Mientras eurodiputados y especialistas debaten en el Parlamento de la Unión Europea (UE) qué hacer para poner orden en la Red, y mientras dirigentes políticos, internautas, operadoras y propietarios de derechos de medio mundo se tiran los trastos a la cabeza, resulta que las principales operadoras de telecomunicaciones y entidades vinculadas al equívoco mundo de la protección de los copyright negocian en secreto un pacto para regular el tráfico en la Red.
Del Anti-Counterfeiting Trade Agreement --así ha sido bautizado el borrador del documento de marras-- ha trascendido un texto cuya lectura revela, entre otras cosas, la debilidad de las empresas y entidades de los países de la UE frente a la decidida actitud de los representantes estadounidenses, que cuentan con el apoyo expreso de su Administración y se han reservado la redacción del capítulo dedicado a los aspectos más sustanciales de internet.
Del Anti-Counterfeiting Trade Agreement --así ha sido bautizado el borrador del documento de marras-- ha trascendido un texto cuya lectura revela, entre otras cosas, la debilidad de las empresas y entidades de los países de la UE frente a la decidida actitud de los representantes estadounidenses, que cuentan con el apoyo expreso de su Administración y se han reservado la redacción del capítulo dedicado a los aspectos más sustanciales de internet.
Según han informado varios medios, organizaciones de EE UU ya han remitido una carta a la Casa Blanca para que, de entrada, levante el blindaje que protege las conversaciones y se conozca con exactitud qué se negocia y qué instrumentos y mecanismos de control se baraja utilizar.
El documento filtrado en Bruselas versa, básicamente, sobre los programas de descarga y los que desactivan los sistemas anti-copia.
Si se suscribiera ese hipotético pacto y previa conversión del mismo en textos legales en los distintos países signatarios, incluida la UE --proceso este que sería lento y complejo--, los proveedores de acceso a internet controlarían el tráfico de sus clientes para evitar el intercambio o distribución de productos protegidos con copyright.
El problema no es tanto que se debata y negocie, pues debatir y negociar no es condenable, lo inquietante es que las conversaciones sean secretas y, por tanto, no haya información fidedigna de su contenido: ¿Negocian sólo poner coto a las descargas ilegales, o hay más?...
CON ANTERIORIDAD, en ImP:
"Las telecos se arrogan hasta la propiedad del agua de la Red", y
"¡Atención! El Estado controlará más y más las comunicaciones en la Red".
"Las telecos se arrogan hasta la propiedad del agua de la Red", y
"¡Atención! El Estado controlará más y más las comunicaciones en la Red".
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