El 5 de mayo de hace 225 años, en 1789, se inició el proceso político y social que desembocó en la Revolución Francesa.
En aquel histórico 5 de mayo, los representantes del tercer estado, el estamento que agrupaba a los diputados elegidos por la burguesía y el pueblo llano, convocaron los llamados Estados Generales de la Asamblea Nacional, el plenario que reunía a los diputados de los tres estados o estamentos: los representantes de la nobleza, los del clero y los elegidos por los burgueses y el pueblo llano aburguesado.
En aquel histórico 5 de mayo, los representantes del tercer estado, el estamento que agrupaba a los diputados elegidos por la burguesía y el pueblo llano, convocaron los llamados Estados Generales de la Asamblea Nacional, el plenario que reunía a los diputados de los tres estados o estamentos: los representantes de la nobleza, los del clero y los elegidos por los burgueses y el pueblo llano aburguesado.
Estos últimos, los elegidos por el pueblo llano, eran preseleccionados y aleccionados por los burgueses liberales --burgueses eran, sin duda, lo segundo es obligado reseñarlo en cursiva--que en la Francia de 1789 despejaron el camino al Estado moderno, el mismo que unos años después el genio militar apellidado Bonaparte pulió, domó, ilustró y demostró que el Estado era y sigue siendo perfectamente compatible con el autoritarismo y este, además, en ocasiones incluso es nesesario para evitar que el pueblo llano sustituya a la burguesía...
No obstante su actitud, Napoleón expandió por toda Europa los valores de la Ilustración, el laicismo y los principios básicos de la revolución burguesa ejecutada en París.
Pero regresemos al origen... La simgular por osada convocatoria del plenario exigida por la burguesía obedecía básica, aunque no exclusivamente, a la dramática situación económica que acusaba el país: el hambre azotaba vastos territorios, incluida la periferia y los barrios más populares de París y, en paralelo, los abusos de la nobleza eran tan grandes como su ineficiencia económica, las burguesías urbanas se empobrecían sin remedio... y los suicidios habían aumentado exponencialmente.
Abierta la sesión plenaria, Turgot Calonne Brienne Necker, ministro de Hacienda, aceptó que el tercer estado tuviera igual número de diputados que la suma de los otros dos y que cada escaño valiera un voto; pero las delegaciones nobiliaria y celestial rechazaron de plano el principio de un hombre, un voto; exigiendo además que todas las decisiones de calado se siguieran adoptando de forma corporativa, de modo que la suma del primer y segundo estados (nobleza y curia) se imponía al tercero, con independencia de los votos... y con esa finalidad los nobles y los curas inteligentes --por rtemerosos o realistas, no por progres-- invitaron a su señoría Turgot Calonne Brienne Necker a conceder a los «desagradecido burgueses» y a la chusma cuantos votos quiseran si ese caramelo les endulzaba hasta el punto de que aceptaran mantener vigente el voto corporativo y con ello, la mayoría de la santa alianza: curia-nobleza.
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Los Bourbon
La reacción del rey ante los tejemanejes de los de arriba y la insolencia de sus subditos, fue la propia de un monarca absolutista, actitud que era la tradicional de los miembros de la Casa de Bourbon, de modo que apoyó con una regañina a sus aliados naturales, ordenó desalojar el salón y dio por concluido el plenario de las Cortes.
Apenas una hora después, todos los diputados del tercer estado (la burguesía y el pueblo llano) se reunieron, y acordaron sin apenas debate y casi por unamidad pero con la aclamación que le era propia, no abandonar la sede de la Asamblea Nacional y solicitar --en rigor, exigir-- al monarca, Louis XVI, que ordenara reanudar el pleno de los Estados Generales.
El rey, en un intento de desactivar la rebelión institucional, ordenó que cada uno de los tres estados se reuniera por su cuenta.
Sin embargo, Honoré Gabriel Riquetti, burgués con título nobiliario (conde de Mirabeau) pero diputado por el tercer estado, propuso a sus compañeros negarse a seguir el juego del maniobrero Bourbon y dirigiéndose en voz alta al emisario del coronado, Riquetti espetó: «Id y decid a vuestro señor que estamos aquí por la voluntad del pueblo, y que nada ni nadie nos hará salir sino por la fuerza de las bayonetas».
Sin embargo, Honoré Gabriel Riquetti, burgués con título nobiliario (conde de Mirabeau) pero diputado por el tercer estado, propuso a sus compañeros negarse a seguir el juego del maniobrero Bourbon y dirigiéndose en voz alta al emisario del coronado, Riquetti espetó: «Id y decid a vuestro señor que estamos aquí por la voluntad del pueblo, y que nada ni nadie nos hará salir sino por la fuerza de las bayonetas».
