Grüttner relata que las medidas hasta ahora aplicadas en España empiezan a dar algunos frutos, aunque sólo de carácter macroeconómico; básicamente, contener el déficit presupuestario y generar confianza en los inversores, poco más.
Sin embargo, «la mayoría de la población» a la que se refiere Grüttner en nada se ha beneficiado; al contrario, según precisa la autora del texto al recordar que «según todas las proyecciones, el desempleo seguirá creciendo este año».
Grüttner también enuncia varias preguntas que obligan a reflexionar a sus lectores alemanes y, de paso, también a los del resto de Europa, incluidos los chipriotas... y los españoles:
«¿Qué pasaría en Alemania si tuviésemos un paro masivo superior al 26 %?, ¿qué pasaría si en una situación así Alemania se viera obligada por los socios de la UE a recortar sus presupuestos casi el 5 % en un solo año?, ¿qué pasaría en Alemania si se recortaran los sueldos a los funcionarios y se incrementaran el IVA y las tasas universitarias?»
¿Los alemanes tendrían «la asombrosa capacidad de sufrimiento de los españoles»?, cabe preguntar desde España.
La actitud mayoritariamente pasiva de los españoles ante el hecho de que 1 de cada 4 trabajadores esté sin empleo, o ante la generalizada pérdida de calidad de vida no se explica sólo con «la asombrosa capacidad de sufrimiento» que menciona Grüttner.
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Viñeta publicada en la revista humorísitica El Papus... ¡en 1977! |
o simple autodesprecio?
Eso de la capacidad de sufrimiento queda "muy bonito", pero es poco más que una licencia literaria a la que recurre la columnista germana, muy probablemente porque desconoce o prefiere no hurgar en las entrañas socio-políticas de España, donde no se ha dado respuesta proporcional a la gran estafa financiera por variados motivos, circunstancias y condicionantes, entre los que hay cinco que explican en gran medida "la asombrosa capacidad de sufrimiento":
1. La cobardía social que inyectó el franquismo durante 40 años, tara que todavía hoy condicionan la actitud de millones de personas;
2. La virtud de la resignación que practican la mayoría de los ciudadanos (sobre todo mujeres); no en vano siglos de catolicismo han dejado huella y generado valores que acabaron siendo aceptados como positivos o naturales, al margen de que el individuo sea o no creyente;
3. El escaso sentido de colectividad que empobrece a la sociedad española, en unos territorios más que en otros (en este aspecto la escuela del franquismo también lo bordó);
4. El atroz individualismo, que en numerosos casos es puro egoísmo (no sólo económico, sino también de carácter psicológico: egocentrismo enfermizo); de esta actitud hacen gala e incluso se enorgullecen millones de españoles (sobre todo varones). Este defecto está emparentado con lo reseñado en el punto anterior;
5. La generalizada incultura e inhibición políticas, que para colmo están bien vistas socialmente; es más, numerosos creadores de opinión identifican apoliticismo con inteligencia, carácter o independencia personales. En España se ha llegado al extremo de alimentar la percepción social de que la política es la fuente de casi todos los problemas, como así proclaman prestigiosas mentes cada vez que asoma la corrupción, obviando que los protagonistas de la corrupción son individuos, a la par que ocultan que hasta 1975 era al contrario: la corrupción y favorecer economías privadas constituían la base fundamental del Estado y de las decisiones gubernamentales.
Esos y otros motivos de menor calado explican «la asombrosa capacidad de sufrimiento» (y autodesprecio) a la que alude Anne Grüttner.
todo va bien. españa vive de que produce. un poco de paciencia.
ResponderEliminarPaciencia, lo que se dice paciencia, no es malo tenerla y a la vista está que somos ricos en paciencia. Saludos.
Eliminar¿España vive de que produce qué?¿Cuántos sectores de producción fueron desmantelados para integrarse en la UE? Quizás es un error sintáctico, y España "produce un poco de paciencia".
EliminarPereyra,
EliminarAsí lo había interpretado yo, prescindiendo del punto y seguido que figura entre las palabras "produce" y "un"; por eso apunto que no es malo tener o producir paciencia, pero ser ricos en paciencia es cosa inquietante... El asunto y la paciencia dan para un libro.
:)) con respeto
EliminarA Newshub,
EliminarNo sé exactamente qué quiere decir su comentario. Saludos.
Sus comentarios me hacen reír. Una ironía fina es una prueba de inteligencia. así que me río, pero con respeto
EliminarExcelentes reflexiones D.Félix.
ResponderEliminarCuándo llegará el día que cumplamos nuestras obligaciones y exijámos nuestros derechos.
Tienes razón, también es cuestión de cumplir obligaciones, pues formar parte de una sociedad genera obligaciones con los demás que van más allá de la legítima defensa de lo personal.
EliminarLa sociedad española está narcotizada.
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