El libro Ikea, un modelo desmontable, cuyos autores son los belgas Olivier Baily, Denis Lambert y Jean-Marc Caudron, destapa otra cloaca. La revista El observador acaba de difundir una entrevista con los tres en la que, entre otras cosas, adelantan algunos aspectos de las fábricas proveedoras con las que Ikea trabaja en Bangladesh, India y Vietnam:
«Lo que más nos ha hecho cuestionarnos el modelo de Ikea es que las mujeres de esas fábricas trabajan entre 80 y 90 horas cada semana y no reciben un salario que les permita vivir con dignidad. Las condiciones de vida son muy difíciles para ellas. No pueden, por ejemplo, comer carne más que dos o tres veces por mes. Se les paga el mínimo legal: en India 37 euros al mes, en Bangladesh 11 y en Vietnam, 43; y no hay sindicatos porque hay miedo a perder el empleo…»
«Lo que más nos ha hecho cuestionarnos el modelo de Ikea es que las mujeres de esas fábricas trabajan entre 80 y 90 horas cada semana y no reciben un salario que les permita vivir con dignidad. Las condiciones de vida son muy difíciles para ellas. No pueden, por ejemplo, comer carne más que dos o tres veces por mes. Se les paga el mínimo legal: en India 37 euros al mes, en Bangladesh 11 y en Vietnam, 43; y no hay sindicatos porque hay miedo a perder el empleo…»
Habrá que leer el libro; entretanto, vale la pena el anticipo de la entrevista: Pulse aquí, lea y no reniegue de la humanidad...
Buenas Félix,
ResponderEliminarGracias por la información. Aún recuerdo el artículo que estos mismos autores publicaron en le Monde Diplomatique hace unos meses (puede leerse aquí), que por desgracia no tuvo mucho eco. Esperemos que este libro sí. Cuando he hablado de este tema con gente, muchos dicen que la "mayoría de grandes empresa internacionales tendrán las manos manchadas". Seguramente, pero deberemos empezar a castigar con nuestro rechazo a aquellas en que tengamos la certeza.
Estoy convencido que detrás de enormes riquezas y empresas poderosas de rápida expansión, hay una terrible explotación que debe ser aireada, para que todos tengamos conciencia de ello. Pena que no siempre salen a la luz pública.
ResponderEliminarPor desgraça nom deveriam sorprender-nos este tipo de notícias, pois é a tendência actual das multinacionais e da economia neoliberal em geral.
ResponderEliminarHai uns anos, Naomi Klein explicou como funciona e quais som as tendências no mundo das marcas no seu excelente livro "No logo", o qual estou lendo na actualidade, e que sem te-lo rematado, atrevo-me a recomendar.
La verdad es que no me sorprende. Como ocurre con la telebasura, nosotros, los ciudadanos, también somos culpables.
ResponderEliminar¿Cómo es posible que esos muebles sean tan baratos? Algunas razones están en la propia política de la empresa: tienes que montarte tú el mueble, compran en grandes cantidades, etc etc etc.
Pero en el fondo sabemos que esos muebles posiblemente provengan de maderas de dudosa procedencia, y de empleados mal pagados o explotados. Pero aún así la gente sigue comprando en Ikea, por que al final lo único que nos preocupa es que el mueble vale un 50% menos que en otro local. Así que finalmente, miramos para otro lado, sacamos nuestra tarjeta, y seguimos con nuestra vida.