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sólo representaban
al 97,8 % de la población
El razonamiento seguido y expuesto por el desclasado por aburguesado conde de Mirabeau fue compartido y votado por todos los diputados del tercer estado presentes.
La exigua minoría cobarde que rezaba "virgencita, solo te pido que me quede como estoy" ya habia abandonado el edificio.
El racional y demócratico argumento que esgrimían los representantes de la buguesía y del pueblo llano para reclamar el voto individual era demoledor: representaban a 97 de cada 100 franceses, y para remachar su posición advirtieron de que si los otros dos estamentos (estados) hacían uso de su derecho de veto y se negaban a celebrar sesiones plenarias con presencia y participación de todos los representantes de la burguesía y del pueblo llano, estos declararían nulas todas las decisiones de la «minoría privilegiada» (sic) y sólo otorgarían validez a las adoptadas por la «mayoría demográfica» ¡que solo ellos representaban!
Resumiendo, así empezó el proceso que provocó la abolición de la monarquía absolutista de los Bourbon, la proclamación de la I República Francesa y que luego, a lo largo de las décadas siguientes, desembonocó en el fin del Antiguo Régimen en los países más prósperos --detalle este que exige reflexion y merece análisis-- del Viejo Continente.
En España, el tránsito al Estado moderno fue asumido años después por la mayoría de los diputados de las Cortes de Cádiz, pero la "revolución liberal" fue radicalmente dinamitada por el Borbón español, el absolutista Fernando VII y sus aliados.
Para más inri, en el caso del Reino de España el monarca no sólo contó con el apoyo de la nobleza y de la Iglesia Católica, sino que su reaccionaria actitud también fue respaldada por las incipientes burguesías de las cidades, con singular entusiasmo en la villa y corte madrileña, y por numerosos pequeños propietarios del rural, sobre todo en los territorios del minifundismo, norte y noroeste de la Península.
Para más inri, en el caso del Reino de España el monarca no sólo contó con el apoyo de la nobleza y de la Iglesia Católica, sino que su reaccionaria actitud también fue respaldada por las incipientes burguesías de las cidades, con singular entusiasmo en la villa y corte madrileña, y por numerosos pequeños propietarios del rural, sobre todo en los territorios del minifundismo, norte y noroeste de la Península.
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MÁS sobre el histórico proceso francés, en la Wikipedia y en la bitácora Revolución Francesa.
CON POSTERIORIDAD:
→ Excelente crónica de la Revolución Francesa, en SIN PERMISO: «14 de julio: ¡La Historia habla al presente!», por Florence Gauthier.
MÁS sobre el histórico proceso francés, en la Wikipedia y en la bitácora Revolución Francesa.
CON POSTERIORIDAD:
→ Excelente crónica de la Revolución Francesa, en SIN PERMISO: «14 de julio: ¡La Historia habla al presente!», por Florence Gauthier.
→ «Historia de la Revolución Francesa: 1789, 1795, 1802. Triunfo y muerte de la Revolución de los derechos del hombre y del ciudadano», por Florence Gauthier, en Sin Permiso.
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Un sacerdote escribió no hace muchos años en la revista de fiestas de mi pueblo que la Revolución Francesa fue la raíz de todos lo males actuales de la sociedad. Ahí queda eso.
ResponderEliminar220 años y apenas hemos avanzado.
ResponderEliminarHombre, al menos hoy en día (casi) nadie pasa hambre.
¿Para cuándo la guillotina en la Plaza Mayor?
There’s a great cinco de mayo song at:
ResponderEliminarhttp://johnmaszka.com/march_of_dimes
Play track three,
Happy Cinco de Mayo!
hola compañero...me gusta mucho tu blog y podría dejarte un comentario en cada entrada...pero el trabajo y la investigación no me dejan todo el tiempo q quisiera...pero te agradezco el trabajo y tiempo q dedicas... mi blog es http://paranoseroveja.blogspot.com , espero que también te aporte algo si lo miras...encantado
ResponderEliminarComo muy bien dices, el detonante, que no la causa, fue la desesperada situación económica de gran parte de la población, y el intento de reforma "fiscal" del Ministro de Hacienda. Está claro que los grandes cambios sociales casi siempre empiezan cuando nos tocan la parte del cuerpo que más nos duele: el bolsillo.
ResponderEliminarPues puede que en pleno siglo XXI de nuevo el mismo detonante cause una nueva Revolución.
Al tiempo.
el año de la revolución 1789 nunca me lo olvidé, tampoco tiene mucho mérito porque es facil pero el día... ni flowers, la verdad.
ResponderEliminarbicos,
Hola (:
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