Terror, terrorismo, terroristas: Cuando el lenguaje transmite ideología y sirve a intereses

Hoy, en Galicia es noticia que Xosé Manuel Beiras, ex portavoz del Bloque Nacionalista Galego (BNG) y líder de Encontro Irmandiño (colectivo de izquierdas integrado en el BNG), por haber comentado que «los terroristas más peligrosos no sólo andan libres, sino que están en el poder», aludiendo a cuatro personajes de la vida pública.
A saber:

* Mariano Rajoy, por ser «cómplice de delitos contra la humanidad» pues, tal como ha explicado Beiras, formó parte del Gobierno de Aznar López cuando este, representando a España, participó en la invención y difusión de una mentira (→Irak posee armas de destrucción masiva) para justificar políticamente, que no legalmente, la invasión de Irak con la consiguiente muerte de decenas de miles de personas, arruinando el país y causando decenas de miles de fallecimientos añadidos a consecuencia de la miseria, la subalimentación y las enfermedades subsiguientes.
Además, Beiras ha recordado que Rajoy también participó activamente en la intoxicación informativa mediante la que se intentó --y se sigue intentando-- imputar a ETA los atentados del 11-M con la evidente finalidad de alimentar la existencia de un terror electoralmente útil.

* Miguel Ángel Fernández Ordóñez, gobernador del Banco de España, al que Beiras ha calificado de «agente del fascismo internacional» [Diccionario de la RAE: "Fascismo, 1. m. Movimiento político y social de carácter totalitario que se produjo en Italia, por iniciativa de Benito Mussolini, después de la Primera Guerra Mundial. 2. m. Doctrina de este partido italiano y de las similares en otros países"].

* Antonio María Rouco, arzobispo de Madrid y máximo dirigente de la sección española del Estado del Vaticano, de quien Beiras ha recordado su perseverancia en mantener que la guerra civil española que desencadenó el golpe de Estado de 1936, así como la dictadura posterior constituyeron una santa cruzada en defensa de los valores que propaga la curia [INCISO: catolicismo no es sinónimo de cristianismo].

* Alfredo Pérez Rubalcaba, actual vicepresidente primero del Gobierno español, a quien Beiras considera el principal artífice del golpe de timón político que ha dado el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero para adoptar reformas que conculcan el programa del PSOE y generan miseria social.
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Aterrorizar siempre es propio de terroristas, ¿o no?
Se puede estar de acuerdo o en desacuerdo total o parcial con la tesis de Beiras, pero es evidente que las iniciativas y/o acciones de alguno o de los cuatro personajes mencionados han provocado terror; por ejemplo, cientos de miles de asalariados viven aterrorizados ante el futuro económico-laboral y la mísera pensión de jubilación que les espera.

Y también a modo de ejemplo, no vale olvidar que la invasión de Irak más el golpe de Estado de 1936 que propició la guerra y la posterior dictadura franquista desembocaron en practicas terroristas, hay pruebas irrefutables en ambos casos. 

El uso de las palabras terror, terrorista y terrorismo conlleva numerosas inexactitudes, equívocos y perversiones porque, de entrada, es evidente la tendencia --ya asumida por la mayoría de los periodistas y de todos los medios convencionales-- a que los vocablos terror, terrorista y terrorismo sólo se utilicen con relación a personas que recurren a la violencia o a los movimientos de insurgencia, incluso cuando la violencia constituye la única respuesta posible frente a un régimen criminal... pero con una salvedad, si los insurgentes violentos son avalados por alguna potencia occidental entonces tampoco son terroristas, en estos casos la violencia no es terrorismo, sino admirable lucha de liberación.
Los prescriptores de lo políticamente correcto han prohibido emplear los vocablos terror, terrorista y terrorismo para describir o calificar a los gobiernos que matan y roban, desencadenan guerras, o que causan miseria, enfermedades, hambrunas, desempleo y miedo al mañana. 

Se puede estar de acuerdo o en desacuerdo total o parcial con la tesis de Beiras, se puede cuestionar que el calificativo de terrorista se aplique a alguno de los personajes que él ha citado, pero en todo caso es inequívocamente cierto que hay generadores de terror y justificadores de actos de terrorismo que merecen comprensión oficial y mediática... ¡e incluso son aplaudidos!