Occidente carece de crédito y de razón para intervenir militarmente en Libia

Occidente acaba de redescubrir la sopa de ajo y que Gadafi es un tirano.

Aunque algunos se rasguen ahora las vestiduras, los discursos de Gadafi que ha difundido la TV estatal libia nada nuevo han aportado... ¿Acaso algún dirigente o analista occidental dudaba de que Gadafi era un iluminado que se consideraba el salvador de la patria?

Los éxitos políticos del Gadafi de los años setenta (exactamente dos: la retirada de las bases extranjeras y la nacionalización del petróleo) fueron tan aplaudidos en el país como denostados por Occidente, que durante largos años se ha dedicado a condenar al tirano al tiempo que hacía negocios con él.
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Gadafi (dcha.) y su mejor aliado político-económico en los
países de Occidente, el magnate y político italiano Silvio Berlusconi

Odiar a Gadafi, adular a Gadafi

Después de más de treinta años de estéril retórica anti-Gadafi, la renuncia del régimen libio a seguir apadrinando grupos armados anti-occidentalistas sirvió para justificar que en los primeros años del siglo XXI --con la mediación de Tony Blair como abogado del diablo-- el régimen libio fuera bendecido por Europa y EE UU pese a que Gadafi reprimía con violencia extrema todas las protestas y levantamientos populares que se producían periódicamente en el país norteafricano --la mayoría de estas movilizaciones habían sido lideradas por islamistas, circunstancia esta por la que Occidente comprendía y silenciaba la represión.
En resumen, el democrático Occidente no sólo callaba, sino que entre bastidores aplaudía la fortaleza del tirano porque, a la postre, todo era disculpable con tal de que Libia siguiera bombeando y vendiendo hidrocarburos.

Sin embargo, tras haber comprobado que Gadafi ha perdido el control del país y de numerosos pozos e infraestructuras petroleras cada vez son más los intelectuales, analistas y gobernantes occidentales que sugieren o reclaman abiertamente la ¿necesidad? de una intervención armada para poner fin al enfrentamiento entre los partidarios del dictador y los rebeldes --¡entre estos abundan los ex forofos de Gadafi!...

Hay quienes han llegado al absurdo --políticamente malintencioano-- de comparar la guerra civil que se libra en Libia con el conflicto de los Balcanes; es más, hay quienes incluso han pergeñado similitudes entre los actuales sucesos libios y la barbarie acaecida en Ruanda.
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Pésimos antecedentes

Los que reclaman una intervención armada silencian dos detalles:

Primero, prácticamente todas las acciones militares salvadoras de Occidente han desembocado en fracaso humano: desde Vietnam hasta los Balcanes.
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[En Kosovo, provincia serbia ocupada y liberada por la OTAN, gobierna un partido controlado por mafiosos y si no fuera porque EE UU ha construido una gran base militar en el país, la situación sería económica y socialmente insostenible. Ver: "El Consejo de Europa confirma que el Estado kosovar es un pozo de basura"]
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Segundo, Gadafi y sus partidarios desean ardientemente el desembarco de una fuerza militar de intervención u otra acción armada similar porque, aunque fuera apadrinada por la ONU, ratificaría la evidencia de que Occidente se limita a defender el negocio del petróleo… Todo ello sin olvidar que no es la primera vez que Gadafi causa la muerte de decenas o cientos de libios y ningún gobierno occidental ha movido jamás un dedo.

Tras el arrollador éxito obtenido por EE UU y sus aliados en Irak, donde ocho años de ocupación nada sustancial han resuelto y el país está hecho unos zorros, es absurdo plantear otra invasión pacificadora en Libia.

La intervención militar externa no es una solución.

Nadie duda de que conviene aislar totalmente al régimen de Gadafi y cortarle todo tipo de suministros, prestar apoyo a los civiles que huyen del país, llevar ayuda alimentaria y médica a las zonas liberadas y luego, si los anti-gadafistas de siempre y los ex gadafistas de ahora triunfan, apoyarles en lo que ellos decidan para que los libios vivan dignamente.  
Pero intervenir militarmente sería un desastre.

En esa y en otras confrontaciones civiles Occidente carece de crédito. Los libios han vivido durante treinta años en la ignominia, o eso parece, y acuan un creciente empobrecimiento y périda de calidad de vida --esto sí está comprobado--, pero esos y otros males han sido posibles gracias en gran medida a la pasividad de los gobiernos de Occidente, que se han limitado durante años y años a proteger la codicia de las empresas que operan en los campos petrolíferos libios… ¡Menudo aval!
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ENLACE a páginas web no convencionales que ofrecen información sobre Libia:
AFROL·NEWS, MUNDO ÁRABE y WEB·ISLAM. 
BIOGRAFÍA de Gadafi, en CIDOB.  
DE INTERÉS, imágenes de las protestas en Libia, vía TOTALLY COOL PIX.