Hoy, en Lanzarote, ha muerto Jose de Sousa Saramago. El hecho va más allá del mundo de la cultura.
Premio Nobel en 1998, Saramago fue, amén de escritor, un observador de la realidad y un escritor con capacidad de expresión y sensibilidad infrecuentes: Memorial del convento, El evangelio según Jesucristo, Ensayo sobre la ceguera, La caverna, El viaje del elefante, Caín...
Y a la obra literaria hay que sumar su incansable lucha contra las verdades de cartón piedra, tanto las culturales como las políticas. Su obra literaria es valiosa y extensa, y su trabajo social y político ha sido constante y profundo.
La última de las iniciativas solidarias de Saramago consistió en crear una edición especial de su novela La balsa de piedra y ceder todos los derechos a los ciudadanos de Haití, país arruinado tres veces, una tras otra, por un régimen dictatorial, por una democracia falaz y por un terremoto.
En principio, la editorial Alfaguara tenía previsto publicar José Saramago en sus palabras después del verano que está a punto de empezar, se trata de una edición que prepara Fernando Gómez Aguilera y que, según informó la editorial, girará en torno a un diccionario con citas y reflexiones del autor que abarcan desde los años setenta hasta 2010.
El fallecimiento del escritor otorga mayor valor a ese proyecto.
El fallecimiento del escritor otorga mayor valor a ese proyecto.
Es imposible resumir los significados de Saramago y su biografía está al alcance de cualquier internauta.
Con su muerte los débiles y los explotados del mundo son más débiles.
Alguien debería recoger el testigo de este gran hombre comprometido con su tiempo; pero, lamentablemente, la gran mayoría de los intelectuales de hoy en día -al menos en España- han preferido ponerse del lado del régimen, y son completamente accríticos con el sistema y su gobierno lacayo. El ministerio de Cultura -o debiera decir de la propaganda- estará hoy contento. Ya casi no quedan hombres públicos que se atrevan a apartarse de la ortodoxia.
ResponderEliminarAL ANÓNIMO,
ResponderEliminarEs más fácil "pensar" bajo un paraguas que a la intemperie.
Saludos.
No habrá desgraciadamente "saramagos de la palabra" que tomen el relevo del gran Saramago pero hay cada vez más "saramagos de la acción". Daros una vuelta un día cualquiera por alguna de las sedes de las muchas ONG que se dedican no solo a ayudar al tercer mundo sino que desarrollan su callada y ejemplar labor por el primer mundo. En cualquier ciudad podréis encontrar multitud de personas de toda edad y condición trabajando en favor de los "pobres de la tierra", pobres que tienen múltiples caras. El otro día conocí a un chico de 25 años absolutamente entregado al apoyo a las prostitutas. Y hacer dos semanas conocí a la que todos llaman "abuelita", una encantadora señora de "buena familia" que con 87 años se dedica de lleno a atender a inmigrantes y todo tipo de personas marginadas. No todo es "política y mercado". Hay gente que es cabeza y corazón, entrega y compromiso, palabras y sobre todo hechos.
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