Los gestos, la memoria y el Pazo de Meirás

El país ha publicado dos reportajes sobre el Pazo de Meirás en los que alude a la iniciativa del actual gobierno autonómico gallego (PSdeG-BNG) para que el inmueble sea declarado Bien de Interés Cultural [actualmente está en manos de los herederos de Francisco Franco y antes de ser "regalado" al dictador perteneció a la escritora Emilia Pardo Bazán].

Han tenido que pasar más de tres decenios desde la muerte del general para que las instituciones democráticas de Galicia se interesen por la finca y el edificio. El reportaje de El país contiene una frase que mueve a la reflexión:
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«Nadie quiere

recordar»

«En la aldea de Meirás, mentar cómo se fraguó y llevó a cabo la donación de la provincia de La Coruña al Caudillo de España es aún hoy un tema tabú.
«Nadie quiere recordar [casi todos prefieren echar tierra sobre el asunto] (...) Muchas familias fueron obligadas a la venta forzosa de sus fincas [en el entorno del pazo], pagadas a precios irrisorios o incluso sin compensación económica alguna, para duplicar la propiedad con el fin de regalarla a Franco», tal como ha narrado la periodista Paola Obelleiro.

Al margen de mil y una consideraciones, en este asunto hay dos aspectos que llaman la atención:

Primero, resulta chocante que el contencioso político e histórico sobre el pazo y su conservación solape el latrocinio que perpetró el aparato franquista coruñés para costear la compra y donación de la finca; y
Segundo, la patética renuencia de la mayoría de lugareños de Meirás y de numerosos coruñeses a hablar del Pazo y, por ende, evitan llamar a las cosas por su nombre.   

¿Para qué engañarse? La mayoría de los coruñeses han optado por la desmemoria o hartos de sufrir y/o de sentir asco, dan por buena la versión dulce, hábilmente fomentada durante decenios.

A estas alturas, la actitud de pasar se ha generalizado, aunque cueste admitirlo, a lo que ha contribuye sobremanera la retórica de la eterna Transición y de olvidar...    
¿Vale la pena invertir medios y esfuerzos en el gesto político de declarar el Pazo de Meirás bien de interés cultural? 

La respuesta requiere valoración desapasionada. En todo caso, convendría subrayar y proclamar a los cuatro vientos que los actuales propietarios --pese a conocer el vergonzoso origen del regalo-- hacen cuanto pueden para impedir la acción institucional.
Los jerarcas del régimen franquista conservan todo cuanto robaron, que fue mucho, y lo hacen en gran medida gracias a la inhibición y a veces con la complicidad de las instituciones democráticas, y agazapados tras la cómoda desmemoria de la mayoría de los ciudadanos... ¿serán capaces algún día de recordar?

(foto y pie capturados en El país)

RECORDATORIO: 

«Tras la muerte de Emilia [Pardo Bazán], en 1921, y el asesinato en 1936 de su hijo Jaime y del nieto de la condesa, también llamado Jaime, por milicianos de la FAI, la propiedad queda en manos de su hija Blanca Quiroga de Pardo Bazán y de Manuela Esteban-Collantes, viuda de Jaime.

«Las dos deciden donar el pazo a la Compañía de Jesús con una serie de condiciones que no son aceptadas por esta. Entonces, en 1938, las autoridades franquistas coruñesas deciden ofrecer el pazo a Francisco Franco como residencia veraniega. 

Una vez cerrada la venta, no se permitió la entrada a la hija y heredera de Emilia Pardo Bazán, que en vano intentó recuperar sus pertenencias.

«La operación de compra incluyó por tanto todo el mobiliario y el legado de la escritora, así como unas tres hectáreas de terreno.

«Se constituyó una comisión con el fin de acondicionar el pazo y recaudar el dinero necesario para ello por medio de donativos en parte forzosos. A funcionarios y trabajadores de empresas privadas se les restó parte de su salario para comprar el Pazo, y se obligó a [todos] los ayuntamientos [de la provincia] de La Coruña a aportar como mínimo el 5 % de la recaudación del impuesto de la contribución.

«La Junta Pro Pazo encomendó por carta a los alcaldes que constituyeran comisiones y “visitar personalmente a sus convecinos para que nadie pueda mañana considerarse postergado si su deseo es contribuir con su grano de arena para el Pazo del Caudillo”.

«La torre y los principales motivos ornamentales del Pazo de Bendaña en Dodro fueron trasladados al Pazo de Meirás. A las propiedades iniciales que correspondían al pazo, se le añadieron algunas cercanas gracias a un proceso de expropiación forzosa de los terrenos colindantes, llevando así la superficie del edificio y de las tierras que lo rodean a 6,6 hectáreas.

«La Diputación de La Coruña también expropió fincas para la “mejora y ornamentación” de la carretera que va de la capital de la provincia al pazo». 

[resumen histórico capturado en la Wikipedia]
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DE INTERÉS: 

«A do Pazo de Meirás é a historia da corrupción política dun réxime», vía Praza Pública (gal).

ACTUALIZACIÓN (11 julio 2019):

La Abogacía del Estado ha presentado una demanda en los juzgados de A Coruña por la compra-venta “fraudulenta” del Pazo de Meirás y su entrega al dictador.