Los hechos demuestran que las instalaciones de distribución de energía eléctrica en Barcelona son inadecuadas.
Y al mismo tiempo Endesa --la principal suministradora de la ciudad-- anuncia a bombo y platillo que durante el primer semestre de este año ha ganado 1.255 millones de euros (210.000 millones de las antiguas pesetas).
Esta noche apenas quedan hogares sin suministro, aunque el problema no está solucionado porque unos diez mil abonados reciben energía gracias a equipos provisionales que, para colmo, han podido ser instalados gracias a la colaboración del Ejército.
¿Será porque las compañías son deficitarias y necesitan ayuda pública?
La cicatería inversora de Endesa --cuya penetración en Catalunya se debe a que adquirió Fuerzas Eléctricas de Cataluña (Fecsa)-- es tan incomprensible como el discurso de Pizarro, nombrado presidente de la eléctrica por los gobiernos de la comunidad y ayuntamiento madrileños vía Cajamadrid; es decir, por el PP.
Exigir responsabilidades a los gobiernos central y autonómico por lo ocurrido puntualmente esta semana en Barcelona sería absurdo, pero sí estaría justificado exigirles explicaciones por la comprensión con la que son controladas las actividades y la gestión de Endesa. Queda el consuelo de pensar que entre los miles de barceloneses que estos días han sufrido el apagón hay menos fumadores que hace un año…
Exigir responsabilidades a los gobiernos central y autonómico por lo ocurrido puntualmente esta semana en Barcelona sería absurdo, pero sí estaría justificado exigirles explicaciones por la comprensión con la que son controladas las actividades y la gestión de Endesa. Queda el consuelo de pensar que entre los miles de barceloneses que estos días han sufrido el apagón hay menos fumadores que hace un año…
Barcelona recupera la luz, ¿se animará alguien más a recuperarla para distinguir entre lo personal y lo colectivo, entre lo relativo y lo esencial?
es increíble, desde luego, que una ciudad como BCN se quede sin luz durante días. demuestra una clara perversión de sistema que permite a una empresa que presta un servicio público ganar indecentes cantidades de dinero sin exigirle a cambio inversiones en tecnología.
ResponderEliminarNunca hay que dejar de exigir. Pero la reaccion ciudadana ha sido desmedida.
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