Las redes sociales también empollan el clásico huevo de la serpiente

Un tuit "informando" de que el primer ejecutivo de Prisa (El país), Juan Luis Cebrían, había sido detenido en Venezuela se convirtió en la noticia o mensaje más relevante de la actualidad tuitera ("trendig topic") en apenas media hora: #CebrianDetenido; desatando en todas las redes sociales otra campaña política contra el movimiento bolivariano y, por extensión, contra los partidos gobernantes en Bolivia, Brasil, Ecuador, etcétera y etcétera.
El entusiasmo de los idiotas [que los hay de todas las ideologías] es contagioso y abundaron los retuits en los que incluso se aludía a PSOE, IU, ERC, AGE, BNG, sindicatos... En fin, otra feria del embrutecimiento socio-político que acusa la sociedad española, también electrónicamente.

No es el primero ni el más vergonzoso de ese tipo de episodios, pues desde hace años se registran casi a diario y van en aumento.
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Las estupideces de siempre, difundidas más rápido
A estas alturas los desaprensivos que viven en la Red no constituyen una novedad, aunque sí son más notorios y dañinos que los clásicos propagadores de infundios porque, lógicamente, ahora los frascos de veneno se distribuyen más rápido.

Un porcentaje harto difícil de precisar de los usuarios de Facebook, Twitter, mensajes SMS y WhatsApp, así como participantes en secciones de comentarios de los medios y también blogueros disfrutan gastando bromas que no lo son, mintiendo, injuriando, difamando y enlodando la vida política.
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Hay medios que ríen las gracias

Por si fuera poco, hay medios, incluidos algunos de los que se visten como personas serias, que informan de ese tipo de acciones como si de anécdotas baladíes se tratara. En uno de esos medios he leído esta mañana una crónica sobre el episodio de marras encabezado con esta entradilla: Twitter vuelve a demostrar su inmenso poder para propagar información a nivel mundial.

Dejando de lado el absurdo empleo del galicismo "a nivel", hace falta ser bobo (por simple) o irresponsable para presentar las intoxicaciones como demostraciones de la utilidad de las redes sociales para difundir información... ¿De qué información habla el redactor de esa inoportuna frase?

Sin darnos cuenta, como supongo que habrá ocurrido con esa entradilla, casi todos los usuarios de las redes sociales estamos contribuyendo en mayor o menor grado a trivializar fenómenos como el de la insidia, incluidas bromas aparentemente blancas, pese a que esos malintencionados y ocurrentes bromistas están minando la credibilidad de las nuevas tecnologías y de los medios que en ellas habitan como instrumentos para intercambiar información y opiniones.

Va siendo hora de que dejemos de pintar a ciertos destructores como ocurrentes activistas políticos, pues constituyen la yema del nuevo huevo de la serpiente de siempre.
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