El periódico Público dedica un reportaje a Marcelino Camacho, histórico dirigente de Comisiones Obreras. Este párrafo merece ser destacado:
«Ante el interrogante si se ha derechizado Comisiones Obreras, la respuesta es tajante: Nosotros somos de izquierdas. Hay clases y lucha de clases. Los patronos tienen intereses distintos al nuestro y en el sistema capitalista se explota a los trabajadores, argumenta el viejo sindicalista, tajante. Pero no elude la polémica. ¿Cree que José María Fidalgo es de izquierdas? No es de izquierdas, afirma con sonrisa pícara, antes de añadir: Es neutro. Tampoco diría que es de derechas».
«Ante el interrogante si se ha derechizado Comisiones Obreras, la respuesta es tajante: Nosotros somos de izquierdas. Hay clases y lucha de clases. Los patronos tienen intereses distintos al nuestro y en el sistema capitalista se explota a los trabajadores, argumenta el viejo sindicalista, tajante. Pero no elude la polémica. ¿Cree que José María Fidalgo es de izquierdas? No es de izquierdas, afirma con sonrisa pícara, antes de añadir: Es neutro. Tampoco diría que es de derechas».
A sus 91 años de edad, Camacho ya no tiene porque callar lo que otros callan. Ciertamente, cabe deducir que Fidalgo no es políticamente reaccionario; pero su comprensiva y contemporizadora actitud ante la desaceleración, la inminente recesión y sus causas --amén de otros detalles-- es la propia de la llamada izquierda caviar. Es decir, no es de izquierdas.
ENLACE al reportaje de Público.
¿Sabes, Félix, lo que más me sorprende? Que tenga que ser Marcelino Camacho el que abra la caja de Pandora. ¿Pero es que lo tiene que insinuar Marcelino para que los demás nos demos cuenta? CC.OO. con determinadas actuaciones en los últimos tiempos así lo viene corroborando no solo porque Fidalgo sea amigo de Aznar. En Andalucía CC.OO. es el principal valedor junto con ANPE y UGT de una Ley de Incentivos de la Calidad en Educación que es propia de Esperanza Aguirre. Eso en lo que toca a mi ramo, en su comportamiento ante la crisis, ni hablamos.
ResponderEliminarEn el círculo donde me muevo y donde he trabajado durante cinco años que ha sido CC.OO te diré que eso ya lo hemos visto desde el primer día que Fidalgo está de secretario.Marcelino Camacho, prácticamente se le invitó a q se fuera..supongo que querían nuevos "aires"...aún así Marcelino podria haber comentado más si cabe...ya que por sus canas le revosa la sabiduría de este sindicato de...base.
ResponderEliminarSaludos
Pues en mi ramo lo que toca es calentar el culo en los despachos, traicionar a los trabajadores, y después insultarlos. Y no lo digo yo, lo dicen ellos.
ResponderEliminar¿Pero qué vamos a esperar de un sindicato que no es de izquierdas ni es de clase, a pesar de lo que su nombre haga suponer?.
Y es que cuando se pierden los principios no queda nada.
Juan,
ResponderEliminarSi Fidalgo (¡¡¡y otro tanto el ugetista Méndez!!!) contara hasta 10 antes de hablar, los sindicatos ganarían credibilidad y él (¡¡¡ellos!!!) pensarían y sentirían vergüenza.
Félix: les haces un favor atribuyendo sus barrabasadas a la irreflexión. Yo creo que saben lo que dicen y no tienen vergüenza
ResponderEliminarJuan,
ResponderEliminarDudo que en las palabras de Fidalgo y Méndez siempre haya maldad y renuncia premditada; pero quizá tengas razón y si es así, si realmente están defendiendo lo indefendible... Mejor no lo digo.
Pereyra,
ResponderEliminarHe visitado el enlace que recomiendas, el de "Los sindicalistas ambidestros".
Ya conocía otros casos similares, que son representativos de la escasa cultura política y la nula conciencia de clase que acusan demasiadas organizaciones que formalmente son o deberían ser de izquierdas.
En este país hay bastantes políticos de centro-derecha que han sido ministros "socialistas", empezando por Boyer y acabando por Bono.
Saludos.