14 mayo 2008

Patxi López se rasca el grano en el culo y sangra

Patxi López, líder del PSE-PSOE, mantiene una actitud prudente, alejada de los aspavientos que adornan la vida política de las Españas, lejos de los espectáculos que dan los políticos que no cuentan hasta diez antes de hablar... Pero hace unas horas --quizá contagiado por los excesos verbales que estos días ofrecen Aguirre, Botella, Aragonés, Mayor y demás derechistas a cuenta de la espantá de San Gil-- el hasta ahora escrupulosa y políticamente correcto López ha quebrado esa trayectoria que tan buenos resultados electorales le ha dado.
El error ha tenido lugar en el programa Julia en la Onda (Onda cero), donde ha declarado que Rosa Díez, la inventora de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), es «una mujer de derechas a la que espero que no le vote nadie de la izquierda».
¡Que ingenuo!
María San Gil, el más reciente torpedo lanzado contra Rajoy,
y Rosa Díez, la centro-derechista que tardó años en darse
cuenta de que no es socialdemócrata
Julia Otero, siempre al quite, le ha tirado de la lengua: «¿Un poco duro?»; y él, ingenuo otra vez, ha añadido: «Es lo que pienso. No comparto ninguna de las propuestas que está haciendo en el Congreso de los Diputados. Ninguna de ellas. Sin embargo, las comparte el Partido Popular y muchos de los medios de comunicación que están al lado del PP y que la sacan en todas las portadas y en todos los noticiarios».
Díez, ex eurodiputada del PSOE, ya era de derechas --exactamente, de centro-derecha-- cuando era compañera de militancia de López, de lo que la ecléctica diputada ya había dado pruebas irrefutables en numerosas ocasiones, tal como hemos comprobado todos los que hemos tenido oportunidad de escucharla.
¿Y entonces, qué ha ocurrido para que López otorgue tanta importancia al asunto como para condenarla a toro pasado y públicamente? Pues ha ocurrido que Díez era de izquierdas (¿?) por la sencilla razón de que portaba el carné del PSOE; y en el momento que lo ha roto... ¡es de derechas! Era cosa sabida, pero rara vez un alto representante del PSOE confirma la escasa importancia que el partido socialista otorga a la chocante actidud de algunos de sus militantes, incluidos cargos públicos.
¿Cuántos centro-derechistas hay en el PSOE? Desde lo de Miguel Boyer, he perdido la cuenta.
El silogismo que subyace en lo manifestado por López supone un desliz mayúsculo: Díez deja de ser militante del PSOE, luego es de derechas...
UPyD, el fugaz encanto del eclecticismo
¿Qué dice o hace actualmente la lideresa de UPyD que no dijera o hiciera cuando formalmente era socialdemócrata? Nada relevante, pues el único cambio en su discurso ideológico --aunque hablar de ideología en este caso es ridículo-- es que ha puesto el acento en la cantinela de la unidad de España y en ese ardid de que hay que garantizar ¡la igualdad de todos los españoles!, ¿también entre Botín y mi vecino del tercero izquierda?
Salvo esas pamplinas inequívocamente retóricas y propias de una adolescente, Díez es la sonrisa del eclecticismo, mejunge que ella dora con las simplezas que se venden bien en un país en el que los aspirantes a embaucado, asqueado y esnob suman cientos de miles.
En realidad, lo más destacable de la acción política de Díez desde que fue elegida diputada por Madrid --este detalle es sustancial-- es la búsqueda de compañeros de viaje para paliar su previsible viudedad política y social, pues ella sabe perfectamente que su existencia es coyuntural y que se debe a dos circunstancias radicalmente ajenas (sus méritos políticos son escasos):
Primera, Díez se beneficia de la necesidad que tiene el PSOE de llevarse bien con las formaciones nacionalistas debido a que carece de mayoría absoluta en el Congreso, lo que ha proporcionado a UPyD el respaldo de un segmento --aunque de cuantía menor-- de votantes de centro-derecha que huyen del PP-línea dura, y
Segundo, la resistencia de Mariano Rajoy a ceder el liderazgo del partido al PP-línea dura --ahí está la recientísima andanada de San Gil-- ha provocado que la derecha dura y sus aliados mediáticos [El mundo, por ejemplo] den cancha a la ex compañera de López.
Y va López, se rasca y sangra
En ese escenario, el generoso torrente de palabras que Patxi López le ha dedicado al grano en el culo apellidado Díez revela, por un lado, que López tiene puntos flacos --de entrada, no contar siempre hasta 10 antes de hablar y de salida, no asimilar la traición aunque estuviera cantada.
Por otra banda, el desliz evidencia que en el PSOE hay ingenuos que siguen creyendo (o nos quieren convencer de) que tener carné del partido socialista es sinónimo de ser de izquierdas.
En fin, que Patxi López ha cometido un error que, aparte de hacerle más humano, tiene su origen en que ha prestado atención a un fenómeno que es hijo de la desidia ideológica de su partido.

1 comentario:

  1. Mal me veo, tomo la deriva de estar siempre de acuerdo con tus reflexiones, hasta cuando no me expreso. No puedo estar más de acuerdo contigo: ¿estar en el PSOE es señal inequívoca de que se es de izquierdas? Rotundamente no. Ejemplos miles, antes, ahora y no sé si en un futuro. La señora grano en el culo de López no es más que una de tantas, una de tantas que utilizan a los partidos para lucrarse. ¿servicio público? Sí, cuando ponen la mano y la introducen luego en el bolsillo. Y el colmo es cuando,además, se sienten escritores, intelectuales y más.

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