«El presidente José Luis Rodriguez Zapatero es un destacado vendedor de armas. Esta actitud anula su discurso pacifista. En realidad lo convierte en un hipócrita y un cínico».
Respuesta de Gervasio Sánchez a un participante en el chat (charla o multientrevista electrónica) que ha organizado el diario Público.
Gervasio Sánchez es Premio Nacional de Fotografía 2009 y ha sido galardonado recientemente con el Premio Mirada Social de la Muestra Internacional de Cine y Derechos Humanos.
Permítame, Félix, una matización:
ResponderEliminarCuando se habla de exportación armas, la gente suele visualizar fusiles, pistolas, ametralladoras, minas anti-persona y balas.
La realidad es que, seguramente, el grueso de lo que España exporta -hablando de armas, en volumen de dinero- son aviones y barcos, no pistolas. Un grupo de cuatro navíos como los de la serie de fragatas que Navantia ha vendido a Noruega supone una cantidad enorme de horas de trabajo, con la subsiguiente ocupación de miles de personas, durante años, en el sector público y privado, en un país que -sobra decirlo- necesita del empleo como el náufrago del agua.
Continuando con los contratos de Navantia, que es lo que conozco, podríamos citar también los dos portaaviones y otra serie de fragatas que la mencionada empresa y sus subcontratistas rpivados están construyendo para Australia. Ninguno de estos dos países parece sospechoso de vilolador de derechos humanos, ni nada por el estilo.
¿Que son armas?, desde luego. ¿Que por medio se ha vendido también algun barco menor a Venezuela? También es cierto.
Pero las cosas en su sitio, por favor. Digámoslo todo y procuremos no quedarnos sólo con el titular sensacionalista.
Un saludo.
AL ANÓNIMO,
ResponderEliminarLo que usted comenta es cierto. Personalmente --y por tanto, subjetivamente--, creo que lo inquietante de la doble moral con respecto a las armas no radica en la cantidad o en el objeto (pistolas, barcos...), sino a quién se le vende ese material.
España no es precisamente un ejemplo al respecto, no lo era con Aznar ni lo es con el actual Gobierno. Vender armas (o material de uso militar) a Marruecos, por ejemplo, es injustificable.