que favorecido el crecimiento económico en las geografías más desarrolladas o que están en plena expansión.
Y pocas certezas más de orden general se pueden extraer de la historia de las migraciones.
El rosario de simplezas, superficialidades y ocurrencias con las que algunos personajes --e incluso partidos políticos que se arrogan la calidad de cristianos-- pretenden enriquecer el debate sobre las migraciones apenas clarifica nada y, para colmo, en ocasiones sólo sirve para enredar y emponzoñar actitudes.
Naturalmente, hay cuestiones culturales --personales y colectivas-- de alto interés que exigen atención, pero en la "culta" Europa del siglo XXI se ha llegado a un punto en el que cuando se habla de migrantes priman los discursos interesadamente alambicados, las satanizaciones derivadas de la ignorancia o del ultranacionalismo fascista... Desde la década de 1981 ganan crédito la xenofobia (rechazo al otro) y el racismo (rechazo a otras etnias).
Naturalmente, hay cuestiones culturales --personales y colectivas-- de alto interés que exigen atención, pero en la "culta" Europa del siglo XXI se ha llegado a un punto en el que cuando se habla de migrantes priman los discursos interesadamente alambicados, las satanizaciones derivadas de la ignorancia o del ultranacionalismo fascista... Desde la década de 1981 ganan crédito la xenofobia (rechazo al otro) y el racismo (rechazo a otras etnias).
Y lo más chusco: Hay quienes aducen razones económicas para promover la construcción de muros y el cierre de fronteras. Convendría colocar carteles en los lugares públicos más concurridos en los que figuraran estos tres hechos:
Estoy totalmente de acuerdo.
ResponderEliminarY que opinas de la "emigración" (por llamarle de algún modo) interregional dentro de un pais. ¿Beneficia también a la región receptora o a todo el pais en general?
Un saludo
Siempre acaba imperando, sin embargo, el discurso político, porque es el más fácil y simple, y hasta cuando parece que es el económico el que impera, siempre lo hace con tintes, con matices políticos que lo devalúan. Seguiremos intentándolo. Unha aperta.
ResponderEliminarPedazo de post!!!
ResponderEliminarMe lo imprimo.
No puedo añadir nada. Todo lo has dicho en el post.
Besos migratorios, como la historia del mundo.
A José Luis: En mi opinión, las migraciones dentro del territorio español --porque supongo que esa es la "esencia" de tu interrogante-- han generado fenómenos similares.
ResponderEliminarDe ahí que las revindicaciones políticas y presupuestarias de corte nacionalista --con ser legítimas-- estén "cojas" y carezcan en gran medida de las virtudes de la prudencia, de la ciencia económica y de la equidad inter-territorial en su sentido más social. Nadie puede negar --científicamente hablando-- que Cataluña, el País Vasco y Galicia son naciones--al igual que Castilla-- pero Estado y nación nunca han sido conceptos equiparables, otra cosa es que esa y otras condiciones fueran utilizadas como factores integradores y/o cohesionadores en los siglos XVII-XX, en el tránsito al Estado moderno.
Dentro de un mismo territorio administrativo (estatal) se han dado y se dan situaciones equiparables a las que se hoy se registran entre países del Tercer y Primer mundos en cuanto a las migraciones.
En los años sesenta y setenta eso era perceptible en la Barcelona en la que yo me crié, por poner un ejemplo. No por esto hay que afilar las herramientas españolistas --que es otro nacionalismo, hoy el más "peligroso"--, pero sí nos debería ayudar a comprender, matizar, relativizar...
Un abrazo.
Muy bueno el post y muy certero, solo un pero, los principales movimientos migratorios actuales se dan dentro de la África, o al menos eso creo haber leído.
ResponderEliminar¡Qué me vas a contar! Nacido en Alemania en 1968, hijo de emigrantes gallegos... luego retornados. Además, antes de ir a Alemania habían venido a Vigo desde sus pueblos respectivos... aúno la migración interior y la exterior en mi familia y en mi persona.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con las ideas que expones y cómo las expones, como cabe suponer.
Un abrazo
Magnífico post, Félix. Gracias por el análisis.
ResponderEliminarEnlazo.
Buenos días.
ResponderEliminarGracias por contestarme. Si que estoy de acuerdo contigo en el concepto de nacionalismos central como algo "peligroso", como concepto de "nacionalismo". A mi modo de ver, (también digo que sin mucho peso), creo que los movimientos interregionales de capital humano no mueven las cifras macroeconómicas de un país (si consideramos a España como pais sin diferenciar comunidades). Las cifras macro de cada de comunidad si que se ven afectadas. Yo creo, y no se si opinarás lo mismo, que el movimiento interno de mano de obra no se refleja en la economía nacional (macro)mientras lo que si motiva es que en la microeconomía familiar si se puedan producir muchísimas desigualdades entre diferentes territorios o comunidades, que a su vez lleven aparejadas diferentes asignaciones presupuestarias dentro de los presupuestos nacionales. Es una especie de pescadilla que se muerde la cola. Si una comunidad genra empleo y riqueza, esta repercute en la microeconomía de sus miembros que a su vez demandan servicios que necesitan una inversion estatal mayor y asi consecuentemente generara más riqueza y por lo tanto mejoras en sus ciudadanos. Yo creo que muchas veces el problema se encuentra en los políticos y en su utilización de los fonods públicos no en bien de su comunidad, sino en su propio beneficio político, pero bueno, esto es algo normal.
A José Luis: Sólo quiero añadir un detalle. La calidad de vida no depende sólo de la economia --y mucho menos de la macro--. Prácticamente nunca se valoran "bienes" que los analistas económicos oficiales y oficialistas no mensuran. Por si fuera poco, hay afanes y fijaciones tan abusrdos como demandar autopistas de 20kilómetros para ahorrar cuatro minutos en desplazamientos que afectan al 5% de la población... Hay casos concretos al respecto; en parte debido al escaso sentido de colectividad que acusan (o acusamos) los ciudadanos españoles.
ResponderEliminarEn fin, el asunto es muy complejo y la tendencia a territorializar todos los análisis acostumbra a emponzoñar y muchas veces convierte lo relativo en absoluto.