Con motivo del debate de los presupuestos de la comunidad autónoma gallega para 2009, Núñez Feijóo, líder del PP y ex conselleiro de Fraga Iribarne, ha llegado a decir que el proyecto de cuentas públicas presentado por la coalición gubernamental (PSOE-BNG) es ¡el mayor escándalo político de la democracia en Galicia!...
Lo más chocante del asunto es que las enmiendas presentadas por el PP ante tamaño escándalo afectan a ¡poco más del 1 % de los dineros presupuestados! Exactamente, a 120 millones de un total de 11.793 millones de euros.
Sabido es que datos y demagogia casan mal, de modo que las cifras se relegan a segundo plano a fin de lograr que los ciudadanos que hayan saboreado la bilis cuestionen la honestidad política del bipartito (denominación del gobierno que el PP y los medios han popularizado).
Las subprime y el bipartito...
Además, listo como es, Núñez Feijóo ha relacionado el proyecto de las cuentas públicas con los apuros que viven numerosas familias y con el aumento del desempleo derivados de la crisis financiera. Al hilo del alarmismo anti-bipartito, la crisis de las subprime la habría generado Fernández Antonio (titular de Economía) y la crisis de Fadesa sería una maniobra de Suárez Canal (conselleiro de Medio Rural).
Desde hace unos meses, el PP gallego ha hecho suya la táctica del sector bronca de su partido.
¿Cuál es la reacción del bipartito causante de la crisis ante la valentía ética de Núñez Feijóo? Cabe resumirla con una frase: «Tranquil, Jordi, tranquil, es la Guardia Civil...» [palabras del Rey dirigidas a Jordi Pujol durante el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981].
El tremendismo del PP gallego merece que la Fiscalía cumpla sus funciones con el mismo rigor jurídico que ha empleado en las islas Balears.
Si la omertá que se ha roto en la comunidad balear se rompiera en Galicia...
Ésa es la clave. Me da la impresión de que PSOE y BNG reeditarán e incluso mejorarán ligeramente sus resultados las siguientes elecciones sólo por la inercia que da estar en el poder, pero el hecho de no haber tirado de la manta y sanear la administración gallega creo que ha generado bastante malestar entre muchos de los que esperaron durante años la salida del PP y la destrucción de su red clientelar. En los últimos años, lamento decirlo, pero he notado mucha decepción en el personal cuando he andado por allí.
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